Lo de la pesca huele mal. Danilo Arbilla

16.08.2025

Lo que pasa en el sector pesquero es de locos, pero a la vez muy elocuente sobre lo que está ocurriendo en el país y muy preocupante sobre todo lo que podría ocurrir si la cosa sigue así.

 Las pérdidas son millonarias, para empresarios, trabajadores y sus familias, y  para el país, esto es, para cada uno de sus ciudadanos. Pagarán los trabajadores que trabajan, que no tienen licencia gremial ni blindaje sindical, que no piensan en certificaciones especiales, ni en "recuperación", ni en reducción de horarios.

   En un ratito mas de nueve mil personas, que quieren trabajar, se presentaron al llamado realizado por las empresas para ver si pueden  aprovechar los últimos quince o veinte días que restan de la temporada de captura. Esa es la realidad. Y si los que quieren trabajar lo consiguen, que sepan que tendrán  que hacerse cargo de  una cuota parte, creciente,  -para "bancar"-  la que surgirá de los "reordenamiento" o "correcciones" o "puesta al día" del sistema tributario -¡ojo!-, no aumento de impuestos que sobre eso hay un compromiso del presidente Orsi- que prepara el ministro de Economía. Hay gran expectativa y ni que decir incertidumbre sobre lo que se está "craneando" para el presupuesto.

  El diputado blanco, Diego Echeverría advirtió que "Uruguay podría estar transitando un preocupante camino de kirchnerismo tributario". ¿Exageró? Hummm, no sé, si no le pegó en el ojo le anduvo muy cerca. En su momento se advertía que Argentina iba camino a ser una nueva Venezuela y nadie lo creía. Y vean lo que ha pasado y lo que  está pasando; Milei es parte de la herencia kirchnerista.

Y volvamos al conflicto de la pesca, sobre el que no quedan dudas que se viola, por parte del sindicato, el convenio existente y se pisotea la cláusula "de paz" y las garantías  para evitar conflictos que allí acordaron no hace tanto trabajadores y empresarios. Es una especie de huelga salvaje o, aun peor, trascendió en la prensa que se trata de un problema personal de " un dirigente" (sin  duda muy importante él) con un empresario. Uno dice, ¡no puede ser!, pero sí, podría ser. Hay otras cosas que no podrían ser, sin embargo, están siendo.

 El presidente del PIT-CNT, el comunista Marcelo Abdala, por ejemplo, ante el llamado hecho por las empresas - y la respuesta que tuvo-, reclamó al gobierno algo así como que se plegara a la huelga y reforzara las medidas de fuerza del sindicato con la quita de subsidios y permisos a las empresas. Arbitrario y así de cierto. Más acusaciones por la política "antisindical" de los empresarios. ¿Y qué pasa con el derecho de los ciudadanos a trabajar, y con su derecho y libertad para ser o no ser afiliado a un sindicato? Hay cosas que parecen chiste: una dirigente del Pit-Cnt dijo que las empresas fueron las que violaron el convenio porque no han pago el aguinaldo que tendrían que haber pagado el 30 de junio, es decir cuando ya iban más de 30 días de huelga y millones de dólares perdidos. Salió en la prensa.

 Y a casi tres meses de conflicto intervino Orsi . Habló con el ministro de Trabajo, el también comunista Juan Castillo y surgió la fórmula: nosotros, el pueblo, pasaremos a pagar horas extras a los tripulantes. En vez de quitar subsidios, ahora más y más subsidios. Y si los empresarios no aceptan la formula, ellos serán los responsables. Garantías out. Y a los que pagan el pato, nada de consultarlos.

 Sí, huele algo a kirchnerismo; es decir, a neoprogresismo.

 

Danilo Arbilla

Columnistas
2025-08-16T10:18:00

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