La mala fe. Danilo Arbilla

02.05.2025

Antonio Gramsci esta presente. Si lo estará. Pero no siempre a la vista y expuesto a la discusión pública. Hizo muy bien el senador Javier García en dedicarle una columna al comunista italiano. A su innovadora catequesis que ha permitido recuperarse al socialismo, a sus catequistas y a los cuadros de intelectuales y dirigentes del "Partido" que lo han leído y los miles de seguidores que engrosan las filas y que ni saben quién es ni a donde los llevan.

Ya he recomendado aquí el libro de Juan Pedro Arocena, "Gramsci- Su influencia en el Uruguay". Es una excelente introducción al tema y más en esta época en que se dedica tan poco tiempo a este tipo de lectura. Resulta una comprobación muy palpable de que  nada hay más práctico que una buena teoría. Hay que saber aplicarla, lo que se hace más fácil en este caso específico para quienes asumen que el fin justifica los medios y que la honestidad es harina de otro costal.

 La recomendación es muy especial para las juventudes de los partidos liberales y democráticos. También sería aconsejable para la dirigencia mayor de esos partidos. No les haría mal hacer una pausa en en la puja por reforzar o soñar  con liderazgos y en la tarea por asegurar ocupación e ingreso  mientras se deja el camino libre a Gramsci.

 Arocena enseña, desasna y pone al día en cuanto a historia, doctrinas, pero a la vez muestra un planteo teórico muy aplicable en la práctica y en el devenir de los uruguayos.

 Por ejemplo cuando aborda el tema de la "mala fe" según Gramsci, el "contraste entre el pensar y el hacer",  el doble discurso, las distintas varas éticas;  el has lo que yo digo pero ni te fijes, que no te importa, en lo que yo hago.

 Aquello de muy proletario en la predica y el reclamo pero con gustos muy burgueses ( es que la burguesía tiene buen gusto). El autor cita el caso del senador del Partido Comunista que resuelve no tributar conforme a la ley al construir su casa y recién lo hace al ser es descubierto por la prensa. ¿Ubican el caso?

 Pues bien, el libro fue editado en octubre del 2022 - dato importante - porque al día de hoy los casos sobre contrastes, doble discurso y mala fe suman mucho más. El más emblemático,  por ahora, es el de la exministra de Vivienda. Es de manual. Activista full time y,  como recomienda Gramsci y sus seguidores,  provocando e inventando  antagonismos incluso allí donde no debería haberlo, por cuanto se esta  defendiendo solidariamente a los pobres: me refiero al Hospital del Cerro. ¿La recuerdan en  primera fila? ¿Cuando el presidente del FA  habla de discusiones a nivel de zócalo se refiere a  a ese tipo de actividad o activismo?. La exministra cuando legisladora era muy exigente en cuanto a las obligaciones tributarias de los ciudadanos, pero resulta que construyo una serie de casas sin pagar un céntimo al Estado. Y ademas pensaba que era correcto porque no quería renunciar y lo debió hacer por la presión popular. Y habrían más y aparentemente con casas de descanso en lugares muy pitucos.

 Arocena, no encara el hecho de que el gramscismo no hubiera avanzado tanto si no fuera porque colorados y blancos le entregaron "la cultura" al FA, restaurada la democracia.Tampoco en el '22   pensaría, supongo, que el Partido Nacional llevaría en su formula presidencial a una típica activista del gramscismo, pensando mas en el '30 que en el '25  y más en el interés personal que en el del Partido y de los uruguayos.

 

Danilo Arbilla

Columnistas
2025-05-02T21:43:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias