Lejos de Uruguay y no solo en kilómetros. Esteban Valenti
12.06.2025
Fue el periodo más largo desde que volví a Uruguay en 1984, son 4 años que no salía del país, sobre todo que no volvía a Italia, donde nací. No voy a mentir nostalgias, será la edad o los cambios en mi vida, incluyendo los recuerdos de mi hijo Pablo, lo cierto que no tenía una gran nostalgia.
Aquí estoy con Selva, sin la que nunca hubiera venido. Y voy a compartir un breve comentario sobre mi llegada al país donde nací y donde viví 5 años y medio de mi exilio. No puedo evitarlos, cargo demasiadas cosas.
Italia es y seguramente sigue siendo el país donde se sacan más fotografías de todo el mundo, por los paisajes, por el arte que inunda sus ciudades, sus pueblos, sus museos. Es un gigantesco museo desde el estilo griego, etrusco, romano y una lista interminable de estilos. Su belleza, su comida, sus rincones, sus bosques, sus mares, sus lagos, sus montañas son de una belleza a la que nadie se acostumbra y lo mismo sucede con su arquitectura y sus ruinas. Ni el fascismo, ni los nazis, ni los americanos pudieron destruirla, incluso deberíamos recordar las decenas de invasiones bárbaras, vikingas, austriacas, napoleónicas.
Es una tierra que tiene un patrimonio natural y humano impresionante y encontrarlos nuevamente, aun algunas partes es siempre emocionante.
Pero no puedo hacer un relato turístico o de despedida, sufro y vivo todo lo que ha cambiado Italia en estos cuatro años.
La política, la vida social, cultural, siempre fue el centro de todo, con una intensidad, una profundidad en la elaboración ideológica, de los partidos del arco constitucional, donde yo aprendí mucho, viví intensamente, leí con pasión. Todo se ha caído en una zanja muy profunda, desconocida, que me parte el alma.
El centro izquierda, una agrupación de partidos de distinto origen, pero básicamente los demócratas cristianos, los comunistas y restos de los socialistas formaron el Partido Democrático, que gobernó por periodos importantes, ahora flota, en el ambiente, se respira, se sufre y no hay belleza antigua que te pueda consolar. La secretaria general del PD es suiza.
En Italia tengo a mi mejor amigo, Roberto Savio, tiene 90 años y décadas de peleas y una memoria impresionante. En Italia hace 10 años, el 29 por ciento de las personas compraba un diario al menos, ese porcentaje cayó al 14 por ciento. El año pasado habían 6.300.000 niños de menos de 10 años y 6.600.000 personas de más de 85 años.
Hace unos días me emocioné en Roma manifestaron 300.000 personas a favor de Palestina, nosotros estamos casi paralizados en ese frente humanitario básico. Cuando los dirigentes políticos subieron a la tribuna y comenzaron a hablar, la gente se iba masivamente.
Los partidos se han transformado en organizaciones, de centro derecha, de centro izquierda, de extrema derecha donde los cargos en las listas son elegidos por los secretarios, los jefes, gente que los apoya. Profesionales del SI.
La cantidad de datos que me enteré en estos días son abrumadores, el 27 de mayo la deuda total de todos los países del mundo es igual al PBI de todos los países sumados. Nunca había sucedido nada parecido.
La guerra, la masacre, el genocidio en Gaza se supera todos días, y fuera del rechazo de la gente que es mucho y duro, con una alta dosis de odio y rabia a los agresores israelíes, es deficitario de las instituciones nacionales e internacionales. En un continente con varios gobernantes de ultra derecha, de un fascismo sin siquiera intelectuales, a los bestia. Ya no queda, ni el gran jurista Rocco o Gabriele D'Annunzio, e molti altri, por lo que llamarlos sólo fascistas es un regalo, son más burros, más ignorantes, más primitivos.
El domingo 8 y martes 9 de junio se realizaron 5 referéndum, cuatro sobre temas laborales y uno sobre los plazos para adquirir la ciudadanía italiana. Los votantes no superaron el 32%, obviamente ganó por amplio margen los votos por el SI, pero el resultado estuvo muy lejos del 50% más un voto que es el quorum necesario. Y así la iniciativa del PD y del principal sindicato la CGIL sufrió una dura derrota, pero más profunda fue la derrota de la democracia con esos miserables promedios de votantes. Y el debate posterior era una danza ridícula, como si en política resultados de este tipo puedan tener muchas interpretaciones. Derrotaron a la izquierda y a los sindicatos de manera aplastante. Y ese es el clima dominante.
Demás esta decir, que la presidenta del consejo de ministros, Meloni es una seguidora entusiasta de Donald Trump en sus gestos más feroces y oradora permanente, muy buena y despiadada en los actos de VOX, la ultra derecha en España.
Esteban Valenti.
Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).