La economía política del proceso democrático avanzado. Marcelo Abdala

08.12.2025

A) El tipo de capital predominante a escala global en esta época (1) Hemos sostenido que el proceso histórico actual es de super expansión de las relaciones capitalistas de producción.

Estas vienen colonizando prácticamente todas las dimensiones del proceso de producción y reproducción de la vida, y lo hacen de una forma en la cual resulta insuficiente sostener tan siquiera que las relaciones de producción capitalistas entran en contradicción con el desarrollo de las fuerzas productivas. De hecho, en su forma de desarrollo actual, el capital confiere un carácter notoriamente destructivo al desarrollo de las fuerzas productivas. En efecto, el despliegue de la hiperdesigualdad -resultado de la aceleración del desarrollo desigual, componente inherente del capitalismo- opera concentrando y centralizando la riqueza. Esto destruye humanidad, por su consecuencia de exclusión y extrema pobreza. A su vez el cambio climático afecta severamente la propia base material primordial de la vida: la naturaleza. Por esta razón es clave que quienes pensamos en un tipo de desarrollo centrado en el bienestar humano coloquemos las dimensiones de la igualdad y la sostenibilidad ambiental en el centro de la reflexión a futuro.

Hoy día, toda la vida social -y no solo el trabajo asalariado- queda subsumida en las necesidades de la acumulación de capital. Cambio climático, revolución tecnológica, agudización del conflicto por la hegemonía económica global, son los factores estructurantes de la encrucijada histórica que enfrentamos:  O quedamos sumergidos en el fascismo de este tiempo, o logramos desplegar todas las condiciones para la revolución democrática del siglo XXI.

Por supuesto que la vida es siempre más rica y presenta una enorme variedad de matices, pero en ellos están presentes, como potencialidad, las 2 perspectivas humanas mencionadas. El capital[1] ha revolucionado de manera radical -y aún no aparecen las formas de la superación de este proceso- las formas de organización de la producción social, y con ello las formas del plusvalor absoluto y relativo. La superproducción de capital y sus formas de manifestación: financiarización de la economía, revolución tecnológica, diversas formas de reorganización de la producción que suponen distintas vías hacia la precarización del trabajo (cadenas de valor global y regional, relocalización de actividades, externalización de sectores de producción enteros, tercerizaciones, "autonomización" fraudulenta en las formas de contratación del trabajo (especialmente en las aplicaciones), trabajo temporario, unipersonales, etc. forman parte de un proceso histórico de reorganización de la producción y distribución de plusvalía, que se refleja en las formas actuales de la desigualdad. Este tipo de relación social dominante es el verdadero factor explicativo de los resultados a que arribó el "Comité Extraordinario de Expertos Independientes", encabezado por el premio nobel en economía Josep Stiglitz, en su informe al G20, que establece que "el 1 % más rico acaparó el 41 % de toda la nueva riqueza generada desde el año 2000, mientras que el 50 % más pobre de la población global solo ha visto aumentar su riqueza en un 1 %".[2]

Por otro lado, es importante señalar que vivimos en el cuadro de una enorme tensión geoeconómica y geopolítica. El declive de la principal potencia de la segunda mitad del siglo XX, los EUA, frente al ascenso de los BRICS -especialmente la República Popular China- (ver gráfico 1) implica en perspectiva histórica una transformación relevante, no solamente por la potencialidad de un mundo multipolar, sino porque desde el punto de vista de los patrones culturales de los procesos civilizatorios hasta el presente encabezados por Occidente, representa el ascenso de Asia y su cultura milenaria en la arena global.  EUA muestra diferentes signos de debilidad, pero la situación es de peligro extremo a partir de la agresividad sin límites del imperialismo en decadencia, en particular porque en el proceso de deterioro de su hegemonía, necesita el control férreo de los trascendentes recursos naturales presentes en nuestra América Latina. La presencia del ejército de EUA en las costas de la República Bolivariana de Venezuela debe ser repudiada por pueblos y gobiernos del continente con energía y claridad; no puede, no debe haber lugar a vacilaciones en mantener a nuestra América como zona de paz.  Lo cierto es que desde el punto de vista del carácter de la época -y muy a pesar de los sufrimientos humanos que conlleva, de las derrotas y decepciones, y también a pesar de nuestra propia debilidad para formular alternativas creíbles- la transición a un mundo multipolar abre una ventana de oportunidad para América Latina, en dirección de generar todas las condiciones sociales y políticas que le permitan avanzar en una forma de desarrollo centrada en la buena vida de nuestros pueblos.

