Mi encuentro con Zabalza

Juan Pedro Ribas

06.06.2019

Cuando escribí la carta abierta a Daniel Martínez, confirmándole que era un honor para mí aportarle algunas opiniones sobre seguridad, prevención y humanismo, aclaré que es producto de lo aprendí con miles de jóvenes y compañeros.

La tarea es una epopeya, la "Construcción de ciudanía desde abajo", necesita la opinión de todos y especialmente de algunos actores como Jorge Zabalza, Hugo de León y comandante Enrique Navas.

A este último, no he podido ubicarlo y Hugo de León me escribió desde el exterior y en breve nos encontraremos.

 

Santa Catalina

Envié copia de la carta y de Jorge Zabalza recibí inmediata respuesta

"como siempre mi casa está abierta para tí. Mañana paso el día divirtiéndome en el Hospital de Clínicas. Quedo medio zombi por un par de días. En la semana entrante vení cuando quieras. abrazo fraterno tambero"

Hace más de 20 años cuando llegue por primera vez a Santa Catalina, pregunte a un vecino ¿Cómo llego a lo de Zabalza?

Dobla a la derecha y después...

Y así de vecino en vecino, llegue.

Siempre me pierdo en Santa Catalina y esta vez no fue la excepción, aunque un vecino me indicò bien, terminé con la mitad de la camioneta en la calle y la otra mitad en una cuneta similar a un precipicio.

Los operarios de Antel, inmediatamente me ofrecieron ayuda, pero su grúa demoraría más de tres horas en llegar.

Así que rumbee por la arena para llegar al hogar de Jorge.

Aunque en el transcurso de estos veinte años nos encontramos muchas veces, esta fue diferente.

 

20 años después

Nos sentamos, tomamos malta y conversamos, un poco de fútbol, otro poco de política, de "los chingas", de la justicia, de la policía y de nuestros hijos; él me habló de Juan y yo de Juan Pedro.

Entonces lo miré y le pregunté, ¿qué hacemos Jorge?

Y me miró con una mirada distinta, que si tuviera que definir, diría, una mezcla de decepción, algo de angustia, un poco de impotencia y de mucha tristeza.

No sé... no sé. Me contestó

Yo tampoco, le respondí.

Quedamos en silencio y pensé que suerte tienen los iluminados que saben todo, que para todo tienen una solución, que la solución puede aparecer en un abrir y cerrar de ojos y que pueden vestir su saber de soberbia y arrogancia.

Y allí estábamos los dos solos, más viejos y más ignorantes.

¿Cómo paramos esta ola de violencia?

Y para reanimarnos le mencione: te acordás cuando paramos los saqueos en el Borro y en Casabó el año de la hambruna.

Casi como una reflexión, murmuró: yo sigo pensando que hay que cambiar el sistema, este sistema incorpora el materialismo, el consumismo, el egoísmo y la violencia como pilares fundamentales.

Fíjate, continuó, los gurises son violentos en la escuela, las madres y las abuelas van a la escuela con violencia, las maestras pierden la paciencia y se ponen violentas, los hogares son violentos, un tipo mato a un gurí que estaba pintando grafiti, otro de 12 años mató a una señora...

 

La cuadrilla por la vida

Y continuando esa reflexión en voz alta "cada vez puedo menos", me vienen  a hacer una nota y me cuesta mucho hablar, me levanto temprano y escribo, lo que te puedo decir con toda seguridad que lo que están haciendo ustedes es bueno hablándole a la muchachada con los propios compañeros ex reclusos y menores infractores recuperados, es bueno si sacan uno, sacan quince o cien, es muchísimo.

Lo que puedo hacer es, si sirve, hablarles a ese grupo para que no se desanimen, para que sigan, para que no se rindan ante la indiferencia del sistema y de los operadores del poder.

 

La camioneta fuera de la cuneta

En el calorcito de la tarde invernal fuimos a la cuneta, los vecinos se asomaban a saludar.

Ante la posible demora de la grúa de Antel, Zabalza se arrimó al operario de la empresa privada que estaba trabajando en la costa de la hermosa Santa Catalina del Oeste y le explicó el tema de la camioneta.

El operario inmediatamente dispuso de un guinche y la tarea se llevo a cabo con éxito.

Mientras yo miraba mi recuperada camioneta, él miro a Jorge y le dijo "Yo soy de Lavalleja, tengo 40 años, mi padre era Colorado de los rabiosos, mi madre Blanca como hueso de bagual, yo soy del Pepe, pero que admiración y respeto le tengo a usted, agradezco a Dios haberlo conocido".

 

Juan Pedro Ribas

Columnistas
2019-06-06T14:52:00

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