Día Internacional de los Trabajadores: Humanizando al capital

Lucas Archiprete

01.05.2023

Día Internacional de los Trabajadores: Humanizando al capital

 

Hoy, 1° de mayo se conmemora el día internacional de los trabajadores. Dicha celebración es en memoria de los trabajadores ácratas (o también llamados anarquistas) asesinados el 1° de mayo de 1886, tras una revuelta al inicio de la Huelga General en Estados Unidos. Entre las reivindicaciones de aquel entonces era la conquista de la jornada laboral de 8 horas. Hoy, 137 años después, ¿cómo ha evolucionado el mundo del trabajo, el mundo laboral? ¿de qué manera ha contribuido el desarrollo del capitalismo moderno? La clase obrera, ¿ha avanzado o retrocedido en sus conquistas?

Aunque los sectores conservadores de derechas (existen también conservadores de izquierdas) el mundo en muchos aspectos presencio un giro a la izquierda. Viraje que contiene avances en materia de legislación laboral y humanista que posee raíces en el liberalismo progresista o el liberalismo más de vanguardia de corrientes socialistas, anarquistas, socialdemócratas, progresistas. A excepción de los países con dictaduras de izquierdas o de derechas, nunca ha habido una marcha atrás en derechos, todo el avance laboral, obrerista y/o humanista ha venido para quedarse. Los sectores conservadores podrán trancar el avance de las reformas de este estilo, como las 8 horas en el sector rural, el aborto o el matrimonio igualitario pero las sociedades occidentales con giro progresista, humanista y liberal terminan destrabándolo. En este contexto, vale interrogarse y reflexionar en nuestro tiempo sobre las clases obreras/proletarias y sindicales, ¿porque luchan hoy?

A pesar del giro a la izquierda, las luchas marxistas han fracasado. El mundo laboral en el capitalismo ha mejorado. Desde el origen del capitalismo junto con la revolución industrial, hace dos siglos aproximadamente, en el mundo occidental, donde se caracteriza por la presencia de una economía de mercado y de libertades individuales básicas las clases bajas y trabajadoras han logrado grandes avances. Entre las conquistas logradas en estos dos siglos, en lo que respecta al mundo libre podemos destacar entre otras, a la reducción de la jornada laboral a 8 horas, seguro por enfermedad o desempleo, goce de licencia y días de descanso asegurado. Esto, se hace aún más notoria si se diferencia con los países con dictaduras conocidas en la historia reciente, de corte socialista y/o marxista (por ejemplo, la República Popular Democrática de Corea o Corea del Norte, Cuba o Venezuela) en mayor o menos medida, en temas de derechos laborales mínimos y calidad de vida digna se han quedado en el tiempo o notoriamente han retrocedido.

Pero no todo es color de rosa, el capitalismo como doctrina política y económica no es perfecta. El capitalismo contiene fallas. La cuestión es aplicar herramientas de la mejor forma de resolver sus problemas sin caer en formulas probadamente fallidas. En este contexto, quisiera destacar dos elementos claves. Primero, es necesario que el Estado se dedique en implementar un republicanismo radical y democrático cabal y así, pueda elaborar y mantener sus instituciones fuertes, para asistir a todos los ciudadanos, sobre todos los más débiles. Segundo, y no menos importante, una cuestión difícil de llevar adelante, crear un estado de bienestar, sin crear un estado elefantiásico, obeso y que se vuelva una amenaza a la buena versión del capitalismo y de los derechos y libertades básicas. 

Es necesario humanizar al capital como forma de proteger a los trabajadores y las clases populares. En este sentido, considero necesario mirar el éxito de los países nórdicos, el caso de Suiza y del Uruguay batllista, que aceptaron el éxito del capitalismo, pero para solucionar las injusticias del capitalismo aplicaron un Estado de Bienestar a través de una socialdemocracia avanzada, que, con el fin de no asfixiar a nadie y presentar las garantías necesarias, construyeron instituciones fuertes, con una mirada radical del republicanismo, dispersión del poder y los elementos deliberativos de la democracia; dejando a la mano de los ciudadanos mecanismos de democracia directa necesarios para promover normas que garantice ciertos derechos o para derribar normas que se dirijan a la instauración de dichos estados elefantiásicos, obesos y con poca capacidad de reacción.

Lucas Archiprete es Politólogo. Batllista de izquierda preocupado por promover la tradición republicana, la democracia Republicana y la participación ciudadana.

Foto: Daniel Rodríguez / adhocFOTOS

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2023-05-01T04:30:00

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