Sanguinetti, el que no puede sostener su pasado y lo manipula para inventar un relato

José W. Legaspi

05.05.2023

Sobre el imprescindible libro “Julio María Sanguinetti ante el tribunal de la historia”, de la colega María Urruzola

 

Hace poco más de un mes, un amigo me acercó este libro con la recomendación, "léelo, está muy bueno". Acostumbrado a decenas de situaciones similares, me reí antes de ver la tapa.

Sepa usted, amable lector, que no hay peor mensaje que ese a la hora de arrimarle a un periodista o escritor un libro. Es como pedirle a uno que escriba por encargo, un verdadero fastidio. 

Claro está que tal sentimiento quedaba soslayado por el tema (el dos veces presidente de la república, quién fuera ministro del ex presidente y luego golpista Juan María Bordaberry, responsable de una ley de Educación aplicada a rajatabla por los militares, quién inventó la espúrea teoría de "los dos demonios" para "explicar" el golpe de estado, atacando, además al movimiento popular y social, y a la propia izquierda de la época, quién también se arrogó y arroga la responsabilidad del regreso "en paz" a la democracia, y quién, siendo presidente, se jactó de "no perder un conflicto" con el movimiento sindical, y tantas otras perlitas). 

¡Vaya materia prima, no? Si a eso le agregamos que la encargada de enfrentar a Sanguinetti con su propia historia es una de las periodistas de investigación más valientes de este país, el atractivo por su lectura está garantizado.

Desde ya, lo recomiendo sincera y absolutamente. 

Justo en este momento, que un libro de la autoría del dos veces ex presidente, fue agregado como texto en los programas educativos de nuestro país. Sugiero que si usted tiene hijos, sobrinos, nietos o bisnietos en edad liceal, le recomiende leer este libro. Al fin y al cabo educamos para generar ciudadanía y confrontar a una vaca sagrada de la vieja política de este país con sus contradicciones y manipulación de sus escritos y dichos del pasado, "corregidos" años después, seguramente colaborará en tal sentido.

Ya en la contratapa del libro, como aperitivo a la lectura, se encuentra uno con una frase fundamental: "El dilema de la historia reciente de Uruguay no es entre la memoria y el olvido, sino entre la verdad y la mentira". Y precisamente, de esto trata este poderoso texto, la verdad y la mentira. Lo que en su momento dijo o escribió el dos veces expresidente de la república (eso sería la verdad) y lo que ocurrió años después, cuando él mismo "corrigió" (recuerde, MANIPULÓ) lo dicho y escrito, quedando expuesta la mentira.

Urruzola investiga, lee, va a las fuentes y compara. ¿El resultado? Un libro, que repito, es imprescindible porque desnuda quirúrgicamente cada una de las mentiras del relato de este personero, uno de los últimos de esa manera de hacer política (en base a un relato falso). Y pide, la autora, una cosa bien simple, que se publiquen las 10 notas que ella tomó y demuestra que fueron manipuladas para inventar otro relato.

Urruzola da por tierra con el alegato sanguinetista de los 1300 guerrilleros Tupamaros que impusieron la violencia en un paraíso democrático (recuerde, amable lector que tal cosa, "paraíso democrático", se le endosa al Uruguay del pachecato cuando se avasallaron derechos y libertades) y las Fuerzas Armadas, "desbordadas", que para "detener" a esos 1300 impusieron un régimen dictatorial contra los 3 millones de uruguayos. Mero RELATO justificador de la represión y torturas llevadas a cabo por el estado, previas al golpe, y del golpe militar cuando ya estaba derrotada esa guerrilla.

Urruzola deja en evidencia que el dos veces expresidente no es batllista, porque en ningún momento trató de aplicar los principios del batllismo, de diálogo, de protección de los más débiles, sino que azuzó lo contrario, siempre.

Urruzola manifiesta dudas serias acerca de una "aparente" entrevista de este personaje a Fidel Castro en Cuba, así como también su llevada y traída "autoría" de la ley de Enseñanza, sin ser especialista en el tema, cuando había, casualmente, agencias internacionales abordando ese tema, ambas realizadas "en tiempo récord".

Urruzola demuestra que este señor llegó a "compartir" los comunicados 4 y 7, y años después fustiga a todos quienes habían manifestado el mismo parecer.

Urruzola deja en evidencia, también, que el personaje de su investigación opinaba que el golpe de estado tenía sus causas en 15 años de economía y políticas de los gobiernos de los partidos tradicionales y la incapacidad de los mismos para dar respuesta a esos problemas, que eran, además, los responsables de ese estadocon las libertades limitadas. Hace tiempo ya que no dice eso.

¿Usted sabe que hizo este personaje durante la dictadura? Mientras cientos, miles y decenas de miles sufrieron persecución, prisión, tortura y exilio, Sanguinetti cobraba su jubilación de ministro y trabajó como lo hizo su familia en el aparato estatal.    

Comparto con la colega que este personaje era y es anti todo aquello que le "molesta" (llámese izquierda, marxismo, comunismo, etc, y todo aquello que huela a movimiento social y popular).

En fin, la colega e investigadora hace un trabajo que bien vale la pena leer, y tener en la mesa de luz, como libro de consulta permanente, dado que este dos veces expresidente sigue y seguirá influyendo en la política nacional.

Y una percepción personal, mía, pero que me llama poderosamente la atención. Editorial Planeta ¿difundió este libro, como hace habitualmente con todos los que publica? Recorriendo una búsqueda simple sobre el libro en internet me queda la duda al respecto, pero ese será, quizás, el motivo de otra columna.

Para terminar: Casualmente este dos veces expresidente acaba de escribir un libro con su más fiel colega en esto de la narrativa falsa de la historia pasada, irónicamente también expresidente, José Mujica. 

Muchas casualidades, ¿no?

José W. Legaspi
2023-05-05T09:23:00

José W. Legaspi