Cuando lo Blanco se vuelve Turbio

José W. Legaspi

27.05.2023

Cuando lo Blanco se vuelve Turbio

 

El gobierno de coalición, encabezado por el Partido Nacional, conocido también como "Blanco", asumió en marzo de 2020, con "una pátina" de pureza, bajo las promesas de no subir tarifas, de no hacer "lo mismo" que el gobierno anterior, y de privilegiar la transparencia.

Desde que asumió, blanquísimo y puro, empezó a mancharse, a "enturbiarse" día a día, semana a semana, mes a mes, en lo que va de su gestión.
Más de uno que lo votó debe de estar pidiendo que se termine de una vez, dada la sumatoria, la acumulación de manchas que no hay "blanqueador" que las pueda disimular.

Tuvo que remover ministros y jerarcas, colorados, de Cabildo Abierto, del Ministerio del Interior, de la policía, (no olvidar al jefe de la seguridad presidencial, Alejandro Astesiano, verdadero misil bajo la línea de flotación de la coalición y del presidente, del que aún no se vislumbran las consecuencias finales), tiene a uno de sus principales senadores, Gustavo Penadés, del riñón histórico del herrerismo, denunciado por al menos ocho personas por presuntos delitos sexuales.

Es decir, lo "Blanco", lo impoluto, se volvió "Turbio", a medida que se sumaban las manchas.

Para colmo, en las últimas semanas, y sin agregarle ninguna dosis de ironía, el agua potable, dejó de serlo, o "ya no lo es tanto" y pasó a ser "levemente", "bastante" o "llamativamente" salada, según el paladar del ciudadano, sin avizorarse una rápida solución.

El agua, nuestra agua. 

Estamos parados sobre uno de los acuíferos o reservorio de agua dulce más voluminoso del planeta, el acuífero Guaraní, y sin embargo, estamos bebiendo agua salobre.

Lo Blanco está pasando a ser definitivamente Turbio.

Y agrego una percepción personal, muy personal. Este joven presidente, atlético, deportista, que frenó a tiempo la calvicie (qué necesario e importante), que sufrió la separación matrimonial y logró recuperar la estabilidad afectiva (muy necesario e importante), que llegó a la presidencia con el precepto de hacer mejor lo que se había hecho bien, y terminar con "los vicios" anteriores (expresión de, al menos, una sana y aplaudible intención) no ha hecho otra cosa que tratar de exterminar lo bueno del anterior período y agudizó lo malo, a tal punto que "se le coló" una organización para delinquir en la propia Torre Ejecutiva. Nada menos.

Este joven presidente, que con la espuma alta de la cerveza en plena pandemia, salía a diario a arengar sobre la libertad responsable, prometiendo que nunca implementaría una cuarentena total (cosa que aplaudí en su momento) no ha sido capaz, no se le ocurrió, o "no tuvo tiempo", de, por ejemplo, dar la cara acerca de las macanas de su jefe de seguridad, o una conferencia de prensa sobre el problema de la potabilidad del agua, ni qué hablar sobre el multitudinario y ensordecedor silencio de la pasada Marcha que todos los años reclama verdad y justicia para los compatriotas desaparecidos por el estado que él hoy administra y dirige por elección popular.

Conocí blancos de ley, honestos, corajudos, que no temblaban a la hora de poner el pecho y la cara a los problemas del país. 

Menos mal que están muertos y no tienen que pasar por la vergüenza de ver un presidente de su partido Blanco, que no da la cara, mucho menos el pecho, volverse cada día más Turbio.  

José W. Legaspi
2023-05-27T14:40:00

José W. Legaspi