Reflexiones sobre el coronavirus. (Abordando eso gris, que parece la teoría).
Jorge Aniceto Molinari
17.03.2020
A propósito de un análisis de Andrea Piriz, que difundió en facebook el compañero y amigo Jorge Voituret, son datos al 14 de marzo.
Dice el análisis:
Para reflexionar con cabeza propia y poder ver la realidad más allá de lo que nos cuentan.
En la historia de la humanidad existieron 5 grandes pandemias definidas por los organismos de salud:
1) La primera, la Viruela que se propago en el siglo XX es la pandemia mayor de la historia y nos dejo 300 millones de muertos por su razón de existir
2) El Sarampión, que lleva 3000 años en el planeta nos dejo 200 millones de muertos
3) El tercer lugar lo ostenta la Gripe Española, que se desato entre 1918 - 1920 y dejo 50 millones de muertos
4) Es la Peste Negra o Bubónica, desatada en la Edad Media y arrasó con 75 millones de personas
5) Por ultimo la pandemia de fin de siglo VIH, el Sida que en 1981 las organizaciones de salud hablaban de 35 millones de fallecidos mas todos los portadores.
(Datos diario digital Público TV)
En los comienzos del nuevo siglo, la OMS ha determinado 2 situaciones de pandemia: una en 2009 y la otra en nuestros días.
En 2009 la humanidad vivió la pandemia de la Gripe A (H1N1), la cual provoco el fallecimiento de 500.000 personas (otros manejan 575.000, lo seguro es que es difícil acceder a datos de la OMS sobre este tema)
Hoy 2020 asistimos a una nueva pandemia el Coronavirus (COVID-19), que lleva 127.840 caso a nivel mundial, de los cuales 68.310 se han recuperado mientras que 4.718 han muerto (datos 12/3/20 del diario digital Redacción Diaria, extraído del mapa de Johns Hopkins). El 20 de enero se hablo de un foco en algún lugar perdido de China y al 12 de marzo hay 4.780 muerto en un montón de países, la cifra impacta por sí solo, pero si la ponemos al lado de la población mundial quizás, solo quizás nos de la real dimensión
Año 2020 - población mundial 7.700.000.000 - muertos 4.718
No será apresurado hablar de pandemia??
Pero sigamos comparando,
En 2009 la población era de 6 709 132 764 y los muertos fueron 575.000
En 1981 la población era de 4 434 682 000 y los muertos 35.000.000
y en 1917 éramos unos 1 800 000 000 aprox. y murieron 50.000.000.
Que otra comparación cabe: Ambas situaciones tienen un telón de fondo que poco se dice y se muestra: las dos se dan en el marco de una gran crisis económica, con mercados al borde del colapso. En 2009 en el mismo momento que aparecía la H1N1 vivíamos una recesión en las grandes potencias del mundo, había explotado la burbuja inmobiliaria en EEUU y la economía mundial tambaleaba. El mercado colapsaba, pero al mismo tiempo enfrentamos una "pandemia" que se colocó en el escenario como único tema. El miedo a morir en un segundo se propago. La OMS en un informe de 2019 reconoce que las epidemias desbastan las economías de los países y también reconoce que el mayor gasto se da en prevención de estas.
Hoy el mundo vuelve a estar inmerso en una profunda crisis, EEUU y China se disputan los mercados y una nueva pandemia acompaña el proceso ¿?
Cabe preguntarnos, será que la pandemia es un disfraz fuera de época carnavalesca, porque si bien con esta situación los países sufren gastos enormes, la plata no desaparece y en algún bolsillo de mercado va a parar.
El H1N1, como vino se fue y los grandes medios no hablaron nunca más, esperemos calmos y sobre todo sin miedo a que esta situación real pero muy mediatizada transcurra.
Siempre que nos enfrentamos a algo desconocido o nuevo nos da miedo y el miedo como mecanismo de supervivencia es sano y necesario, pero que pasa cuando el mundo que nos rodea desaparece y el futuro inmediato es desbastador. Nuestro cerebro guarda registros y si hablan de Pandemia automáticamente asocia a peligro de muerte, contagio, sufrimiento.
Por eso es necesario darle la real dimensión a lo que está ocurriendo. Es necesario hacer énfasis en los que superan la enfermedad y no en los que no lo logran, porque son muchos más los primero. Es necesario estar confiados, no tenemos por qué enfermar, aunque sea el tema del momento y sobre todo no contribuir a la psicosis colectiva desatada en el mundo por los medios de comunicación y las redes.