Fuente: Cuadernos de geografía económica. GECI-Universidad de Luján. Citado por Rodrigo Alonso en presentación de diciembre de 2024: "Bases para una estrategia Nacional de Desarrollo".

B) América Latina: la base productiva de la "Revolución continental"

La peripecia histórica común de nuestro continente -en sus múltiples determinaciones- encuentra una base sólida en el carácter de la formación social capitalista dependiente y la evolución de las luchas políticas y sociales por la apropiación del excedente económico. En efecto, con independencia del tipo de producto básico de que se trate (petróleo, productos minerales, nuevas formas energéticas, tierras raras, derivados forestales o productos agropecuarios) nuestro continente muestra una recurrente propensión a participar en la división internacional del trabajo en base a exportar materias primas y commodities e importar productos situados en la punta de las diferentes trayectorias tecnológicas en curso. Esa tendencia se ha exacerbado en los últimos años (Ver gráficos 2 y 3). Según un estudio de ONUDI[3] nuestra América Latina, que en el año 2000 representaba un 9% del PBI industrial del planeta, retrocederá hasta un 4% en el año 2030.  

Debemos aclarar en este punto que, en nuestro método de análisis, el tipo de base productiva dominante en nuestras sociedades y el modo de inserción internacional son dos formas de expresión del mismo fenómeno. Este proceso implica un tipo de funcionamiento del capitalismo continental que opera como base de extracción de transferencias de valor desde el continente hacia los centros neurálgicos del capital financiero global.[4] Esta propensión continental a la transferencia de recursos es uno de los torrentes que alimentan los fenómenos de la desigualdad exacerbada señalada con anterioridad, en un tipo de funcionamiento sistémico que podríamos llamar de "megaspiradora" de recursos desde "abajo" hacia "arriba".

En este cuadro (viejo-nuevo podríamos decir), el tema de la revolución continental no es un asunto aspiracional, es una necesidad objetiva de la superación del capitalismo y de promover formas de tránsito hacia un tipo de desarrollo de las fuerzas productivas de dimensión humana. En efecto, toda vez que las transformaciones actúan en esta época casi directamente a escala histórico-universal, la integración de infraestructura, la complementación productiva, la integración macroeconómica, política y cultural del continente son condición necesaria de la posibilidad de avances sustantivos en cada país. 

 

Grafico 3: Nueva División Internacional del Trabajo PBI Industrial Mundial.

LATINOAMERICA DEL 9% AL 4%.

Fuente: Citado por Rodrigo Alonso en presentación de diciembre de 2024: "Bases para una estrategia Nacional de Desarrollo"

C) Los rasgos centrales del modo de acumulación capitalista dependiente

Ahora bien: ¿Cuáles son los rasgos centrales del modo de acumulación capitalista dependiente que nos rige, y cómo opera para obturar las condiciones de la buena vida de nuestro pueblo y que, por tanto, nos proponemos superar de forma radical?

Desde el punto de vista del materialismo histórico, esta es la caracterización central de la cual pueden surgir los vectores de un programa transformador que aglutine a las fuerzas motrices de una trasformación democrático avanzada. Por supuesto que esto no puede surgir de forma idealista ni voluntarista, tiene que ver con la propia experiencia de las masas y conecta con la visión del movimiento obrero organizado de apuntar hacia una estrategia nacional de desarrollo.

En primer lugar, desde el propio carácter de la matriz productiva predominante en el país, se desarrolla un conjunto de transferencias de valor desde nuestra economía hacia el exterior. El crecimiento del PBI en Uruguay viene impulsado por los precios internacionales de las materias primas que exportamos, básicamente alimenticias y forestales (ver gráficos 4, 5 y 6).

1) Explicación desde la oferta de bienes. Si observamos el desarrollo desigual capitalista como confrontación de productividades, es notorio que -sin desmedro de los avances tecnológicos que se desarrollan en nuestra base productiva primario-exportadora-, los bienes que importamos son los protagonistas de los procesos más acelerados de innovación tecnológica y en donde se despliegan los procesos más disruptivos de cambio en la composición orgánica del capital.[5]  Los países, sectores y empresas que se ubican en la punta del aumento de la capacidad productiva del trabajo -especialmente aquellos ubicados en el llamado sector 1 de la economía, producción de medios de producción, que hoy día estarían referidos a los diferentes motores interconectados en la actual revolución tecnológica-  no solo vencen en la competencia a sus adversarios, sino que logran apropiarse de masas enteras de plusvalor que les viene transferida de los países, sectores y empresas estancadas en materia tecnológica y de productividad. 

