Izquierda y filosofía. Esteban Valenti

03.11.2025

Puedo parecer un selenita en un mundo revuelto hasta las raíces por tendencias y acontecimientos brutales, guerras, avance de ideas neofascistas y gobiernos de ultra derecha, suena raro dedicarse a buscar respuestas en la filosofía.

Creo exactamente todo lo contrario, cuando la izquierda se refugió en las cosas cotidianas y a veces triviales, perdió una parte fundamental de su reflexión original, de profundo sentido filosófico, antropológico y se sumergió en las mismas ciénagas de los modelos económicos del capitalismo y en aprender a administrarlos, comenzó nuestro serio retroceso histórico. Es peor que la propia caída del socialismo real, una es política y social, la otra caída es ideológica y moral.

Bonhoeffer argumenta que la estupidez no es una condición de nacimiento, sino un fenómeno sociológico que florece bajo ciertas condiciones y no es individual, es de carácter social.

La relación entre la izquierda y la filosofía es profunda y se remonta a los orígenes del pensamiento político moderno y hay aspectos claves para comprender esta relación.

Desde el concepto mismo de Izquierda. La división entre "izquierda" y "derecha" surge durante la Revolución Francesa, donde los diputados que apoyaban el cambio y la república se sentaron a la izquierda del presidente, y los que defendían el statu quo (la monarquía y la tradición) se sentaron a la derecha.

Filosóficamente, la izquierda se asocia históricamente con el progresismo, el cambio político y social, la emancipación, la igualdad de oportunidades y entre los sexos, contra todo tipo de discriminaciones y la justicia social. Se posiciona críticamente frente al orden establecido.

La izquierda política se nutre de diversas corrientes filosóficas que buscan una realidad más racional y humana, a menudo criticando las estructuras de poder y opresión. Pensadores como Karl Marx (con el materialismo histórico y la crítica a la economía política), y movimientos como el Socialismo Utópico, han sido fundamentales.

Todo se comenzó a destruirse cuando elevamos a la filosofía de la transformación y a sus pensadores em un dogma, amputándonos el principal instrumento de la izquierda: el pensamiento crítico, siempre, a fondo, audaz y que se formula las preguntas más incómodas y busca las respuestas.

En esencia, la izquierda puede verse no solo como una plataforma política, sino como una actitud filosófica de crítica disruptiva ante el orden social, orientada a construir un mundo más libre, justo e igualitario.

Más exigentes y complejos son los procesos políticos y sociales de una época y más agudo y profundo debe ser el pensamiento filosófico, su debate a nivel global y nunca puede substituirse por la queja, la protesta y la autojustificación.

Si la derecha y sobre la ultra derecha avanzan, es responsabilidad de la izquierda, de su capacidad de entender los profundos procesos culturales, ideales y por lo tanto políticos que están en la base. No hay un fenómeno natural, una tendencia económica o algo inexplicable para justificarse.

Ni siquiera podemos utilizar, como está de moda, explicarlo todo por la utilización de la ultraderecha y de la derecha, del evangelismo, la peor deformación del cristianismo, transformado en marketing y en negocio, o peor aún la utilización de los algoritmos y de la Inteligencia Artificial. Es si ante la aparición incontenible de las nuevas máquinas en la revolución industrial y los nuevos medios de comunicación, como la radiofonía y la televisión, nos hubiéramos replegado a lamernos las heridas.

En mi columna anterior hice mención a la estupidez humana, no como un fenómeno de incapacidad intelectual sino de carácter cultural, para amplios sectores de la sociedad, incluyendo gente inteligente, intelectuales y profesionales, políticos y gente de pueblo capaz de aceptar cualquier mentira, cualquier deformación de la realidad y precipitarse incluso en el neo nazismo, tomando como ejemplo los Estados Unidos e Israel y podíamos ampliarlo aún con sus diferencias a la Argentina.

No simplifiquemos, no todo es cultural, o filosófico, pero hay que considerar las bases sobre las que se asientan esos procesos. Para eso cité a Dietrich Bonhoeffer, un filósofo, teólogo y pastor luterano alemán que reflexionó profundamente sobre la estupidez, su análisis está recogido en una carta escrita desde la prisión durante el régimen nazi, titulada "Después de diez años", y forma parte de su obra "Cartas y papeles desde la prisión". Fue un incansable luchador contra el nazismo y lo pagó con su vida.

