Cuba: Entre una consigna justa, Patria y Vida, y el oportunismo de “Patria y Visa”
José W. Legaspi
19.11.2021
Cuba: Entre una consigna justa, Patria y Vida, y el oportunismo de “Patria y Visa”
Hace días que estaba escribiendo una columna sobre Cuba, la oposición democrática al régimen, que dejó de ser revolucionario hace décadas para convertirse en una tecnocracia partidista y militar, que se dedica a oprimir a su pueblo.
Hace meses, semanas y días que sigo apasionadamente los pasos del Movimiento San Isidro, del Movimiento 27N, aquél surgido desde la sentada de jóvenes artistas frente al MINCULt, en La Habana a fines de noviembre de 2020, y del más reciente grupo que pregona una oposición pacífica, llamado Archipiélago, y uno de sus referentes, Yunior García, que fue una de las caras visibles de las protestas posteriores al 11J y que promoviera, en nombre del grupo mencionado una movilización pacífica para este 15 de noviembre contra el régimen cubano.
¿Qué quieren estos jóvenes? Nada del otro mundo, fin de la censura, libertad de expresión, de asociación, y plena vigencia de derechos que impidan ser detenido y acosado por ese régimen, por el simple hecho de manifestar una opinión contraria, o, el colmo de estos últimos días, vestirse de blanco, color de quienes se oponen al gobierno.
Como uruguayo, militante contra la dictadura que sufrimos en nuestro país, y como veterano izquierdista, comulgué y comulgo con estos jóvenes que enfrentan a, digámoslo con todas las letras, una DICTADURA en Cuba.
Sin embargo, la sorpresa, la bronca, y una infinita vergüenza ajena me asaltaron en la tarde de este jueves: Yunior García, uno de los referentes del grupo Archipiélago, que estaba, supuestamente desaparecido, al punto que se solicitaba internacionalmente una prueba de vida y saber en qué condiciones se hallaba, "apareció milagrosamente" en Madrid.
En conferencia de prensa, García aclaró que "se fugó" (cito textualmente) "porque no soportó más el acoso sobre su familia y su persona". Antes, desde Cuba, ante la postergación de la manifestación del 15N, que no se pudo llevar a cabo por las medidas adoptadas por el régimen para ahogarla, había afirmado que "se había quebrado".
Se me ocurren algunos comentarios, repito, y con todo respeto hacia Yunior y todos aquellos que se enfrentan al régimen, como uruguayo, militante contra una dictadura, y veterano izquierdista, no puedo eludir:
Primero, este joven deja a un agrupamiento (Archipiélago) "en banda" sin anunciarles dónde está y sin medir las consecuencias de su fuga, al tiempo que debilita la oposición democrática a la dictadura. Seguramente ese grupo se sentirá, con mucha razón, por lo menos, defraudado, y, según he leído en redes sociales, muchos de sus integrantes se muestran desconcertados ante su aparición en España.
Segundo. Para quién vivió en Cuba y ha viajado en los últimos años con cierta frecuencia a la isla, me surge una interrogante: ¿alguien puede creer que García salió por el aeropuerto Martí sin que la seguridad cubana se dé cuenta? ¿Alguien en su sano juicio puede creer eso probable? Más bien que no. Tercero, evidentemente, y no hay que ser brillante para darse cuenta, su salida fue "arreglada" con el régimen, lo cuál abre un paréntesis de duda muy grande sobre las condiciones de la mencionada "fuga" a través del aeropuerto de La Habana.
Cuarto y último: repito, como izquierdista y uruguayo que milité contra una dictadura desde los 15 años, y vi lo que sufrieron camaradas, compañeros y amigos que cayeron presos y/o fueron desaparecidos, no entiendo ni entenderé jamás a opositores a un régimen que militan contra el mismo y a la primera de cambio negocian su salida del país. La verdad parece que para algunos cubanos la consigna del momento no es Patria y Vida, sino, su parodia, "Patria y Visa".
Deseo de todo corazón que el pueblo cubano encuentre los caminos pacíficos pero firmes, que le permitan sacudirse un régimen oprobioso, dictatorial, que hace décadas dejó de ser una revolución para convertirse en un proceso tecnocrático, militar, "de partido único y verdad única" que no ha hecho otra cosa que hundir en el fango más asqueroso la preciosa historia revolucionaria del pueblo cubano desde José Martí hasta la gesta de la Sierra Maestra, con un pueblo alzado contra la dictadura de Batista, y que surja alguien sin compromisos con lo más rancio del exilio pro yanqui para darle esperanzas a los cubanos de que es posible "fajarse" contra la realidad imperante y construir una Cuba mejor para todos los cubanos.
Mientras tanto, esperaré que se me pase la bronca, y seguiré escribiendo aquella otra columna, que tiré momentáneamente al carajo, para expresar en esta los sentimientos que estrujan mi alma.
José W. Legaspi