La crisis social y económica “requiere transfusiones” y el gobierno... pone “curitas”
José W. Legaspi
19.03.2021
En momentos que hay que demostrar audacia, empatía y alma, parece que el gobierno mira a las consultoras de riesgo, pero “no se asoma a la ventana”.
A más de un año de llegada la pandemia del coronavirus al país, el gobierno uruguayo, encabezado por el presidente Luis Lacalle Pou, que tomó medidas correctas al principio, está impávido presenciando como la crisis social y económica se despliega como un tsunami, sin reaccionar, ganado por la desidia y la falta de audacia.
Está claro que nadie duda de la buena fe y las buenas intenciones del gobierno, pero en momentos como el que estamos viviendo, y peor aún, como el que se avecina, que hay que hacer "transfusiones" (léase "poner mucha plata") el gobierno toma medidas, correctas, buenas pero insuficientes (léase "pone curitas")
La solución debe ser clara y contundente: Hay que poner más plata.
Y no se trata de "desvestir" un santo para "cubrir" a otro. No se puede pensar en ponerle impuestos a las grandes empresas o quitas a los salarios más altos. Esos son discursos para la barra ideologizada. Se trata de que el estado uruguayo, como la inmensa mayoría de los países del mundo inyecte plata en las empresas y en aquellos que la pandemia los está expulsando del trabajo, del ingreso diario para alimentar a sus familias.
Es volver sobre un viejo y conocido tema, que a la mayoría de los tecnócratas y "academia" económica de este país escandaliza y molesta, pero no hay más remedio que insistir: tocar las tan preciadas y super protegidas "joyas de la abuela", las reservas.
En momentos que la recaudación baja, y nada augura que esa tendencia afloje en este 2021, en momentos que se anuncian 100.000 nuevos pobres, que el número de desempleados se ubica en 192.000, con miles y miles de pequeñas, medianas y micro empresas cerrando su actividad, no parece razonable mantener los casi US$8 mil millones de liquidez que tenemos en los casi US$16 mil millones de nuestras reservas, sin tocar.
Lo planteamos hace un año en otra columna, allá por abril de 2020: "Hay que poner plata: ¿Tocamos las joyas de la abuela o nos hundimos?" Y aparecieron los sempiternos tecnócratas y demás obtusos poniendo el grito en el cielo, que eso era imposible, que era poco serio, recuerdo alguno poniendo como ejemplo al gobierno paraguayo que afirmaba que las reservas eran intocables ante un reclamo similar en aquél país. ¿Supongo que ahora no buscarán refugio en un gobierno cuestionado por toda la oposición por el manejo de la pandemia y sus consecuencias, al punto que se ha solicitado su renuncia, no muchachos?
Pero busquen, me resulta simpático y muy candoroso que necesiten afirmarse en ejemplos exteriores para discutir una problemática tan uruguaya como nuestra condición de país más bien pobre que rico.
No faltará tampoco quién esgrima que la vacunación general inmunizará a la población y se podrá mantener la actividad. Al ritmo que vamos, pasarán mucho más que 5 ó 6 meses para inocular al 70% de la población como pretende, con buena intención, repito, el gobierno.
Pero la política no se hace "con buenas intenciones". Tampoco con buena fe. Y no dudo un ápice que el gobierno derroche de ambas.
Pero no es suficiente.
Este gobierno, elegido democráticamente, que es el gobierno de TODOS los uruguayos (y aclaro que no lo voté, pero lo siento "mi gobierno") que en campaña electoral prometió no poner más impuestos, ni aumentarlos, no tuvo más remedio que hacerlo.
¿Alguien puede pensar, razonablemente, que poner impuestos al patrimonio, o a la renta, es la solución?
Este gobierno trató y consiguió imponer una quita a los sueldos más altos de la administración pública, y recaudó monedas al tiempo que daba una clara señal a su electorado. Pero no fueron más que fuegos de artificio. No varió mucho la ecuación y duró lo que un suspiro.
¿Alguien puede pensar, en su sano juicio, que quitarle un porcentaje a los sueldos más altos es una solución?
Este gobierno anunció medidas para las pequeñas, micro y medianas empresas. Nadie lo niega. Fueron y son correctas. Pero ¿alcanzan?.
No, fueron y son "curitas" para detener un sangrado. Según informes del BPS cerraron durante la pandemia miles de esas empresas, que no sólo generan empleo, sino que, además, son soporte de familias.
¿Alguien puede decir que con las medidas adoptadas ese proceso de cierre se va a detener?
Entonces, si cierran empresas, si aumenta el seguro de desempleo, si la desocupación llega a 192 mil uruguayos (datos de enero), si desde el equipo económico se reconoce que 100.000 compatriotas pasan a ser pobres, ¿de dónde se va a sacar plata para sostener la actividad, mantener al BPS y evitar el trágico aumento de la pobreza?
En pocos días ingresamos a los peores meses del año, otoño e invierno, dónde nuestros hijos y nietos requieren más calorías en su alimentación, además del uso de energía para calefaccionar los hogares. Y eso no se soluciona con medidas paliativas (curitas) sino con medidas fuertes, CON ALMA, que impacten en el bolsillo de los uruguayos y en su espíritu.
El dinero para hacerlo está. Son las harto protegidas "joyas de la abuela", las reservas.
Parte de esa liquidez de 8.000.000.000 de dólares puede y debe ser usada, sin dilaciones y sin mirar a las consultoras de riesgo. Se trata de mirar por la ventana a nuestra gente y sus necesidades.
De eso se trata la política y en momentos de crisis permite ver "el alma" de un gobernante.
Estamos a tiempo.
José W. Legaspi