Historias Reales. Capítulo 9. Talvi y Sanguinetti. ¿Sera o no será?

Juan Pedro Ribas

21.05.2020

En estos días consulté sobre dirimir diferencias en el campo del honor al protagonista del capítulo anterior, Omar Freire, candidato del partido de liberación masculina, y me contesto que el único lance caballeresco que aceptaría él, sería una competencia de resistencia sexual cada quien con su correspondiente dama.

Hace algunos años un estimado político colorado, gordo él, me dijo "yo el único duelo que acepto es un duelo a sentarnos y ver quien come más hamburguesas".

Recordamos la posición de Wilson referente a los lances caballerescos.

Por mi parte soy un luchador por la paz y la no violencia mundial, nacional, barrial y familiar.

Quizás alguien recuerde aquellos programas en Tv Ciudad, donde con maestría Papico Ponce de León, expuso los duelos históricos en el Uruguay y quien escribe,  debió participar tres veces.

En esos programas abogue por la anulación de la ley de duelos.

Tiempo después, ante una intervención de Mujica que se preguntaba como se soluciona el problema ante el irrespeto de charlatanes, seguí la línea de su pensamiento y también a mí se me presentaron dudas sobre su anulación.

Definitivamente, el duelo es malo.

Pero no lo es, la castaña callejera, desde épocas inmemoriales, hasta Cristo en el templo, llegando a  los días de hoy puede explicarse la reacción del hombre ante lo que se entiende un tratamiento desconsiderado.

Grandes hombres han recurrido al noble pugilismo.

El pugilato es noble, en el ring, profesional o amateur y también en la calle.

Es un sabio deporte frontal que nos conduce por el camino del respeto a los reglamentos, a los códigos y por supuesto al propio adversario.

Y eso es lo que le inculcamos a los jóvenes en situación de riesgo social en todos los gimnasios, evita el rencor y la mala lengua, es fácil y accesible como el futbol y solo se necesita caballerosidad y reserva y fundamentalmente no ir con el cuento a la comisaria sea cual fuere el resultado.

Cuando trascurre esta narración me vienen a la cabeza Don Obdulio, el Pepe Sacia, el "Mudo" Montero Castillo y en otro terreno, Rodney Arismendi y Jorge Pacheco Areco.

Si alguien imaginara un revival de esos tiempos, seguramente no lo imaginaria de la manera en que se dio en este mes de mayo de 2020.

Como decía Rubén Blades "la vida te da sorpresas".

Y vaya que sorpresa nos dieron Julio Luis Sanguinetti y Ernesto Talvi.

Sacudiendo esta inercia de hablar mal por la espalda, de no decir con lealtad sus sentimientos, de vivir en el territorio de la hipocresía, Julio Luis le hizo saber a Talvi su pensamiento y lo tildo de "petiso acomplejado" y le avisaba que cuando lo viera le iba a "mover la calavera".

No sabemos si lo logará o no, pero lo resaltable no es solo haber expresado con sinceridad lo que siente, sino  que Ernesto Talvi se quito el traje de Ministro, ocupó el lugar de ciudadano común que le corresponde y al publicar la misiva envío una señal clara de sentirse pronto para afrontar las consecuencias del diferendo.

Como caballeros que son, creemos que el resultado se mantendrá en reserva, pero sería el sueño de Don King presentar ese encuentro en el Estadio Centenario, para que nosotros los humildes uruguayos tuviéramos un momento de expansión y recreo en épocas tan difíciles y ya de paso si se cobrara entrada una voluminosa suma de dinero para las ollas populares.

Es bueno también para los irrespetuosos y ninguneadores de antes y los que puedan llegar con esta nueva Administración, que sepan que la valentía de tener un cargo o estar detrás del escritorio esta en tela de juicio y entiendan que puede suceder una requisitoria ciudadana para cuando abusan del poder destratando a la gente.
Juan P. Ribas

Columnistas
2020-05-21T08:29:00

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