La OMS definido como pandemia al coronavirus por lo rápido que se propago, pero quizás, tienen esquemas viejos de la movilidad de las personas: hoy alguien está en Japón y unas cuantas horas después está caminando por Francia. Eso si ya se reunió La GloPID-R (es una alianza mundial de organizaciones internacionales dedicadas a la financiación de la investigación que invierten en la preparación y la respuesta ante las epidemias.) compuesta por científicos y entidades financieras (las mismas que son parte del mercado que está en riesgo), que buscaran como acabar con el flagelo.
Es importante el cristal con que se mire y por eso es esencia usar uno propio, buscar las respuestas que necesitemos, aunque parezcan que no están, y pensar con nuestra cabeza más allá del bombardeo mediático. Ser cuidadosos, pero no fóbicos, ser precavidos pero no negativos. Elijamos ver el vaso medio lleno y pongámonos otras gafas, seamos capaces de discernir qué es lo real, entre lo que está pasando y el sensacionalismo.
Como ejemplo tomemos Italia que ha estado estos días como uno de los países de más alto rango contagio:
Sobre una población total de 60.359.546 habitantes, se han contagiado 14.955 personas de las cuales han fallecido 1.266, los demás están en recuperación. Claro si me cuentan que hay 25% más de infectados y no me dicen la base, la interpretación de nuestro inconsciente es una, ahora si me dicen que son 256 casos más sobre el total de la población la interpretación es otra.
De la forma que los medios y redes transmiten la información contribuyen al miedo colectivo, nuestro cerebro interpreta que hay de peligro inminente y se desata la ansiedad de seguir minuto a minuto el avance de la pandemia.
Nos concentramos en el relato que otros nos cuentas de lo que está pasando, ponemos nuestro foco y nuestra energía en saber si me voy a contagiar, o en cómo me puede pasar y mientras tanto dejamos de vivir el presente y nos recluimos a esperar. Entregamos nuestro poder al otro mientras el otro factura con nuestra desesperación.
Tomemos el control de nuestra realidad. En lo personal, hace tiempo que lo intento, si me dice que afuera llueven cacerolas no agarro el paraguas, lo que hago es abrir la ventana y mirar. Ser consciente de la realidad me fortalece para seguir evolucionando como individuo y aportar desde allí a la humanidad.
Andrea Piriz
Mi comentario:
Es un análisis con elementos de reflexión muy valiosos.
Agregaría otros elementos de reflexión para completarlo y en parte corregirlo. EE.UU. salió de la segunda guerra mundial como centro del libre comercio y del capitalismo mundial superando al anterior centro: el Reino Unido.
Sin embargo ahora una facción de los capitalistas (Trump) con directa vinculación con el aparato productivo de este Estado, sobre la base de amurallarse y de dejar de lado el libre comercio han comenzado a ser desplazados del centro del capitalismo mundial.
A ello hay que agregar que el gobierno del aparato productivo de la humanidad ha pasado de los Estados a los cuerpos gerenciales y de accesoramiento de los complejos empresariales multinacionales, que en sus pugnas protocolizan sus acciones en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El coronavirus irrumpe en China y se expande al mundo, dando un formidable impulso a la industria del medicamento y del instrumental médico.-
Es una directa contradicción con un debate abierto pero no laudado sobre la forma de prestar la atención médica en cada uno de los puntos del planeta, y en cada uno de ellos con problemáticas particulares como el enfrentamiento de Trump a la política aplicada por Obama.
¿A que nos lleva esto? A que también en este terreno debemos dar paso a una revolución que prepare al mundo para el cambio de la predominancia en el modo de producción.
Técnicamente nada impide hoy que cada habitante de la humanidad tuviera su historia clínica digital incorporada a su documento de identidad y que cada uno pudiera acceder a ella cuando democráticamente así lo dispusiera.
Si a ello le agregamos que la humanidad dispone de la posibilidad de exámenes no invasivos para que cada uno registre las enfermedades que tuvo y las que está propenso a tener: estamos entonces frente a una gran revolución con objetivos totalmente realizables pero que si van contra los intereses capitalistas que hemos señalado.
Jorge Aniceto Molinari
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias