La visita del Almirante y la política de defensa en Argentina. Jorge Jouroff
20.05.2025
Los primeros días de mayo visitó Argentina el Comandante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM, por sus siglas en inglés), quien reemplazó a la General (r) cuatro estrellas Laura Richardson.
La comitiva estaba integrada, entre otros, por Abigail Dressel, encargada de negocios y actual responsable de la sede diplomática estadounidense en Argentina, y el Mayor General Julian Cheater, director de Estrategia, Políticas y Planes del Comando Sur. Además, la visita estuvo precedida por la del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, vital para la concreción del préstamo por 20.000 millones de dólares para el plan de estabilización.
La visita protocolar comenzó en el Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, siendo recibido por el Brigadier General Xavier Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto. Posteriormente, el almirante fue recibido por el jefe de la Casa Militar, Sebastián Ibáñez, y el Ministro de Defensa, Luis Petri, reuniéndose luego casi una hora con el Presidente, Javier Milei. Una vez finalizadas las reuniones, efectuó un viaje y recorrida por la ciudad de Ushuaia, a inspeccionar que China no esté instalando en Tierra del Fuego la Base Naval Integrada, como la General Laura Richardson había informado a sus superiores.
El punto central de la agenda Hosley es la seguridad regional y la protección de rutas marítimas estratégicas. Tan así que en la Base Naval Integrada en Ushuaia se interiorizará sobre las misiones argentinas en la protección de rutas marítimas estratégicas para el comercio global. Esta base, cuya construcción comenzó en 2022, busca fortalecer la presencia argentina en el Atlántico Sur y facilitar la conexión logística con la Antártida mediante infraestructura portuaria y de abastecimiento. La Embajada publicaría posteriormente que "Estados Unidos está comprometido a profundizar nuestra larga asociación en defensa con Argentina y a trabajar juntos para fortalecer la seguridad regional". Posteriormente al encuentro también se informó que estuvieron en agenda el "fortalecimiento de la colaboración en defensa", y "el apoyo de Estados Unidos a los esfuerzos para fortalecer y modernizar las capacidades en defensa de Argentina". Es sobre esa base que, en marzo pasado, el Gobierno habilitó la operación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército norteamericano en la Hidrovía Paraná-Paraguay. Es también sobre esa premisa que el gobierno estadounidense autorizó la venta de aviones de combate F-16.
Los planes del gobierno para las Fuerzas Armadas.
El posicionamiento global
En su declaración oficial ante el Senado de Estados Unidos en febrero pasado, Hosley enfatizó la intención de asistir a sus aliados latinoamericanos a través de programas como el Financiamiento Militar Extranjero, las Ventas Militares al Extranjero y los Artículos de Defensa en Exceso explayándose contra la influencia china en la Argentina haciendo énfasis en las reservas de litio del país. Hosley profundizó en los conceptos que vertiera su antecesora en al cargo, Laura Richardson, quien repetidas veces insistió en la necesidad de controlar la hidrovía para negarle el acceso a China, así como la necesidad de tomar medidas con la estación china en el sur argentino. También motivo de gran preocupación era que, en caso de conflicto, China no pudiese utilizar las rutas marítimas para abastecimiento o comercio, más allá de que exista o no una base naval y de comunicaciones, como se dijo en un primer m omento. Lo que se llama "política de estado". El comandante subrayó el aumento de la influencia estadounidense con la adquisición de los aviones F-16 gracias a la "aprobación de un paquete de sostenimiento de 941 millones de dólares por parte de Estados Unidos" que "fue esencial para evitar que China se arraigue aún más en el aparato militar de un socio clave".
Ratificando lo anterior el gobierno de Milei expresó que, junto con la ayuda económica, busca "profundizar la alianza con la administración Trump en términos militares y de inteligencia". En esa dirección , se propone realizar un convenio de ayuda técnica e intercambio de información con EEUU para que los ingenieros de su armada puedan trabajar en la planificación y construcción de la base en Ushuaia.
En otra de sus declaraciones, se recalcó que "con más de dos siglos de lazos diplomáticos, EE.UU. y Argentina continúan fortaleciendo sus vínculos políticos, de seguridad, económicos y culturales, y reafirman a Argentina como un socio regional de confianza en la promoción de la democracia, la seguridad y la prosperidad".