2) Explicación desde la demanda de bienes. Apelaremos en este caso al conocido teorema de Thirwall que sostiene que el crecimiento del PBI en consonancia con su balanza de pagos (especialmente su balanza comercial) es igual a la elasticidad ingreso de la demanda de sus exportaciones sobre la elasticidad ingreso de la demanda de sus importaciones.     En función de que la elasticidad ingreso de la demanda de los bienes que exportamos (básicamente productos alimenticios) es inferior a la elasticidad ingreso de la demanda de los bienes que importamos (productos en la punta de la revolución tecnológica), el crecimiento de nuestro PBI choca con dificultades estructurales de restricción externa. O, lo que es lo mismo, cuando finalizan las coyunturas de precios internacionales favorables de las materias primas que exportamos -dado que este fenómeno opera como factor que eleva nuestra propensión importadora- intercambiamos más volumen de productos alimenticios para financiar las importaciones, lo cual a su vez fortalece los mecanismos de transferencia de recursos desde el trabajo de nuestra sociedad hacia el exterior. 

3) Explicación desde el atraso cambiario o apreciación de la moneda. Nuestro "éxito" exportador genera una afluencia importante de divisas (dólares) a nuestra economía. Este factor, junto a los flujos de inversión extranjera directa, genera los fenómenos de atraso cambiario observados en el gráfico 7. El atraso cambiario genera problemas de competitividad respecto de los costos, a aquellos sectores y empresas más conectados con la producción de valor agregado y mano de obra incorporada. Los ciclos económicos objetivos de nuestro país están organizados a lo Real de Azúa: "el impulso u su freno", o -si se quiere formular mejor aún- la dialéctica de este proceso: en el período de expansión se esconde "DYNAMEY", la futura caída (ver gráfico 4 y 5).

Por otro lado, es muy significativo que, en los períodos de caída, se procesan cambios de signo político en la conducción del país. La acumulación del atraso cambiario tiene efectos contradictorios sobre los ingresos de la población. Por un lado, al dificultar el desarrollo de actividades intensas en valor agregado y trabajo nacional, y al mismo tiempo encarecer relativamente el salario medido en dólares, el modo de acumulación dependiente opera obstaculizando los procesos de crecimiento de la participación de la masa salarial en la riqueza nacional. Por tanto, al constreñir -en el largo plazo- las posibilidades de crecimiento de la participación del salario en la riqueza social, es un factor que tiende a reproducir la desigualdad. Por otro lado -no menos letal, por cierto-, el atraso cambiario implica cierta transferencia redistributiva desde los sectores exportadores al resto de la sociedad. Este aspecto funciona como efecto "narcotizante" de la sociedad, porque oculta su aspecto destructivo. Justamente, la utilización de esos recursos vía dólar barato se canaliza aumentando la propensión importadora de nuestra economía, lo cual a la larga deja sin trabajo de calidad a cientos de miles de compatriotas y acentúa las transferencias de recursos vía importaciones desde la sociedad uruguaya al capital financiero transnacional ubicado en los sitios neurálgicos del desarrollo.

4) Explicación desde el impacto de las empresas transnacionales. Es plausible sostener que el proceso de transnacionalización de nuestra economía está correlacionado al fenómeno de la primarización. Las empresas transnacionales vienen más -en el caso uruguayo, esto esta fortalecido además por razones demográficas- por nuestra dotación de recursos naturales, que por nuestra dotación de mano de obra -esto no implica desconocer su expansión en la construcción, el supermercadismo y la banca privada-. Como vimos antes, esto refuerza la afluencia de divisas y el atraso cambiario, fortaleciendo los mecanismos señalados. Aquí nos interesa destacar otro aspecto, porque está de más decir que las firmas transnacionales están muy lejos de decidir sus inversiones por razones "filantrópicas". No solamente están exoneradas de pagar los impuestos que el resto de las empresas deben pagar,[6] -más aún si están en zonas francas-, sino que envían transferencias de sus utilidades, es decir son un factor directo de traslado de plusvalor desde nuestro trabajo y nuestros recursos al exterior. En efecto, para tomar solamente un año de este fenómeno, debemos considerar que "las rentas de capital remitidas al exterior por utilidades de inversión extranjera fueron 5.020 millones de dólares (alrededor del 6% del PIB)", si consideramos el período que va desde el primer trimestre de 2024 al primer trimestre de 2025.[7] 

