La guerra contra el narcotráfico. RIO DE JANEIRO Y DESPUES... Esteban Valenti

17.11.2025

En América Latina hoy no hay guerra convencional ni de guerrillas, como no sucedía desde hace muchos años y a menos que los Estados Unidos decidan agredir a Venezuela, lo que sería una afrenta a todo el continente, no hay conflictos bélicos.

Ni en Colombia, ni en Ecuador, ni en México, ni en Paraguay (que puedan considerarse como una guerra), ni en ningún país que tuvo en el pasado guerra de guerrillas. Y menos conflictos entre dos o más países de la región.

Pero hace pocos días, el enfrentamiento armado entre miles de policías militares y de los cuerpos especiales (IBOPE) en la ciudad de Río de Janeiro, contra el Comando Vermelho dio un salto de calidad, y sería un grave, muy grave error considerarlo un hecho policial más. Es parte de la guerra que se libra en muchos puntos de nuestro continente, al desnudo.

Así como en los Estados Unidos la prohibición de la venta de alcohol que duró 13 años y 11 meses (1) hizo que las bandas criminales, sobre todo la mafia, dieran un gran salto de calidad, así el tráfico de estupefacientes y drogas sintéticas produjo un cambió profundo en el mundo criminal y en la vida de nuestras sociedades latinoamericanas. Lentamente ese cambio fue incorporado y "normalizando". Posteriormente las mafias norteamericanas se orientaron hacia las drogas, qué en volumen de negocios, superaron, el juego, la trata de mujeres y otros negocios ampliamente.

El salto más significativo en la cantidad y sofisticación del narcotráfico en América Latina, especialmente en el contexto del tráfico de cocaína, se sitúa en la década de 1970 con el surgimiento de las primeras redes que conectaron a Colombia con Estados Unidos, inicialmente transportando cannabis y luego cocaína.

En el periodo posterior a la Ley Seca (1933 en adelante) si bien la eliminación de la prohibición del alcohol cambió a las grandes organizaciones criminales en EE. UU., el narcotráfico se consolidó y creció en América Latina a partir de los años 70 y 80, coincidiendo con la demanda creciente de cocaína en Norteamérica y Europa.

Es aceptado unánimemente - menos por el gobierno de los Estados Unidos - que el crecimiento del narcotráfico de forma exponencial en todos nuestros países, se debe a que el consumo más importante se produce, primero en los Estados Unidos y luego en Europa.

La batalla campal y desigual puntualmente y momentáneamente, entre las fuerzas de seguridad y los integrantes del Comando Vemelho, que se produjo en las algunas favelas de Río, es un nuevo momento y una señal que debemos atender en toda la región. En Ecuador hace años que transitan en el mismo camino y México a pesar de los esfuerzos del gobierno, siguen en una guerra muy dura, "tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos"

Todos estamos amenazados, por una combinación de varios factores: primero por el mercado más puro y brutal. Cae un cargamento de 4 toneladas de coca en cualquier país, y el gramo de droga aumenta 20 centavos en las calles de los Estados Unidos y Europa.

Segundo por razones financieras, la masa de dinero que llega a las organizaciones del narcotráfico es impresionante y les permite ofrecer trabajo a miles de muchachos, armarlos, pagar, sobornar a miles de funcionarios del Estado, de las fuerzas de seguridad y disponer de estructuras de lavado de dinero muy sofisticadas.

Una estimación indica que el negocio de la droga en América Latina mueve una cantidad de dinero equivalente al producto interno bruto de países como Ecuador o Venezuela, situándose entre 80,000 y 90,000 millones de dólares al año, según un análisis de Global Financial Integrity. Nos referimos al PBI, no al presupuesto de los estados para cubrir todas las necesidades y entre ellas la de seguridad y combate al narcotráfico.

