Desde este lugar en el mundo. (Abordando eso gris, que parece la teoría)

Jorge Aniceto Molinari

26.10.2020

Desde Uruguay con un sistema político muy elogiado por su democracia,  pero donde la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista en el mundo muestra también aquí su agravamiento.

Un botón para muestra: 13.000 presos - no son todos los que están, ni son todos los que están- para una población global apenas superior a los 3 millones de habitantes, y con un mercado para el delito que crece, por la gravedad de la situación social y el deterioro en las condiciones del trabajo.

Las inversiones del gran capital en el mercado mundial de la droga no están cuantificadas, pero observemos donde es el mayor consumo, y donde la mayor producción y entenderemos porque aumenta el pequeño comercio a pesar de la represión para la que sabemos se hacen esfuerzos aquí en Uruguay.

Y para afrontar esto último -las condiciones del trabajo- apenas se atina a inversiones de las multinacionales, o a un estatismo en retirada por los errores burocráticos cometidos por el amiguismo en los gobiernos de izquierda y también en los otros. Con un gobierno actual que se mueve correctamente en el respaldo científico para con la pandemia, pero que no aplica el mismo criterio en economía donde apela por afinidad ideológica a los afines a la malla oro de los grandes capitales.

 

Analicemos algunos hechos:

Las renuncias de los ex Presidentes Mujica y Sanguinetti al Senado en el Uruguay.

Escuché atentamente la sección del Senado en la que estos dos legisladores presentaron y les fueron aceptadas sus renuncias.

Todas las exposiciones fueron valiosas pero todas tuvieron un denominador común: los hechos y particularmente los hechos políticos giran en torno a personas, y es el accionar de estas que se valora y se realza.

Nosotros no compartimos esa valoración pues la vida real transcurre a la inversa de esto. Son las respuestas a los hechos de la economía, a la base material la que determina respuestas políticas de la cual son actores también estos ciudadanos.

Eso es lo que hizo Mujica en la ONU, analizó la base material económica del mundo y esbozó desde su ubicación una respuesta. Luego no volvió sobre ello, lo cual al menos para mí es un gran enigma.

El problema es que la crisis de la predominancia del capitalismo se agrava y la sociedad humana necesita una respuesta y si bien se da una demostración de comprensión democrática a la vez seguimos al margen de lo que es vital: la necesidad de un programa que dé respuesta a la crisis.

Las auditorias.

Los que hemos ejercido funciones de interés público, en mi caso 11 años como Consejero en representación de los jubilados bancarios en el Consejo Honorario de la Caja Bancaria, sabemos que las auditorias son herramientas imprescindibles, sin las cuales es imposible ejercer una administración responsable. También sabemos que las hay buenas, malas y regulares. Es tarea de un administrador responsable utilizarlas y también aprender a calificarlas.

Nunca entendimos porque el Frente Amplio llegado al gobierno no había procedido a imponerlas en forma independiente (*) en toda la administración, para las anteriores y para las presentes.

Y al no hacerse quedó en manos del periodismo y ahí comienzan a trabajar los intereses del periodismo empresarial que hace su juego.

Que el gobierno actual lo haga nos parece bien, lo que no nos parece bien es que no esté extendida a toda la administración incluida las municipales y que con las que se hacen -insisto está bien que se hagan- se expongan al juego periodístico sobre las mismas -que tampoco nos parece mal- pero que las limita a los intereses partidarios y no a los generales de la nación.

(*) ¿Por qué en forma independiente? Porque en los organismos existen auditorías internas que llegan a una actividad de rutina e inocua que las hacen ineficientes.

Seguramente no estoy entendiendo nada. Me dicen que en el Plenario de análisis autocrítico del Frente Amplio nadie habló del discurso de Mujica en la ONU.

Lo de Bolivia conmociona, es para emocionarse. Pero a su vez necesita de una profunda reflexión de todos. La derecha en el mundo es impotente para resolver el más mínimo de los problemas que presenta la crisis actual de la predominancia del capitalismo en todos los rincones del planeta.

Si ha tenido chance de hacer los estropicios que ha hecho es fundamentalmente por la falta de programa de las fuerzas que en el mundo representan a los pueblos, política y sindicalmente.

La democracia es una conquista de los avances de la humanidad, pero no es una panacea que todo lo resuelve, necesita de programas, de objetivos, para elevar la capacidad de los pueblos para resolver los problemas del desarrollo humano.

Cuando ponemos énfasis sobre el discurso de Mujica en la ONU (setiembre 2013, está en Internet) y lo lamentable de su abandono, es porque inexorablemente si no se avanza en ese sentido las contradicciones van a surgir de inmediato.

Veamos Argentina, luego del vaciamiento de Macri, si no se conecta con el mundo para realizar un plan de reactivación en el que se tomen en cuenta los dos aspectos centrales que resaltamos del discurso de Mujica en la ONU: la moneda y los impuestos, es imposible satisfacer las necesidades colectivas y una invitación a la derecha a operar contra la gente.

Lo de Bolivia es un reinicio y también un aliento a todas las fuerzas progresistas del mundo a retomar el camino, y un mojón que puede ser también un cambio de orientación en el propio EE.UU. pero necesita de un debate amplio y profundo en que nadie se guarde nada.

Las ideas no se discuten primero con los míos y luego con la gente, no las ideas siempre son libres, basta de stalinismo, y necesitan del debate abierto y sin cortapisas.

Un recuerdo siempre presente por la crisis del 2002, que con sus contradicciones abrió camino para la continuidad democrática y el tiempo del Frente Amplio.

Los principales testigos de los hechos del 2002 han omitido hablar del tema, y los principales ya no están, pero es crucial hacerlo.- Jorge Batlle tenía la renuncia firmada ante la crisis, cuando llega a su casa el dirigente sindical de AEBU Juan José Ramos, que con solo el apoyo de Seregni (nada más y nada menos) y de su gremio, le plantea que hay que negociar con el FMI, que no es ninguna solución su renuncia y por el contrario era negativa para el país.

Le propone además encarar el Ministerio de Economía y Finanzas con el Dr. Alejandro Atchugarry como Ministro y un equipo de AEBU de respaldo (recordemos que el diario El País denunciaba que el Ministerio funcionaba en AEBU). La grandeza de Batlle es que en semejante encrucijada accede al planteo y el país negocia y una vez acordada una salida con el FMI es el propio Batlle el que habla con Bush que sabiendo el acuerdo con el Fondo no pone obstáculos a la salida. Así llegó el país al primer gobierno del Frente Amplio. Pero de esto no se habla, y sobre ello se han hecho novelas que deforman los hechos.

 

Jorge Aniceto Molinari

Columnistas
2020-10-26T10:16:00

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