5) En su conjunto, esta base productiva genera alta propensión (especialmente en la fase de contracción y crisis del ciclo económico), a partir de un tipo de gasto público relativamente rígido, al fenómeno del déficit fiscal y a potenciar en forma concomitante la inclinación de nuestra economía a encontrar salida por la vía de los ajustes fiscales que recortan derechos o el endeudamiento externo con respecto al PBI. [8]

 

Citado por Rodrigo Alonso en presentación de diciembre de 2024: "Bases para una estrategia Nacional de Desarrollo"

Citado por Rodrigo Alonso en presentación de diciembre de 2024: "Bases para una estrategia Nacional de Desarrollo"

 

Citado por Rodrigo Alonso en presentación de diciembre de 2024: "Bases para una estrategia Nacional de Desarrollo"

 

Citado por Rodrigo Alonso en presentación de diciembre de 2024: "Bases para una estrategia Nacional de Desarrollo".

Ha quedado sostenido como hipótesis el mecanismo de funcionamiento que, desde nuestra propia base productiva capitalista dependiente, implica toda una serie de transferencias de recursos desde nuestra sociedad a los centros neurálgicos del capital.[9] Veamos otras dimensiones de su funcionamiento y su metabolismo sistémico que refuerza su comportamiento económico social.

En segundo lugar, hay que caracterizar el tipo de relaciones laborales realmente existentes en nuestro país. La relación que establece el modo de acumulación capitalista dependiente con el tipo de relaciones laborales concretas existentes en nuestro país es el primer nivel de extracción de recursos "desde abajo hacia arriba". Sostendremos la hipótesis que, desde la reestructura capitalista a gran escala de nuestra economía en la década del 90, se ha transformado la organización de la producción -en línea con corrientes globales- en un sentido de precarización de las relaciones laborales, que actúa para maximizar la plusvalía absoluta y relativa extraída de los trabajadores. Esto termina contrayendo la participación de la masa salarial en el PBI o, lo que es lo mismo, ampliando la participación del plusvalor en la riqueza generada. Más aún si consideramos el conjunto de trabajadores desempleados, subocupados, informales o que reciben remuneraciones de hambre (salarios sumergidos), puede afirmarse que la estrategia de desarrollo vigente genera "superpoblación relativa" o población sobrante en los exiguos 3.500.000 habitantes de nuestro país. Veamos la dureza de los datos.

 

 Gráfico 8: Proporción de trabajadores con salarios sumergidos en 2019, 2023 y 2024

Observemos cómo actúa el modo de acumulación vigente con la población trabajadora. De un total de 1.882.000 compatriotas que trabajan o que buscan activamente trabajo, 145.000 están desocupados, 163.000 subocupados, 381.000 informales. Pero, si además consideramos los ingresos por trabajo, hay 279.000 trabajadores cotizantes que perciben ingresos inferiores a los 25 mil líquidos mensuales por una jornada de 40 hs semanales.[10] En el contexto de estas cifras del INE, podemos afirmar que ni más menos que 866.000 trabajadores tienen limitaciones en el tipo de trabajo.[11]

Con este panorama en el mundo del trabajo, es fácil presentir cómo es la distribución entre salario y plusvalía en la riqueza nacional. Veamos qué sucede con la masa salarial.

 

Fuente: Instituto Cuesta Duarte

 

"En 2024, la participación de la masa salarial en el PIB se ubicó en 40,1%, un nivel muy similar al de 2021 y por debajo del de 2019".[12]  Sin desmedro de que la lucha salarial de los trabajadores -al lograr acuerdos en los consejos de salarios en la ronda 2023, por encima de los criterios del Poder Ejecutivo del período anterior- hizo crecer la participación de la masa salarial en el PBI un 1,2 % con respecto al año 2023, lo cierto es que del 100 % del valor agregado total que producen los trabajadores en nuestra economía recibimos un 40,1% de la riqueza generada. El resto, correspondiente a un 59,1% de la riqueza nacional, se divide entre los ingresos del Estado y el llamado ingreso mixto (ocupados no asalariados). El BCU establece que entre 2019 y 2021 la masa salarial cayó casi 3 puntos mientras que el excedente de explotación aumentó 3,7 puntos; aquí queda claro el tipo de transferencia del trabajo hacia el capital que se produce cuando se procesa la rebaja salarial. De mantenerse en forma relativa los ingresos del Estado y el ingreso mixto, puede suponerse aproximadamente un excedente de explotación cercano al 40 % (+/-), lo que supone una tasa de explotación o tasa de plusvalía cercana (+/-) al 100 %.  

