La inflación no da tregua a consumidores de América Latina. Juan Trímboli
La inflación es un indicador que tiene gran impacto en la vida de la gente. Se habla de inflación cuando existe un aumento generalizado y sostenido en los precios de los productos y servicios en un país, durante un tiempo determinado.
En la medida en que es alta la velocidad de incremento de los precios de productos y servicios y los ingresos de las personas no suben en esa velocidad o simplemente no se ajustan, la gente sufre un efecto negativo en su poder adquisitivo y calidad de vida. Esa es la forma más inmediata en que la inflación nos afecta a todos.
También puede existir una inflación negativa, que técnicamente se produce cuando la oferta de productos y servicios supera su demanda; lo que puede ser ocasionado porque el consumidor tiene menos dinero o crédito que antes. Para los especialistas en la materia, la inflación alta es un peligro real pero también lo es una inflación negativa.
En cada país se calcula la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y su resultado permite generar la estadística oficial sobre la inflación. La Fundación Ciudadana por un Consumo Responsable (FCCR) ha revisado la información oficial sobre este indicador en 19 países de América Latina y El Caribe, identificando que entre abril y mayo 2025 el ritmo de incremento de los precios subió en 11 países: Costa Rica, El Salvador, Ecuador, Panamá, Honduras, Nicaragua, Jamaica, Republica Dominicana, Guatemala, Bolivia y Cuba; en Chile se mantuvo igual la inflación en los últimos dos meses y disminuyó en Colombia, Perú, Paraguay, Uruguay, México, Brasil y Argentina.
Para tener una mirada más amplia sobre el comportamiento de este indicador, siempre tomando en cuenta la estadística oficial, la FCCR ha revisado el dato de inflación acumulada entre enero y mayo 2025. Este proceso permite conocer que Argentina, Bolivia y Cuba reportan el ritmo más alto de incremento de precios de bienes y servicios en lo que va del año, como se muestra en este gráfico.
Los datos presentados también indican que la inflación acumulada en Costa Rica y Jamaica es negativa; siendo revelador que el primero lleva 4 meses consecutivos con esa tendencia y el segundo reporta 4 meses con inflación negativa o cero en lo que va del año.
Existen eventos coincidentes y divergentes que explican la tendencia de la inflación entre enero y mayo 2025 en cada país; destacando el comportamiento de los precios de los alimentos, como factor que ha impactado en la alta inflación en Cuba y Bolivia, así como en la inflación negativa en Costa Rica, donde también han afectado los servicios turísticos.
En el caso de los alimentos, a fin de lograr una mejor panorámica sobre la tendencia de precios, la FCCR ha consultado la predicción inmediata y a muy corto plazo de la inflación de los alimentos preparada y publicada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Este organismo realiza seguimiento diario de los precios de los alimentos y a partir del análisis de los precios diarios promedio genera una predicción inmediata y a muy corto plazo de la inflación de los alimentos, estimando los índices mensuales de variación.
En el caso de América Latina y El Caribe, la FAO analiza y entrega información sobre la variación esperada del precio de los alimentos en 22 países. La siguiente gráfica muestra la predicción sobre la inflación alimentaria publicada el 26 de junio 2025.
Los datos muestran un pronóstico de corto plazo para la inflación en los alimentos caracterizada por lo siguiente:
- Argentina continúa con un ritmo alto de incremento de precios de los alimentos, un comportamiento que ese país viene experimentando desde hace algunos años, provocando un fuerte impacto negativo en el poder adquisitivo de la población.
- Nicaragua es el único país de la región que recibe un pronóstico de crecimiento negativo de la inflación alimentaria, fenómeno que podría verse positivo desde la perspectiva de los consumidores, pero al mantenerse durante algún tiempo puede ser perjudicial para los productores y la economía.
- La proyección de inflación alimentaria en varios países es superior a la inflación total, situación que impulsa un deterioro en las condiciones de vida de la gente.
Son diversas las causas que están detrás de esta situación; se puede afirmar que tienen influencia los choques de precios en los mercados internacionales, las perturbaciones climáticas, la ampliación de conflictos armados en varias regiones, entre otros factores.
El comportamiento de este indicador es muy relevante en las condiciones de vida de las personas, al punto de ser considerado como un impuesto regresivo que golpea principalmente a los más pobres, quienes se ven obligados a destinar un mayor porcentaje de sus ingresos en la compra de alimentos, uno de los rubros que muestra mayor inestabilidad de precios en la actual coyuntura.
La tendencia de las tasas de inflación lamentablemente nos ubica como una de las regiones del mundo en donde los precios de la comida varían con mayor frecuencia y velocidad, impactando en la economía y en el derecho humano a la alimentación.
En la complejidad de este escenario, se reitera la importancia de la producción local, la economía asociativa y solidaria, el reforzamiento del comercio justo, así como la puesta en marcha de políticas públicas que enfrenten en forma eficaz las prácticas empresariales ilegales y predatorias y favorezcan el derecho humano a la alimentación y a la vida digna.
Estas ideas son parte del Informe de la FCCR que se puede ver y descargar siguiendo este link: https://bit.ly/EconomiaYsociedad-Junio2025
Juan Trímboli. Presidente de la Fundación Ciudadana por un Consumo Responsable, con sede en Chile.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias