Hay que poner plata: ¿Tocamos las joyas de la abuela o nos hundimos?
José W. Legaspi
18.04.2020
Hay que poner plata: ¿Tocamos las joyas de la abuela o nos hundimos?
Si usted sufriera, amable lector o lectora, una crisis económica inimaginable, como responsable de su familia, ¿que actitud asumiría?: ¿Cuidar las joyas de la abuela, mantenerlas allí guardadas, en la cómoda, y condenar el futuro de sus nietos? ¿O haría uso de ese recuerdo, afectivo sin dudas, tan valioso como inútil allí guardado ante lo que se le viene encima, para evitar el sufrimiento de los más vulnerables?
Queda claro que ante la crisis económica y social que se avecina, la sociedad uruguaya bien podría ser considerada una gran familia, con su jefe (circunstancial, pero jefe legítimo por 5 años, al fin), y sus hermanos, primos, padres, abuelos, nietos, sobrinos, y demás parentela, que seríamos ustedes, queridos lectores, y quién esto escribe.
Hay que poner plata. Así, de una.
¿Y de dónde debería salir esa plata?
Recientemente, hace unas horas, nuestro Banco Central "aseguró liquidez", es decir, "ratificó su decisión de asegurar la liquidez en la presente coyuntura de crisis sanitaria y económica", según comunicó su Comité de Política Monetaria.
Ante la inevitable demanda de dinero, producida por la evolución de la actividad económica, de la inflación y de las expectativas de inflación y de acuerdo a la coyuntura y perspectivas macroeconómicas, el BCU anuncia: "Tomando en consideración estos factores y la evolución esperada de la demanda de dinero, el Banco Central del Uruguay decidió fijar como referencia indicativa de crecimiento interanual de M1' para el segundo trimestre de 2020 un rango entre 3% y 5%. Esta pauta es consistente con la convergencia de la inflación al rango meta de 3%-7% para los próximos 24 meses y está condicionada por la evolución de la actividad en línea con el producto potencial en el horizonte de política monetaria".
Bárbaro. Lo que no dice es cómo o de dónde va a asegurar esa liquidez. Porque, convengamos, no se necesita ser economista, para darse cuenta que esta crisis YA ESTÁ provocando, y se va a agudizar a futuro, una MENOR RECAUDACIÓN, cuando se NECESITA MÁS DINERO, ya que, por ejemplo, hay que sostener los mecanismos de protección social que nuestro país tiene.
Y lo que hay en la llamada "caja chica" (heredada del ejercicio anterior) y la baja recaudación actual, NO VAN A ALCANZAR.
Va a faltar plata.
Uruguay es un país pobre en el concierto internacional. No puede hacer lo que EEUU, que salió a comprar deuda de las empresas para garantizar la liquidez, y evitar el faltante de dinero.
¿Qué hicimos hasta ahora?
Primero, el presidente Lacalle Pou, tomó una decisión "simbólica": el impuesto a los salarios públicos y jubilaciones más altas. Un claro mensaje político, ya que tocó "lo intocable" hasta ahora, los privilegiados funcionarios públicos, sus sueldos, los cargos de confianza y las jubilaciones más altas, etc. Anotó un gol de media cancha para su electorado, y puso a dirigentes de la Mesa de Entes a tratar de salir "con elegancia" a oponerse (Gabriel Molina, de Sutel, entre otros), exacerbando las diferencias entre empleados públicos y privados.
Pero fue "pour la galerie", una victoria política pero para nada económica ya que recaudará apenas U$S 12 millones, en el mejor de los casos.
Es decir, poco y nada frente a lo que se avecina.
Después, como era esperable, el Frente Amplio trató, infructuosamente, de cargar las pilas en el otro platillo de la balanza: el gran capital. Presentó su Plan de Contingencia SIN NINGUNA MEDIDA al respecto porque no se pusieron de acuerdo. Más allá de que algunos de sus dirigentes hacían alusiones a gravar ese sector, pero sin bajar la intención a tierra con una propuesta concreta.
Otra manifestación "pour la galerie", para la barra.
Por último, y a modo de cereza sobre la torta, varias gremiales agrícolas propusieron una "donación" de alrededor de U$S 100 millones, pero supimos que buena parte de los mismos eran "administrando" qué hacer con los impuestos que actualmente pagan. Para decirlo más claro, amable lector, sería algo así como que usted decida, públicamente, qué hará el estado con los impuestos que usted paga, sin poner un peso arriba.
Algún productor agrícola debe de estar "contento" con esto. Los de Un Sólo Uruguay reaccionaron ante lo que consideran un aporte solidario "obligatorio y al barrer".
Las Joyas de la Abuela: Las Reservas
Uruguay mantiene bien guardadas, a cal y canto, "las joyas de la abuela": las archiconocidas y nunca nombradas, al menos públicamente en este momento, RESERVAS depositadas en el exterior a una rentabilidad inferior al 1%, y calculadas en alrededor de U$S 16 mil millones.
Cabe recordar en este momento que los U$S 500 o más millones que se soliciten de crédito tienen una tasa de interés que ronda el 5%. No sé que opinarán ustedes, queridos lectores, pero estos millones no parecen suficientes para encarar una crisis tan dura o más que la del 2002. Y mucho menos pagando más por intereses frente a la pobre renta que nos deja un dinero estático, guardado, y tan bien guardado, como "las joyas de la nona".
¿Qué deberíamos hacer?
Dejar atrás la ortodoxia, que nada resuelve en casos de crisis extrema como la que se viene, usar parte de esas "joyas", para hacer frente a la inevitable iliquidez que sucederá tarde o temprano, dejar sin efecto las quitas a los salarios públicos y jubilaciones altas, dejar de buscar cómo cargar al gran capital, y "agradecer" el gesto "desinteresado" de las corporaciones agrícolas, y poner la plata que haga falta de esas reservas tan bien custodiadas.
El mundo cómo lo conocemos, probablemente deje de existir. Sacarle a algunos, "migajas", como las que se anuncian no resuelven nada, además de recordar aquello de "tirar de la frazada" para taparse la cabeza y dejar desabrigados los pies.
Tanto funcionarios públicos, como el gran capital y las corporaciones agrícolas deberán formar parte del "motor que mueva la economía el día después". Dejémoslos como están y asumamos, como estado, como Gobierno, como sociedad, el costo de lo vendrá "sin desvestir un santo para vestir a otro".
Cuando la crisis pase, y deseo fervientemente que así sea, tendremos tiempo de esas "pequeñas" señales políticas contra los "privilegios" de los públicos, del gran capital y del sector agroexportador.
Ahora, el momento, impone poner plata, y esta debe salir de las reservas. Estamos a tiempo, que no nos pase de arrepentirnos y sea tarde.
José W. Legaspi