Otras formas de transferencia a estudiar son los depósitos de uruguayos en el sistema financiero en el exterior que ascienden a más de 62.000.000.000 U$, la utilización como capital por parte del complejo "medico-industrial" de una parte del ingreso social destinado al FONASA y la propia estructura tributaria sostenida principalmente a través del IVA (cercana a un 47,4 % de la recaudación del estado),[13] que por ser un impuesto al consumo es abonado como porcentaje de sus ingresos, principalmente por la población de trabajadores y jubilados que se consumen todo su ingreso. Si a esto le agregamos que la contribución del IRPF que pagan los trabajadores asalariados se estima entre un 12,4 % y un 14 ,4 %, es posible sostener que la mayoría de los ingresos del Estado sale de la población trabajadora.

 

Síntesis del apartado

El modo de acumulación capitalista dependiente, anudado a un modo de distribución de la riqueza y a un determinado tipo de inserción internacional, se ha mantenido a través de la historia nacional, reconfigurándose con las transformaciones en curso en la formación social capitalista global y su expresión singular en nuestra América Latina. Funciona como "megaspiradora" de recursos desde los sectores subalternos hacia el gran capital, a través de múltiples formas de transferencia desde el trabajo y la vida de los uruguayos hacia los centros clave del capitalismo global. En este cuadro, produce y reproduce pauperización relativa y absoluta de las grandes mayorías de nuestro pueblo, promoviendo la sobreacumulación de riqueza de una élite dominante minúscula, que se beneficia del actual estado de cosas. Las formas de extracción de riqueza de nuestra sociedad señaladas en esta reflexión son:

1-     Trasferencias derivadas del diferencial de productividades con respecto a los países capitalistas desarrollados;

2-     trasferencias derivadas del diferencial de elasticidades ingreso a la demanda de los productos que exportamos con respecto a los que importamos;

3-     elevación de la propensión importadora acicateada por el atraso cambiario;

4-     envío de remesas al exterior de las empresas transnacionales

5-     mecanismo de elevación del déficit fiscal en especial durante los períodos de contracción y presión hacia el ajuste fiscal o el endeudamiento externo;

6-     implementación "a la uruguaya" de las tendencias dominantes en el capitalismo global, de la organización de la producción de bienes y servicios que precarizan el trabajo (externalización de sectores, tercerizaciones, unipersonales, mano de obra temporal) y su resultado, población sobrante: desempleo estructural, informalidad, salarios sumergidos, lo cual lleva a dificultades para cambiar el patrón de distribución (40 % de participación de la masa salarial en el PBI -el ingreso de la inmensa mayoría- versus  +/-  40 % para el excedente de explotación del cual se apropian las distintas formas del capital, - el ingreso de la ínfima minoría- especialmente las más sofisticadas, grandes y concentradas, es decir transnacionales);

7-     depósitos de uruguayos en el sistema financiero en el exterior;

8-     estructura tributaria regresiva en la financiación del estado;

9-     formas rentistas diversas de participación de diversos sectores en mecanismos de acumulación por deposición.

Veamos ahora cuáles deberían ser los mecanismos de la negación dialéctica de esta realidad. 

 

D) Los vectores programáticos de la economía política democrático avanzada, como una serie de criterios guía que se concretan en el curso del proceso histórico.

"La democracia avanzada no es un acto ni el carácter automático del gobierno que empieza en marzo. La democracia avanzada es un proceso de combate programático, reivindicativo, que empieza ya, pero que debe seguir mañana, de desarrollo de la lucha de clases ... de imposiciones mediante el empuje popular...".  Rodney Arismendi: Informe al Comité Central del Partido, 1984.

En la perspectiva que vamos a presentar, no existe un acto único ni una resolución administrativa al margen de la lucha de nuestro pueblo. Hay un proceso que desde el principio va desarrollando las condiciones para un salto cualitativo que implica la negación dialéctica del modo de acumulación capitalista dependiente y su forma concomitante de dominio de clase. Se trata de un proceso. Su naturaleza es la radicalización democrática que dialoga con la evolución histórico-universal de las luchas de todos los pueblos del planeta, en especial los de nuestra América latina. Los grados de profundidad que adopten las medidas tienen una relación dialéctica con el estudio riguroso de la relación de fuerzas internacionales; en este aspecto, ni dejaremos de avanzar en función de la arena internacional pagando tributo a "la política como arte de lo posible" ni se adoptarán medidas de tipo voluntarista que también pueden conducir al fracaso.  Proceso que no es evolución tranquila ni tiene que ver con la máxima de Berstein: "el movimiento lo es todo, el objetivo final no es nada",[14] sino que seguramente presentará también un desarrollo a saltos y con una direccionalidad histórica. Un proceso que va desplazando los umbrales de viabilidad de las transformaciones, "haciendo posible lo imposible"[15], construyendo de menos a más. Por tanto, lo que se presenta no es ni "un modelo" ni una "receta de medidas", son criterios guía, caminos sugeridos hacia la emancipación nacional y social de nuestro pueblo.