Ante estas cifras aterradoras, surge la pregunta de si no serán necesarias masacres como las de Río de Janeiro, con 132 muertos, 128 civiles y 4 policías. Si ese fuera el camino, iríamos hacia el horror, donde zonas enteras de nuestras ciudades, las zonas más pobres, pero con impacto en toda la ciudad, sería escenarios de este tipo de enfrentamientos. No estamos lejos.

El aumento del sicariato en nuestro país, ya es un síntoma, como el atentado de la Fiscal de Corte Mónica Ferrero, y las incautaciones permanentes de micro y gran tráfico en nuestro territorio y la incantación de armas. El sicariato no siempre es por ajustes de cuentas u otras variables, es por el asesinato en sí mismo e igual se contrata y se paga.

El Comando Vermelho, que dirige en parte desde las cárceles por Fernando Beiramar y cuyo segundo al mando Edgardo Álvez Andrade "Doca" logró escapar de la redada policial de Río, es un de las organizaciones delictivas, está también el Primer Comando de la Capital y muchas otras de diverso tamaño (2)

No solo tienen mucha plata, tienen mercado, tienen mercancía, tienen posibilidades casi ilimitadas de engrosar sus filas. En todas las favelas de Río hay mucho más que 128 acusados de narcotráfico (pongo esa cifra en discusión porque muchos dudan que todos los muertos sean todos delincuentes). Existe una base social, cultural y épica para reclutar.

Las bandas organizadas en torno al narcotráfico, al tráfico de dinero, de armas, de personas, al sicariato y al delito en general, no solo ofrecen plata, también un futuro, breve pero ambicioso, con sus "héroes", sus canciones, sus mártires, sus iglesias "amigas".

Ahora además utilizan la guerra en Ucrania como campo de entrenamiento para sus "soldados", participando en combate de alta intensidad, como en el uso de tecnologías como los drones y los antidrones.(3)

Contra sus enemigos: policías, fiscales, jueces, carceleros, políticos honestos, utilizan un arsenal completo: diversos niveles de amenazas y de violencia, hasta llegar al asesinato, sobornos proporcionales al interés y al nivel de lo requerido, infiltración e inteligencia propia.

Obviamente que obtener un pasaporte lícito, estando en la cárcel de Dubai, en pocos días, tiene su precio, no tengan dudas y no nos hagamos los distraídos. Además del hecho material, transmite un mensaje bien claro: llegamos a donde queremos y lo hacemos, aunque nos cueste varios millones de dólares. Y les costó...

Coincido en lo fundamental en las declaraciones en el parlamento de la Fiscal Ferrero. Es una alerta más.

En esta guerra hay táctica, estrategia, armas, hombres y mujeres, inteligencia y objetivos necesarios y claros. Y tiempos. Para construir todo eso hace falta: audacia, inteligencia, estudio en profundidad de la situación y sus perspectivas y agrupar al máximo las fuerzas sanas de una nación. Fuerzas políticas e institucionales, fuerzas sociales, artillería cultural, personas dispuestas y motivadas y una voluntad de acero. Como en todas las guerras, con balbuceos nadie ganó una guerra.

Esta guerra hay que ganarla, no hay empate posible, no hay stato quo, el delito crece y crecerá si no lo derrotamos en todos los frentes. En la operación de Río de Janeiro, no derrotaron a nadie, al contrario, jugaron exactamente en el terreno que a las bandas les conviene, ellos repondrán los muertos y los presos multiplicados por diez. Fue una operación político-militar, de marketing de un gobernador, cantante religioso, bolsonarista y fue un mensaje cultural, de los peores para el resto de la sociedad brasilera. Así no se gana la guerra.

Pero se avanza en la profunda deformación moral y cultural, incluso en el Uruguay. Hay sectores sociales y de diversas edades que justifican el asesinato estatal o de los EE.UU. en el Caribe. No es un pequeño retroceso.

