La eutanasia y el poder médico. Marcelo Marchese

14.07.2025

No existe una sola maldad entre las vastas maldades que se han perpetrado, que no se haya disfrazado con la más bella de las razones. Para el caso de esta ley que viene de afuera y que nuestros legisladores están obligados a votar, el caramelo que oficia de cobertura del veneno, se llama "piedad".

Todos quisiéramos, en la eventualidad de que un cáncer nos devorara al grado de no poder cambiarnos los pañales, que un piadoso médico nos aplicara la inyección letal o mejor aún, una dosis excesiva de morfina, pero esta ley no busca eso, sino muy otra cosa.

La ley permitirá que el poder médico en uno de sus búnkers, tras aterrorizar al paciente con un futuro de infierno, lo lleve a firmar un suicidio asistido, y todo esto sucederá sin dar aviso a nadie, ni a sus familiares, ni a los poderes constituidos por nuestra sociedad. He ahí otra prueba de la existencia de un poder médico que aumenta de forma alarmante.

Fíjese el lector en esta paradoja. Hemos decidido hace cien años, que el Estado, nuestro instrumento, no pueda aplicar la pena de muerte ni siquiera al peor de los criminales. Era aquel País, un País pujante, y las madres, al menos mis abuelas, tenían ocho hijos.

Las cosas cambiaron para mal. Hoy, la tasa de reproducción del País es de un 1,5, lo que implica que si esto sigue así, nos extinguiremos, y como si fuera poco, los abortos aumentan, y si la ley prospera, como prosperará, el poder médico podrá hacer con un ser indefenso, lo que ni siquiera le permitimos hacer al Estado con el peor de los criminales.

En su último artículo en Voces, Hoenir Sarthou ha puesto el dedo en la llaga al preguntar ¿es razonable que en un centro hospitalario, se perpetre la muerte?

Esta pregunta me lleva a una pregunta previa ¿Es razonable que en un lugar donde se atiende la gente que está sufriendo, se lleve a las madres a parir sus criaturas? Como estamos acostumbrados, nos parece razonable, pero este asunto de que no sean las comadronas las que asistan al parto, sino el poder médico, se resolvió en pleno período inquisitorial, y un decreto del 1650 en París, determinó que sólo un médico podría llevar a cabo esta operación, la más importante en la vida.

Parece que me fuera del asunto y que mezclara todo con todo, pero lejos de irme del asunto, estoy yendo al centro del problema.

Se podría suponer, como supone Hoenir, que las principales razones para aprobar esta ley, serían sacarse de encima a gente improductiva y costosa, los viejos, y aumentar los ingresos de la industria de la medicina, ya que la muerte de los viejos, les ahorraría dinero. No tengo la menor duda de que esas razones impulsan este proyecto, pero dudo infinito de que sean las razones cruciales que impulsen este proyecto. Lo que importa aquí, es acrecentar el poder médico, y en suma, el poder de la ciencia, y para explicar de qué va la cosa, debo referirme a la fase actual en que se encuentra el capitalismo, a la que llamaré "capitalismo político".

 

EL CAPITALISMO POLÍTICO

El capital financiero rige la industria, el comercio y la vida política de las naciones. No se precisa ser un experto en economía para arribar a una conclusión tan sencilla como contundente. Ahora, si alguien piensa que con el inédito poder acumulado, quienes manejan el capital financiero, sólo se preocupan de ganar más dinero, no avizora en qué está esta gente.

El dinero permite mover energías, por lo que el dinero permite lograr objetivos; el dinero no es un fin en sí mismo, sino un vehículo. Si la FIFA estuviera sólo preocupada por ganar dinero, no hubiera lapidado a Maradona, no aplicaría el funesto VAR, y no hubiera suspendido el fútbol en la cuarentena, así que quienes afirman que el fútbol es un negocio, sólo ven un aspecto del asunto: el fútbol se ha convertido en una poderosa máquina de disciplinamiento, desde que lo maneja una transnacional que es manejada por el capital financiero.