Por supuesto que los actos de gobierno y las políticas públicas a ser implementadas tienen  importancia central, pero no al margen de la experiencia de los trabajadores, los más diversos movimientos sociales y el pueblo todo, porque en definitiva son su propia experiencia en la lucha por la radicalización de la democracia y los eventuales procesos de síntesis político-ideológica los que generan las condiciones de su propia realización y de que las conquistas sean internalizadas a nivel popular, valoradas, queridas y defendidas contra la permanente resistencia que opondrán - no tengo dudas de ello -, las  clases dominantes. La variación de la correlación de las fuerzas, en los planos en que recomendó Antonio Gramsci[16]  (internacional, y en el plano nacional la variación de las fuerzas sociales, políticas, ideológicas y militares), es central en dicho proceso.

Criterio 1: Modo de acumulación dependiente. Predominio de la producción de materias primas y commodities con respecto a bienes y servicios de alto valor agregado: la economía política del proceso democrático avanzado debe implementar la política industrial del siglo XXI. Deben expandirse las industrias que agreguen mano de obra calificada, innovación y desarrollo tecnológico, promoviendo la alta productividad del trabajo y su calidad, especialmente las vinculadas a la industria manufacturera con orientación exportadora.

Criterio 2: Modo de acumulación dependiente. Forma de inserción internacional periférica basada en la exportación de productos intensos en recursos naturales y en la importación de bienes tecnológicos de punta, proliferación de TLCs con las principales potencias del mundo, promoción del libre comercio a cualquier precio. Economía política democrático avanzada que busca conscientemente la unidad de América Latina y la integración regional, integración de infraestructura, complementación productiva, cadenas productivas regionales, coordinación macroeconómica, política y cultural. Tránsito hacia la federación Estados Unidos de Latinoamérica. Desde el continente, nos relacionamos con el resto de los pueblos del mundo.

Criterio 3: Modo de acumulación dependiente. Dominio absoluto del capital transnacional (forma singular del capital financiero), la economía política del proceso democrático avanzado, expansión de la participación del Estado en la economía tanto en sus atribuciones de definición de políticas públicas (macroeconomía del desarrollo, planeamiento estratégico, política tributaria) como en sus participaciones regulatorias (estímulos y desestímulos) y también en su participación directa en la producción de bienes y servicios a través de ampliar la dotación de empresas públicas. Hoy representa aproximadamente un 33 % del PBI, debe expandir su participación en la economía. Del mismo modo que deberán acrecentarse las diferentes formas de propiedad y gestión social colectiva en la economía.

Criterio 4: Modo de acumulación dependiente. Mecanismos de estímulo al aumento de la propensión importadora de la economía (atraso cambiario, ausencia de sistema de compras públicas para el desarrollo, mecanismos informales de protección a la importación como por ejemplo mayores controles de calidad a la producción nacional que a la importada, inversión extranjera directa sin parámetros de compras a proveedores nacionales etc.). La economía política democrático avanzada establece una serie de mecanismos que -aunque por medios diferentes al "Modelo ISI" (industrialización por sustitución de importaciones)- exploran formas de promover el trabajo, la producción y el valor agregado nacional. Por ejemplo, utilización en el comercio internacional de una divisa diferente del dólar, compras públicas para el desarrollo de proveedores nacionales, etc.

Criterio 5: Modo de acumulación dependiente. Políticas de atracción de empresas transnacionales sobre la base de la renuncia fiscal y sobre exoneración tributaria, cuando no se socializa parte de los costos de la infraestructura necesaria para su instalación, mientras que las misma envían remesas de utilidades a sus casas matrices. Modo de acumulación democrático-avanzado: Expansión de la participación del Estado en la economía. Otro tipo de negociación empresa transnacional / Estado, más equitativa, que busca formas de participación del Estado en el capital accionario o formas de relación para compartir las ganancias de modo que las mismas dejen parte de las utilidades en el país y la IED se oriente hacia las definiciones estratégicas del Estado.      

