CALLE A CALLE MVD (*)

La feria más uruguaya está en una calle con nombre de un argentino

15.07.2025

MONTEVIDEO (Uypress/Daniel Feldman) – Paseo dominical obligatorio en la Muy Fiel y Reconquistadora San Felipe y Santiago, su nombre lo tenemos incorporado ya casi como parte de nuestro patrimonio.

 

José Patricio Narvaja Montelles... ¿cómo? ¿De quién me habla el autor?

Pues sí, les comento del argentino que allá por mediados del siglo XIX, y luego de varias idas y vueltas, vino a recalar por nuestra capital, donde adquirió relevancia en el ámbito jurídico. No tenemos registro de cuándo hizo el cambio de nombre para adoptar el de Tristán, según se da cuenta en la ficha redactada por Marcelo de León en el marco del proyecto inédito dirigido por Blanca Paris de Oddone, Diccionario de Personalidades de la Universidad de la República 1849-1973.

Dicen por ahí que el nombre Tristán es de origen celta, y derivaría del galés drust o drystan, que significa "ruido" o "tumulto", aunque en la Edad Media se asoció popularmente con la palabra latina "tristis" (triste) debido a la leyenda de Tristán e Isolda. 

Las primeras referencias a Tristán e Isolda aparecen a través de diversas versiones en el siglo XII. Narra la historia de amor entre el joven y la princesa irlandesa, y también es memorable a través de la versión operística del siglo XIX de Richard Wagner. No sé si el Tristán de nuestra historia de amor, que luego de ingerir accidentalmente un filtro amoroso establece una relación adúltera con Isolda la Bella, calza los puntos con el de la calle, un ferviente católico y conservador. A tal punto fue militante, que en 1859 impulsó la creación de una Facultad de Teología en la por entonces Universidad Mayor, que podría decirse fracasó con total éxito... por falta de alumnos interesados

Me es inevitable también asociarlo con Tristán Antonio Díaz Ocampo, más conocido simplemente como Tristán, el célebre actor argentino, al que llegué a través de La revista Dislocada -menores de 60 años, abstenerse-, del que muchos destacaban su similitud física con el expresidente Néstor Kirchner.

Pero nuestro Tristán, el Narvaja, nació en Córdoba, República Argentina, en marzo de 1819, y sus huesos reposan, desde febrero de 1877, en el Cementerio Central de Montevideo, en un panteón donado por el Estado a sus familiares.

En su paraje natal estudió en el Colegio de los Franciscanos, para luego trasladarse a Buenos Aires, donde se doctoró en Teología y Jurisprudencia, con una tesis contra la pena de muerte.

Desde 1840 a 1843 su vida fue un continuo desplazamiento. Llegó a Montevideo fugado tras problemas con la policía de Juan Manuel Rosas y luego de una corta estadía en prisión, y poco antes del Sitio Grande retornó a la vereda de enfrente, para luego emprender un periplo por Bolivia, las provincias andinas argentinas, y una radicación en Chile, que abandonaría para volver a nuestro país.

Por estos lares ejerció la abogacía y la docencia, y es recordado fundamentalmente por haber sido el redactor del Código Civil, que fuera promulgado en 1868, y que le valiera el otorgamiento de la ciudadanía por parte del gobernador provisorio, Venancio Flores. En 1875 fue electo diputado por el departamento de Durazno, y también fue ministro de Gobierno, cargo que ocupó hasta el inicio del militarismo, el del siglo XIX. Fue también redactor del Código de Minería, y contribuyó a la corrección del Código de Comercio, obra de Eduardo Acevedo.

Casose, enviudó y volviose a casar: primero con Joaquina Requena Sierra, que parece no tener relación con el también presente en el nomenclátor, Joaquín Requena, hijo de don Lucas Requena y Montoya y de doña Francisca Javiera Costa y Mentasti. De este matrimonio tuvo una hija, Mercedes, y no puedo abstenerme de trasladarme a la esquina de Tristán Narvaja... y Mercedes, donde se yergue incólume el añoso teatro Stella D'Italia, hoy sede de la Institución Teatral La Gaviota.

