La Paridad es mucho más que dos

Liliana Pertuy

22.08.2021

La consciencia parece un concepto abstracto, sin anclaje visible en la realidad; sin embargo, en la participación se aprecia su materialización en las formas de manifestarse que asume la ciudadanía.

 

Hace apenas un siglo las mujeres lograban el sufragio como derecho político, todavía pelean por ser reconocidas en muchos lugares, Y pelean mas aún de atrás, por ser representantes en general del conjunto de la población. 

En Uruguay esto no es diferente, es más, el lugar que ocupan en la política en nada condice con el desarrollo político e institucional de nuestro país, ni con la valoración de su sistema democrático.

En América Latina muchas veces se dice que esto tiene que ver con la situación que ocupan las mujeres en las sociedades, siendo las menos capacitadas, las de peor inserción en el mundo laboral, etc. En nuestro país no parece ser esto un problema fundamental, ya que por ejemplo, somos la mayoría de las egresadas universitarias.

El nivel de empoderamiento y de participación de mujeres en ámbitos sociales y políticos es muy importante en nuestra sociedad, estas son la mayoría en organizaciones comunitarias, en ollas populares, en clubes sociales, de niños y niñas, etc. Las mujeres en esos niveles se autoperciben como "en cuenta". Ocupan lugares y deciden. Están empoderadas.

¿De que se trata estar empoderadas? Se trata, de ejercer una ciudadanía competente; de estar "en cuenta" de una situación con todos los sentidos.

El problema es cuando vamos ascendiendo en las jerarquías. Aquí comienzan a desaparecer. Y esto es transversal en todos los tipos de organizaciones. También en los partidos políticos. Sean de derecha o de izquierda. Aunque en esta, aparecen un poco más, pero no lo necesario y deseable al nivel de las declaraciones, del programa e incluso de las propias políticas públicas impulsadas por el FA tanto a nivel nacional mientras fue gobierno, como en los gobiernos departamentales.

La reciente elección de un organismo de coordinación dejó en claro que no se piensa en primera instancia en compañeras, tal es así que esto fue manifestado.

La paridad se pone encima de la mesa y es muy importante, pero aún no es una cuestión internalizada como sustantiva, importante en tanto organización que define que su democracia debe ser en la participación en la representación y en el liderazgo.

La elección de una nueva presidencia en esta etapa requiere de un análisis profundo, honesto, generosos y fraterno. La encrucijada es muy importante, por salir derrotados en la últimas elecciones. La derrota revela cosas mal hechas, rever su accionar, su estrategia, y renovar sus liderazgos, parecen ser las cuestiones sustantivas. Sin embargo, cuando vemos el debate y sus formas, no vemos esta impronta. Vemos lo mismo que siempre se ha hecho con otros nombres, no hay un análisis profundo incluso en los mecanismos del debate, de las formas de elección.

La paridad es mucho más que dos. Parafraseando a Benedetti, no es una cuestión matemática. Cuando se dice que para la unidad, es necesario tener un presidente por consenso, el consenso es varón, no hay abierta una posibilidad de una compañera, es más, se sigue, aunque no a voces, diciendo que no hay mujeres capaces para la faena que se viene. 

Rindiendo sacrificio a esta idea se tiran nombres de compañeros que están en tares fundamentales como el parlamento, y que ha quedado en los últimos días de manifiesto que es una importantísimo lugar de lucha política y de visibilidad de esa lucha.

Nadie sobra compañeros, compañeras, todos somos necesarios y necesarias. No desvestir a un santo para vestir a otro decía mi abuela. Desaprovechar el potencial de la mitad de sus integrantes para el FA puede ser muy nefasto, nadie tiene la vaca atada en política, en este siglo XXI. Desconocer este potencial puede ser de una ignorancia tremenda, y de una misoginia que no condice con sus principios.

Otra idea que circula es la de una presidencia bicéfala. Bueno no niego que la creatividad es interesante. Ahora, nunca antes se les ocurrió poner a dos. Ahora sí. 

¿Será porque existe una posibilidad cierta de que alguna mujer dispute en condiciones iguales y gane? ¿Cuál es el problema que en pleno siglo XXI en la fuerza política de izquierda, y la más importante del país, gane una mujer? 

Es más, yo diría que es casi "natural" que eso suceda. Si algo nos ha demostrado este siglo XXI es que la revolución de las mujeres es la que marcha triunfante en todas partes y es portadora de cambios buenos para la humanidad. ¿Por que no lo serían para el FA? 

Entonces, ¿queremos mediatizar esa presidencia? ¿Mediarla? ¿Tutelarla? ¿Creen que las mujeres, nuestras compañeras que han dado batalla y puesto el cuerpo, el alma, sus ideas, su pienso y su corazón en todas las épocas de estos 50 años de existencia y en todas las circunstancias, no tienen mayoría de edad? ¿No son capaces? 

Compañeros y compañeras si no se recompone la confianza es muy difícil recuperar la fuerza el valor necesario para emprender la tarea que se nos viene.

Como decía Carole Portman allá por el 1990, fíjense hace 30 años, el feminismo tiene algo importante que decirle a los teóricos de la democracia, así como a los ciudadanos democráticos. Obviamente, es difícil demoler para siempre el supuesto existente desde hace dos mil años, según el cual la "democracia" no es incompatible con la subordinación de las mujeres o con su exclusión de la participación plena e igualitaria en la vida política. 

Pero el FA en su Congreso R. Arismendi da cuenta de esto y dice: "'La construcción de un futuro de justicia social y de igualdad sustantiva, implica encarar esta deconstrucción que se ha basado en la división sexual del trabajo, funcional a las desigualdades que promueven los sistemas basados en la explotación de los seres humanos."Documento principios y valores congreso FA R.Arismendi noviembre 2016.

Sigue Portman: "los partidarios de la democracia participativa enfrentan con entusiasmo, la forma en que la desigualdad de clases socava la igualdad política y formal", cuestión que está muy bien, pero "casi nunca han analizado el significado que tienen la desigualdad social y el orden patriarcal"... "Los que escriben sobre la democracia, sean defensores o detractores del statu quo, nunca consideran si sus planteamientos sobre la libertad o el consenso tienen alguna impronta para las mujeres; y esto es así, porque implícitamente hablan siempre como si los términos "individuo" o "ciudadano" se refirieran solo a los varones".

Sin embargo hay mujeres para "estar en cuenta", trabajemos para ensanchar la democracia en nuestra interna. !Rescatémonos!

Liliana Pertuy es socióloga, feminista. Militante por la memoria, la verdad y la justicia. Denunciante de terrorismo de Estado, caso menores detenidos en Treinta y Tres. Ciudadana y artista plástica.

 

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2021-08-22T08:00:00

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