Pero tampoco administrando las situaciones, haciendo lo que podemos con escasos recursos. Las guerras requieren grandes inversiones, en personal, en armas, en vehículos, en tecnología, en inteligencia, en cárceles y sobre todo y simultáneamente, en políticas sociales muy bien dirigidas a los focos del crecimiento de estas bandas. Sin esto último tampoco ganaremos y viviremos en una sociedad cada vez peor.

Esta es una descripción más, de un periodista que sigue esos temas, los de las guerras convencionales hace más de hace 45 años las no convencionales desde hace y más de 30 años.. No pretendo tener la razón ni hacer propuestas mágicas. No quiero ser ridículo. Pero voy a formularme preguntas a mí mismo.

¿El Estado uruguayo con su limitación de recursos, no debería orientar las compras de equipos, el reclutamiento de personal y nuevas tecnologías, formación, de forma muy clara hacia la guerra contra el delito organizado? En particular los elementos de control, radares, patrulleras oceánicas y aeronaves como los Tucanos.

¿No deberíamos, recurrir sin prejuicios a todas las fuerzas del Estado, mucho más de lo que lo hacemos ahora (cuidado de las fronteras, y de los perímetros carcelarios) por fuerzas militares? ¿Si lo hacemos en otros países y lo hacemos bien, por qué no podemos hacerlo aquí? Recordar la mala experiencia de las Fuerzas Conjuntos, no aplica en este caso, el mando será civil, las tareas fijadas por el mando civil y las responsabilidades limitadas a cada fuerza de manera clara. ¿Queremos que la situación llegue a un límite que la gente pida la intervención de todo aparato del estado a gritos?

¿Hay que proteger, personas, sedes diversas, por qué no pueden hacerlo efectivos militares y de esa manera destinar cientos de efectivos policiales ocupados en esas tareas para la presencia en las calles? Se hace desde muchos años en varios países de Europa, cualquier que haya viajado a Italia, habrá visto que las embajadas y los locales importantes del Estado los protegen militares, no carabineros, que también son militares, soldados, aviadores y marinos.

¿En Uruguay quienes protegen a la Torre Ejecutiva, el Palacio Legislativo y la Suprema Corte de Justicia? Lo sabemos todos que son unidades seleccionadas de las Fuerzas Armadas.

Eso implicaría una coordinación mucho mejor organizada entre el ministerio del Interior y de Defensa y los mandos policiales y militares. No una competencia, una batalla nacional claramente con mando civil.

¿La sociedad civil, las organizaciones sociales, sindicales deportivas, religiosas, culturales que en este país abarcan a tanta gente, no deberían tener un papel en la batalla cultural contra la delincuencia y contra el menosprecio de la vida?

Las cárceles se han integrado plenamente al esquema del narco delito, no solo como lugar de reclutamiento intensivo, sino, mucho más importante: desde allí se dirigen varias bandas criminales. No podemos esperar que se construyan las nuevas cárceles imprescindibles, hay que crear con lo que ya existe una cárcel realmente de ALTA SEGURIDAD, para cierto nivel de los narcos y sus cómplices, encerrarlo allí SIN NINGUNA POSIBILIDAD DE COMUNICARSE CON EL EXTERIOR y en rigurosas condiciones de aislamiento. Un trato realmente diferencial.

Ellos, los delincuentes tratan por todos los medios y sobre todo por el dinero de infiltrarse e influir en esas organizaciones de la sociedad civil. Y hacen trabajo fino de inteligencia.

Si uno de los puntos más débiles de la cadena delictiva es el tráfico de dinero, ¿No deberíamos dotarnos de leyes muy claras, muy precisas sobre el lavado de dinero de acuerdo a la guerra que enfrentamos? De lo contrario sería lo mismo que en una guerra convencional se permitiera al enemigo, el pleno y fácil funcionamiento de sus vías de aprovisionamiento.