Solo por estupidez como la entendía Bonhoeffer se pueden comprender ciertos procesos en algunos países, a nivel de grandes masas, que se enceguecen hasta justificar y de alguna manera participar, de crímenes y fanatismos terribles.

La catástrofe política en Argentina en las elecciones parlamentarias de medio tiempo, con una votación del 40% para Milei y el 31% para el kichnerismo, no puede explicarse solo desde la política, hay cosas más profundas y terribles.

Millei, ante los ojos del mundo parece un demente, casi sin límites, su principal candidato en la provincia de Buenos Aires tiene que renunciar por demostrada connivencia con el narcotráfico, su hermana Carina tiene directa y probada participación en fraudes contra los inválidos, el propio Milei está hasta el cuello, en una estafa con cripto monedas. ¿Y?

Obtiene una mayoría muy importante a nivel nacional y en pocas semanas da vuelta el resultado en la provincia de Buenos Aires, baluarte fundamental del peronismo. Había obtenido 13% de diferencia sobre Millei en las elecciones legislativas provinciales. ¿Puede explicarse?

Si, si consideramos que el adversario, el enemigo de Millei eran los restos en disputa del kichnerismo, la neo variante del peronismo y todos los partidos de derecha y centro derecha fueron absorbidos por Millei.. Y la izquierda tiene apenas el 4% de los votos.

El kichnerismo genera mucho miedo en la Argentina, en el caso de la provincia de Buenos Aires a nivel provincial y local (los gobernantes locales) no tiene el mismo efecto, pero a nivel nacional, son tan estridentes los actos de corrupción durante más de 20 años, los fracasos en sus modelos económicos, que en esencia han sido de derecha, porque precipitar el 44% de la población en la pobreza es de derecha, que las heridas dejadas en la sociedad argentina son muy profundas y nuevamente las aprovechó Millei.

No hay alternativa, Millei vs Kichnerismo, gana cómodamente Millei, con Cristina Kirchner procesada por decenas de delitos, bailando en un balcón rodeada de algunos cientos de fanáticos y disputando el poder dentro del peronismo con el gobernador de Buenos Aires, Aixel Kicillof, es una muestra más de decadencia, no solo política.

La mayoría más importante de la votación del domingo fueron los que no fueron a votar (32.78%) del total, es decir 11.794.572 del total de habilitados (fue la elección con menos participación desde 1983 a la salida de la dictadura), más los votos en blanco 2.74% (664.994) y los votos anulados 2.46% 597.938) Total de los que NO VOTARON a nadie fueron 13.057.504 ciudadanos.

Millei obtuvo 9.341.798 votos, el peronismo 7.284.477 votos. Nadie puede dudar de la importante mayoría de Millei, pero tampoco puede desconocer que los que no votaron fueron el primer partido, 13.057.504 votos. Una barbaridad, que muestra el desapego de la gente por todos los políticos argentinos. La ultra derecha y el peronismo gobernando han logrado este fenómeno tan peligroso para la democracia.

El desastre Kichnerista - Massa no se ha olvidado. Ni siquiera por el desastre de medio gobierno Millei, y queda claro que en Argentina la alternativa es entre dos desastres y en este clima social y político, pero profundamente cultural, ganará Millei.

Las fuerzas de centro y de izquierda fueron o absorbidas por Millei, el radicalismo, o destruidas como la izquierda tradicional, por ejemplo, en la provincia de Santa Fe y la izquierda obtuvo 3.71%, 853.680 votos y tres bancas sobre nueve. Casi testimonial. El Partido Socialista Argentino no figura, y llegó a tener el gobernador de Santa Fe y disputar la Presidencia Nacional y entrar segundo en la disputa con Cristina Kirchner que lo superó ampliamente.

A todo esto agreguemos el apoyo, la intromisión del gobierno norteamericano, con decenas de miles de millones de dólares y con una intromisión explícita de Trump. ¿Cuánto le costará a la Argentina? Porque a Trump lo mueve en primer lugar su insaciable codicia.

Recogeremos diversos análisis, opiniones en torno a las elecciones argentinas y también le dedicaremos espacio al análisis filosófico. La izquierda no puede olvidarse de donde nació, desde dónde comenzó a darle y a ganarle la batalla a la derecha. Desde el Renacimiento a la Ilustración.

Esteban Valenti
2025-11-03T07:08:00

Esteban Valenti.

Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.suplementobitacora.net) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).