Esto no quiere decir que el dinero no sea clave en esa función. Es superlativamente clave, y si las transnacionales no generaran dinero, no habría accionistas, pero el objetivo de UPM o de las transnacionales del hidrógeno verde, no es ganar dinero, sino expulsar gente del campo, arruinar nuestra cultura rural, apoderarse del agua y la tierra, empobrecer nuestra vida, erosionar la República y la democracia, y en suma, arrebatarnos poder.

He ahí el capitalismo político: las transnacionales, se apoderan de los recursos básicos, incluyendo los minerales y la energía, y además, inficionan una ideología verde que afirma que el hombre es malo por naturaleza, que es un virus que hay que controlar para que no termine destruyéndolo todo.

He ahí el objetivo de ataque del capitalismo político: el hombre, al menos, el hombre como lo conocemos.

¿Pensó alguna vez el lector que así como nosotros admiramos un cráneo del hombre de neanderthal, en el futuro, otros hombres admirarán nuestros cráneos? Esto es así, y en un futuro posterior a ese futuro, admirarán los cráneos de nuestro futuro inmediato, ahora, no sabemos cómo serán esos cráneos.

¿Pero qué tiene que ver esto con la ley de eutanasia? La pregunta no es esa, sino ¿qué no tiene que ver esto con la ley de eutanasia?

 

LA CIENCIA COMO RELIGIÓN

En el pasado los hombres depositaban su fe en los sacerdotes de religiones milenarias. En nuestro presente, el hombre deposita su fe en los sacerdotes de la ciencia, y así, los científicos son consultados por los gobiernos para aplicar sus políticas, tanto en economía, como en pandemias, la enseñanza "laica" se aplica siguiendo los postulados de la ciencia como cosa infalible y en breve, la ciencia tendrá el poder de decidir la muerte de los viejos en sus templos.

La fe científica debió crear una enorme masa retórica fundamentada en hechos, hechos que fueron propiciados por la fe científica, por lo que la ciencia crea el mundo a imagen y semejanza. Esa enorme masa permite ganar adeptos a pesar de negar hoy lo que afirmó ayer, y de negar mañana lo que afirmará hoy. Nadie ha destruido más eficazmente los postulados de la ciencia que la ciencia, suplantándolos por nuevos postulados, y sin embargo, cambiando siempre para mantenerse igual a sí misma, permanece, y gana poder. Ahora, viene por todo.

Ya vimos que a hombros de la Inquisición, la ciencia asistió a los partos, por lo que domina la vida, y cuando la eutanasia sea una ley global, asistirá a la muerte ¿Si proyectamos esta tendencia a futuro, con qué nos encontramos?

Entre las mitologías, una de todos conocida dice que Adán y Eva comieron del árbol del conocimiento, por lo que Jehová los expulsó del Edén con este razonamiento: "He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal. Ahora pues, que no extienda su mano, tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre."

El capitalismo político es un sistema por el cuál quienes se encuentran en la cima de la pirámide, usan su poder para convertirse en los dioses de la humanidad.

Toda religión precisa dominar el sexo y la muerte, la vida y la muerte ¿Cuesta imaginar que como imaginó Aldous Huxley, los nuevos dioses quieran crear al hombre a su designio en laboratorios? ¿Que así como han logrado editar el virus del envejecimiento en un ratón, harán lo mismo con el hombre, para alcanzar la inmortalidad?

Hacia eso conduce inevitable el capitalismo político y su religión, la ciencia. La ley dará más poder a la ciencia, prescindiendo de la democracia, para decidir la vida o la muerte, amparándose, como es necesario a una retórica eficiente, en el sufrimiento de los más vulnerables que viven en una sociedad que no hace mucho, separó a los nietos de sus abuelos, mientras se hundía en la más negra de las noches.

Sea todo lo dicho aceptable o no, difícil es negar que la propaganda por el aborto y la eutanasia, nace de un permanente ataque al hombre. Como se sabe, al hombre lo gobiernan fuerzas constructivas y destructivas. El asunto es cuál de esas fuerzas prepondera en mi amigo lector.

La corriente de esas aguas es profunda, y poco puede hacerse con razones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Marcelo Marchese
2025-07-14T13:50:00

Marcelo Marchese

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