En la misma línea, y como parte de su política global, el Gobierno argentino anunció que volverá a insistir en la posibilidad de integrarse como socio global de la Organización del Tratado Atlántico del Norte (OTAN), condición hasta ahora sólo otorgada a Colombia. En ese sentido, se informó que "El 25 de septiembre se llevó a cabo la primera ronda de aprobación de los miembros de la OTAN sobre el programa y la incorporación de Argentina como socio global." Además, con el objetivo es mejorar la capacidad de las Fuerzas Armadas, se preveen programas de capacitación, intercambio de información e inteligencia, y, por supuesto, la participación en ejercicios conjuntos.
Inversión y modernización.
El Ministerio de Defensa elaboró un informe destacando los principales avances en la compra de nuevos equipos militares, el posicionamiento global de Argentina y los incrementos salariales para los empleados públicos, siendo presentado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos ante la Cámara de Diputados. Sobresalen en el informe la incorporación de los aviones militares, los F-16, la incorporación de aeronaves IA-63, aviones Tecnam P2002, la adquisición del EMBRAER 140 y y la incorporación del C-130H Hércules TC-60 y una aeronave no tripulada clase 1 Tehuelche. En el ejército,la modernización de los tanques medianos (TAM 2C A2), dos vehículos para nieve Tucker Sno-Cat 1642, los cuales serán destinados a las tropas de montaña. Para la Armada, se destaca la incorporación de dos nuevas lanchas para el Servicio de Hidrografía Naval, y se continúan las conversaciones para la adquisición de submarinos. En ese sentido son sobre todo consideradas las ofertas del astillero francés Naval Group, con quien ya se firmó una carta de intención para los submarinos clase Scorpène y con el Thyssen Krupp Marine Systems par los submarinos del tipo 209NG, tipo de submarinos que la Argentina ya utilizó hace años y que fueron adquiridos por la última dictadura militar.
Las alianzas políticas
El Presidente Menem, a quien Milei definió como el más grande presidente de la Argentina, definió en su época las relaciones con Estados Unidos como "carnales", resaltando así su alineamiento incondicional con el gobierno del norte. El gobierno de Milei decidió dar un paso más adelante en su política, alineándose totalmente con los gobierno de Estados Unidos e Israel, y darle un sesgo más político. Ya no se trata sólo de los gobiernos, sino también de la ideología que los une. Milei, quien se siente un elegido "por las fuerzas del cielo" está pensando en conformar una alianza de los gobiernos de derechas, y no sólo en América Latina, sino también con las fuerzas de la nueva derecha en Europa, apoyándose, claro está, en el gobierno de Trump. Es así que desde la Casa Rosada se informa que se está trabajando también en el acta de conformación de una liga de naciones conservadoras, que busca integrar con los Estados Unidos, Italia, Israel, Hungría y Ecuador y apuntar a encabezar la oposición a la Agenda 2030 y a las políticas sociales, económicas y de diversidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los grandes financistas de la política argentina, que en un primer momento apostaron por Massa, percibieron al poco tiempo el hartazgo generalizado y la posibilidad que, al fragmentarse el frente opositor, pudiera triunfar quien se presentaba como la anti política, y se volcaron a esa opción. Así, Milei, que es parte de la casta y fué financiado por ella, se presentó como su opuesto a los ojos de la gente. Las nuevas técnicas de hacer política, las redes sociales y el asesoramiento hicieron el resto. Milei no esconde su inspiración en los antecesores que ensayaron el modelo económico que aplica, el llamado neoliberal, de apertura económica y financiera indiscriminada y se ve a sí mismo como la continuidad histórica con personajes de la talla como Roca, Martínez de Hoz, la UCD, Alsogaray, Cavallo y por supuesto Menen. Por ello también se siente un elegido. A diferencia de algunos de sus antecesores, llegó por la vía democrática, pero la línea roja que los une es evidente. No sólo quiere aplicar una línea económica; también aspira a reformular el balance de poder en la Argentina, como los otros movimientos de derecha del continente, estén o no en el gobierno. De forma que no es solamente su continuación , sino que se presenta como la superación, adaptada a las condiciones actuales. Por ello, la propuesta económica viene de la mano con otras tres: más seguridad interna, y una política exterior y de defensa coherente con lo anterior. En estos tiempos agitados, Washington comprende la importancia de América Latina y la necesidad de aliados seguros y considera a Argentina como el aliado estratégico más importante de la región en su contienda global con China y, por supuesto, le otorga un lugar muy importante en su política en el continente.. Es necesario comprender que, si bien hay continuidad, esto es algo más que la repetición de políticas anteriores. No sólo se trata de mantener el stato quo, sino impulsar uno nuevo.
Jorge Jouroff