Cruzando en diagonal, y ya que hablamos de escenarios, el célebre bar La Tortuguita sirve de telón de fondo al predicador -con registro para streaming incluido- que nos convoca al amor, a Jesús, y supongo que a protegernos del fin de los tiempos.

Hablábamos de la vida conyugal de Tristán, y podemos contar también que luego de que Joaquina dejara este mundo volvió a contraer matrimonio, esta vez con Umbelina Tapia y Sierra (este último apellido lo podríamos catalogar de denominador común en su vida marital). Con ella tuvo cinco hijos, todos varones.

Prestidigitadores y quitamanchas
pajareras y libros de tapas anchas
pardos, negros y blancos - criollos y gringos
todo abunda en la feria de los domingos

... dicen Los Zucará en su canción.

Y sí... hablar de la calle Tristán Narvaja, es hacerlo, como tema casi excluyente, de la feria.

Instalada el 3 de octubre de 1909 en la por aquel entonces denominada calle Yaro, tiene su origen en la feria de productos agrícolas que funcionaba a finales del siglo XIX en la plaza Independencia. Hoy, Tristán Narvaja se extiende por apenas siete cuadras, desde la principal avenida, como se suele llamar a 18 de Julio, hasta La Paz. Pero hasta no hace mucho, su trayecto se iniciaba en la rambla, y luego fue renombrada en su extensión desde 18 hacia el sur con la denominación de Emilio Frugoni, en recuerdo del histórico dirigente socialista. Yaro corre paralela y después, luego de hacer un ángulo en su trayecto, confluye en Narvaja-Frugoni.

Pero volvamos a la feria.

Este domingo nace con los feriantes
igual que otros domingos ya tan distantes
pisando estoy la calle Tristán Narvaja
con frutas y verduras gente trabaja
alguien mide el bolsillo y pide rebaja
pero como no hay caso se va a baraja.

... continúan Los Zucará.

Y veo desfilar acelgas, calabacines y tomates; dentaduras postizas a probar por el usuario, chancletas, calcetines y, sin falta, mates y bombillas a mitad de precio.

Todo está en la feria, un verdadero mercado de pulgas, entramado de ofertas no muy bien visto por burguesías de antaño, pero que hoy termina siendo una síntesis social casi sin igual.

Es interesante hacer el ejercicio -bajo la atenta mirada del Dante- de recorrer Tristán Narvaja un domingo de feria, desviándose por sus laterales, incluyendo la calle Paysandú en la cuadra hasta Fernández Crespo, una verdadera megalibrería al aire libre.

Y comparar con Tristán Narvaja un día cualquiera, donde a manera de esqueleto abrazador permanecen cantidad de librerías -de nuevo y de viejo-, así como anticuarios e incluso la Facultad de Psicología, que parecería que en domingo da pie a una multitudinaria terapia colectiva, que se apaga en el correr de la tarde.

Dejamos para otro día y otra nota el origen de la frase del tango Cambalache, de Discépolo, pero realmente es un buen lugar para encontrar "la Biblia y el calefón".

Y como corolario, vaya una muestra de la "internacionalidad" de Tristán Narvaja y su feria. En una pregunta formulada en el sitio reddit.com, dedicado a reseñas y sugerencias para viajes, un promitente turista deja planteada la siguiente interrogante:

¡Buenas! En Semana Santa voy a visitar Uruguay, que hace como cinco años que no voy.

Una de las cosas que me gustaba hacer era ir a la feria de Tristán Narvaja. Estoy pensando en ir esta vez, pero por las cosas que leo acá, parece que está complicada la cosa.

¿Se puede ir todavía, o es tierra de nadie? Me interesa principalmente salir con vida, salir sin heridas, salir sin que me afanen, y salir sin pasar un mal momento, en ese orden.

Agradezco sugerencias y advertencias.

En ustedes, amables lectores, queda evaluar la respuesta.

 

(*) CALLE A CALLE MVD pretende acercarnos al por qué de los nombres de las vías públicas de la ciudad... y tal vez a otros desvaríos

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Daniel Feldman
2025-07-15T01:07:00

Daniel Feldman | Periodista