Criterio 6: Modo de acumulación dependiente. Reproducción de déficit fiscal crónico y propensión al endeudamiento externo o al ajuste fiscal que recorta derechos. Economía del proceso democrático avanzado: cambia la base productiva, el Estado crece en su participación en la economía, participa en mayor medida en las rentabilidades de la producción y despliega el manejo soberano de sus recursos, sin renunciar a tomar crédito, pero de forma responsable y sujeto a estrategia.

Criterio 7: Modo de acumulación dependiente. Relaciones de trabajo con alto nivel de precarización, salarios sumergidos y baja participación de la masa salarial en el PBI. Economía política del proceso democrático avanzado: regulación de lo que el capital desreguló; trabajo intenso en derechos; crecimiento de la masa salarial en su participación en el PBI y crecimiento de la formación de capital bruto e inversión.

Criterio 8: Modo de acumulación dependiente. Las posibilidades de ahorro e inversión se "evaporan" en los depósitos de uruguayos en el exterior. Economía democrático avanzada: se toman medidas para canalizar el ahorro en el país y se lo vincula al desarrollo productivo y social de la nación.

Criterio 9: Modo de acumulación dependiente. Estructura tributaria basada en los impuestos al consumo de carácter regresivo. Economía política democrático avanzada: reforma tributaria en función de los objetivos de la estrategia de desarrollo y en donde pagan más los que más tienen, de modo de resolver el modo de acumulación de recursos para la inversión necesaria.

Criterio 10: Modo de acumulación dependiente. Diferentes formas de participación de las corporaciones en mecanismos de acumulación por desposesión (alta gerencia y complejo medico industrial de la salud, construcción y vivienda como especulación inmobiliaria, etc.). Economía política del proceso democrático avanzado, dirección apara des mercantilizar los derechos y promover la apropiación social de los recursos sociales.

       

 E) Algunos comentarios finales de la estrategia que haga posible iniciar este proceso.

Los criterios para transformaciones económico-sociales que se encaminen en la dirección planteada en estas páginas  requieren el estudio científico de la realidad mundial, especialmente del panorama continental y nacional, y un nivel de audacia importante para enfrentar, en el plano cultural, la ideología de las clases dominantes -hace tiempo presente en diferentes formas de organización de la izquierda-  y un tipo de acción enérgica para promover todas las formas que sean necesarias de organización y acción popular, a riesgo de que en nuestro país se abra camino a formas de alternancia en el gobierno o, peor aún, de reforzamiento de la hegemonía de las clases dominantes expresadas en las versiones actuales de la extrema derecha, para que nada cambie o inclusive empeore.

Aquí tampoco hay recetas. Pero promover la organización de los trabajadores en todas sus formas actuales de existencia, tanto en el plano social como en el político ideológico, refundar la alianza entre el movimiento obrero y la academia, tejer la alianza con todos los sectores objetivamente interesados en una estrategia de desarrollo avanzada, organizar a los sectores más vulnerados de la sociedad es central. Es absolutamente relevante contestar a la hegemonía neoclásica en economía -que, además de ser el sentido común de esta época, es el pensamiento que prevalece en el gobierno actual- para generar una visión verdaderamente transformadora, que llegue a la razón y al corazón de los sectores populares. En este no "desdibujarse en la ideología del capital" ni "disolverse" en políticas de centro que no conducen a ningún lugar de avance, irán adheridas las posibilidades no solamente de la revolución del siglo XXI, sino de la propia democracia en el continente y en nuestro país.

Repensar las formas de hacer política para la participación popular, discernir qué cambios institucionales sugieren dichas experiencias en las formas de organización del Estado conducido por fuerzas sociales diferentes, será parte de elaboraciones futuras. Mientras tanto, las iniciativas del movimiento obrero (estrategia nacional de desarrollo, crecimiento de la masa salarial en el PBI, presupuesto y rendiciones de cuentas para las necesidades sociales, seguridad social como derecho humano fundamental, reducción de la semana laboral sin reducción del salario, y 1% al 1% más rico de la sociedad para abatir la pobreza infantil) dan pistas de cómo hay que tirar hacia la izquierda. Con solvencia técnica, responsabilidad y sin voluntarismo, claro que sí, pero también sin acoplarse a la política y a la ideología de las clases dominantes.

El asunto es que la fuerza política de la unidad de la izquierda esté a la altura de las necesidades. Por supuesto que también nuestro partido, en homenaje a su linaje de ser el partido de la clase obrera. 

