Luces amarillas y una bien roja. Danilo Arbilla

07.11.2025

Circuló en redes el facsímil de una requisitoria del M. de Educación y Cultura, por la que se pedía a un medio que le revelara su fuentes de información, en el marco de una "investigación administrativa por información publicada en prensa".

Se solicitaba respetuosamente la colaboración del medio, a sabiendas y conscientes del amparo legal del secreto profesional y el derecho del periodista a no revelar la identidad de sus fuentes. Lo que querían: 1, un ejemplar físico de la noticia publicada y el link donde se hallara la misma publicación original en soporte electrónico; 2, indicar si solicitó al ministerio acceder en alguna forma a la información que fuera publicada posteriormente; 3, en qué fecha tuvo conocimiento o accedió a la información publicada; 4, indicar si denunciante o denunciado le solicitaron la publicación de la noticia o si hubo persona alguna que lo solicitara y 5, cómo y en qué circunstancias pudo hacerse de la referido información.

Así de simple. Insólito, ¿verdad? Burocracia, ingenuidad, o intento por si pasa.

Tiene un lado bueno; el malo sería que recurrieran a los fiscales y que éstos actuarán como ya lo han hecho en el pasado (allanamiento de radio e intento de quitar celular a periodista  como pasó con Ignacio Álvarez), o algún otro tipo de abuso de poder.

El levantamiento del secreto bancario que apuntala el Ministro Gabriel Oddone, el "interrogador bueno", el nuevo Danilo Astori, en su planteo inicial no la iba con sutilezas, entraban en tus cuentas, a toda hora, de noche y de dia, sin dar cuenta a nadie (los narcos tienen más garantías) y  los pedidos de afuera con curso acelerado. Quizás Oddone no ha sopesado bien, o sí, las consecuencias en el campo económica y de la inversión, pero no solo el problema es ese, sino que afecta a derechos protegidos por la Constitución y se constituye en un instrumento terrible en manos de dictadores o de simplemente violadores de la Constitución que sostienen que lo político  -y más si es "progre"- está por sobre lo jurídico. Cuidado.

 En la reciente Asamblea de la SIP, a mediados de octubre, el tema estuvo presente y se consideró especialmente cuando se presentó el informe referente a Uruguay, del que surgía categóricamente que en el país hay libertad de prensa: desde las elecciones pasadas y la asunción del nuevo gobierno "los medios de comunicación , los periodistas, los usuarios de redes sociales han podido desarrollar sus actividades sin ningún tipo de obstáculos ni trabas". Se señalan si algunas luces amarillas: cierto "letargo" burocrático o "trancadas" en materia de acceso a la información pública, acciones aisladas de jueces y fiscales (caso de exagerado derecho de réplica -Búsqueda). Y una luz roja -y toque de alerta-, fue precisamente para lo del secreto bancario tal como se planteaba en el proyecto inicial. Esa piedra libre para los DGI "sin conocimiento de los titulares y sin ningún topó de garantía judicial"  han sido "utilizados por varios gobiernos latinoamericanos para jaquear a opositores y empresas y arremeter contra la libertad de prensa", dijo la SIP.

Dato extra: la mayoría de los países que usan los inspectores fiscales contra las libertades son de "ideología" progre con todas sus variedades, así como lo es el nuestro.

 La verdad que lo del MEC al lado de lo del MEF,  es casi una elegante genuflexión, algo ingenua, es cierto, y fuera de lugar.

 

Danilo Arbilla

 

 

 

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2025-11-07T21:10:00

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