¿No deberíamos analizar a fondo, en un debate serio como influye la corrupción política y privada en la sociedad y en el mensaje que transmite a nuestros enemigos? Ya no hay una corrupción admisible, estamos en guerra. No son lo mismo, pero casos como el de Marset (con implicancias directas del gobierno) y Rocco Morabito son muy malos ejemplos. Morabito no se hubiera escapado de una cárcel de máxima seguridad.

¿No deberíamos utilizar los mejores talentos las mayores capacidades para una campaña permanente contra el consumo de drogas y estupefacientes? Sin tratar de sacar ventajas partidarias.

Por último, una afirmación: solo con preguntas nos sacamos las ganas y poco más, lo que hay que dar es respuestas distintas, valientes y adecuadas a los peligros que ya vivimos. Ahora vigilaremos especialmente las fronteras con Brasil, por este episodio y está bien. ¿Y?

 

(1) La prohibición de venta de alcohol en Estados Unidos, conocida como la Ley Seca (Prohibition), comenzó oficialmente el 16 de enero de 1920, con la entrada en vigor de la XVIII Enmienda a la Constitución. Terminó oficialmente el 5 de diciembre de 1933, con la ratificación de la XXI Enmienda, que derogó la XVIII Enmienda. Por lo tanto, duró aproximadamente 13 años y 11 meses.

Al Capone ingreso a prisión (su encarcelamiento físico) ocurrió poco después, el 4 de             mayo de 1932, cuando ingresó en la Penitenciaría Federal de Atlanta. Posteriormente

fue trasladado a Alcatraz en 1934. Por lo tanto, la decadencia de las bandas criminales, comenzó antes que el encarcelamiento de Al Capone.

(2) Además del Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV), Brasil alberga otras organizaciones delictivas importantes, a menudo involucradas en disputas territoriales y alianzas cambiantes:

Terceiro Comando Puro (TCP): Surgió de una escisión del CV en Río de Janeiro. Es considerado uno de los grupos más poderosos en esa región, disputando el control territorial con el CV.

Amigos dos Amigos (ADA): Otra facción originada en Río de Janeiro a partir de divisiones internas. Controla puntos de venta y territorios, aunque su poder ha sido disputado por el CV y el TCP.

Família do Norte (FDN): Es una facción importante con presencia fuerte en la región amazónica, especialmente en estados fronterizos como Amazonas. A menudo se alían con el CV para contrarrestar la influencia del PCC en esas rutas de narcotráfico.

Milicias: Aunque no son facciones carcelarias tradicionales como el PCC o el CV, las milicias (grupos paramilitares compuestos en gran parte por exoficiales de policía y militares) tienen un gran poder en Río de Janeiro, controlando territorios y cobrando por servicios a la población, a menudo en competencia con las facciones del narcotráfico.

Guardiões do Estado (GDE): Considerada la organización más importante del Estado de Ceará, aunque con una estructura más reducida que las mencionadas anteriormente.

Estas organizaciones a menudo están involucradas en el narcotráfico (nacional e internacional), tráfico de armas, extorsión y control territorial, y sus alianzas o conflictos tienen un impacto directo en la seguridad de varias regiones de Brasil.

(3) El Frente Ucraniano y el Comando Vermelho

Por Daniel Kersffeld* - Página 12

El poder de fuego y la rápida capacidad de respuesta mostrada por el Comando Vermelho en el operativo policial y militar que tuvo lugar en Rio de Janeiro el 28 de octubre sorprendió y, sobre todo, evidenció que, en la actualidad, Ucrania es la mejor escuela que las organizaciones delictivas tienen para mejorar su entrenamiento y sus recursos militares.

De hecho, no son muchos los lugares del planeta en los que hoy se puede aprender a utilizar drones comunes o, incluso, de producción casera, como herramientas tecnológicas destinadas para un uso bélico y con una efectividad mortal en sus ataques.

Esteban Valenti
2025-11-17T07:14:00

Esteban Valenti.

Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.suplementobitacora.net) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).