 

Marcelo Abdala. Presidente del PIT-CNT

 


[1] Nos referimos al capital como relación social dominante en el planeta.

[2] Datos del World Inequality Lab. 

[3] ONUDI, Organización de las Naciones Unidas para el desarrollo industrial.

[4] Estos mecanismos serán mencionados en la sección siguiente e incluyen desde el intercambio desigual y las remesas de las empresas transnacionales, hasta la propensión al endeudamiento público que genera el "modelo de desarrollo vigente".

[5] Ver El Capital, K. Marx, Libro I, Tomo 3, Capítulo XXXIII: "La ley general de la acumulación capitalista." págs. 80-91, AKAL, 1976.

[6] "En Uruguay se discute cómo distribuir 140 millones de dólares para todo el Estado, pero si se modifican el conjunto de renuncias fiscales que se otorgan, podrían obtenerse como base unos 300 millones de dólares....  Uruguay tiene un elevado porcentaje de renuncias fiscales en términos comparativos porque hace exoneraciones fiscales por casi un 7% del PBI, más precisamente 6,6% del PBI, que es lo que deja de recaudar el Estado Uruguayo". Caras y Caretas, viernes 21 de noviembre de 2025. "Hay que revisar el régimen de renuncias fiscales" Entrevista al ec.  Bruno Giometti, págs. 13 y 14. 

[7] Ec. Hugo Dufrechu. Cooperativa Comuna: "Análisis proyecto de ley de presupuesto quinquenal" 8 de setiembre de 2025. Trabajo desarrollado para la CSEU.

[8] Aquí no nos estamos refiriendo al escándalo de la administración anterior, que,  por la vía de diferir pagos que debieron ejecutarse en el 2024, los transfirió al ejercicio 2025 dejando a la administración actual de forma artificial un déficit fiscal más abultado que lo que de forma mentirosa había comunicado el gobierno del neoherrerismo. Nos referimos a un tipo de propensión en el funcionamiento económico producido por el propio carácter de la base productiva, incluso dada una buena administración de los recursos. Funciona como una trampa económica.

[9] En absolutamente trascendente que nuestros compañeros y compañeras economistas confronten este esquema teórico del funcionamiento del modo de acumulación capitalista dependiente con pruebas de evidencia empírica.

[10] Informe sobre salarios sumergidos: Instituto Cuesta Duarte. "El informe muestra que en 2024 aproximadamente 503.000 ocupados percibieron ingresos líquidos inferiores a los $ 25.000 mensuales por 40 horas de trabajo semanales, lo que representa al 30% del total de ocupados. Entre los asalariados, esta cantidad fue ascendió a 293.000. Estas cifras implican una leve mejora respecto a 2023, aunque en términos relativos todavía representan un aumento en comparación con 2019. Tanto entre ocupados como entre asalariados, las mujeres se ven más afectadas por los salarios sumergidos. El informe muestra que, entre los asalariados, los grupos más afectados son: los trabajadores informales, los del sector privado, los jóvenes y los del interior del país. Proporcionalmente, los sectores de actividad más afectados por los salarios sumergidos son el sector rural, el servicio doméstico, el sector de restaurantes y hoteles y el comercio".

[11] Es importante destacar que, incluso en estas cifras ya demasiado abultadas de dificultades para conseguir trabajo o trabajo con problemas, no están significadas las distintas formas de inestabilidad laboral, precarización, trabajo temporal, contratos unipersonales, violación de derechos del trabajo y persecución antisindical que no se miden ni se registran, no hay estudios al respecto a nivel oficial. 

[12] Informe sobre la participación de la masa salarial en el producto, Instituto Cuesta Duarte.

[13] Informe mensual de recaudación, octubre del 2025, DGI: "La recaudación del IVA (gráfico de la izquierda) alcanzó los 27.631 millones de pesos en octubre 2025, representando de esta forma el 47,4% de la recaudación total bruta".

[14] E. Berstein: "La teoría del colapso y la política colonial" Neue Zeit, del 19 de enero de 1898. Recuperado de: https://ctxt.es/es/20161012/Politica/8882/socialismo-marxismo-Bernstein-revolucion-rosa-luxemburgo-psd-socialdemocracia.html

[15] "Haciendo posible lo imposible" "La izquierda en el umbral del siglo XXI. Marta Harnecker.

[16] "Analisis de las situaciones. Relaciones de fuerza":  A. Gramsci. Notas sobre Maquiavelo, la política y el estado moderno.

Columnistas
2025-12-08T20:28:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias