De la prensa, dudas y temores...
Luis Fernández
26.02.2020
El 23 de febrero pasado el FMI elaboró su informe anual sobre la situación económica de nuestro país. Varios medios, incluso este donde escribimos, informaron del hecho.
Nos interesa analizar lo publicado por El País y luego transcribimos algunos “olvidos” de ese diario con diferentes resaltados.
En este caso, al parecer se prepara el terreno para un ajuste, tal vez durísimo contra los avances logrados hasta el momento.
Contamos 7 veces la palabra “AJUSTE” en ese “especial informe” de este periódico.
Deseamos que ese “cuantioso nivel de reservas” (Textual del FMI), no sea dilapidado por los multicolores, y en poco tiempo estemos golpeando en la puerta al FMI, con la palma extendida.
Texto de El País:
“El organismo visita el país una vez al año y produce ese informe en el marco del artículo 4° del FMI, que así lo establece para todos los países miembros (Uruguay lo es), tengan o no deuda con el organismo.
El Fondo divulgó públicamente el informe de 80 páginas que contiene las apreciaciones del directorio, el reporte del staff técnico y lo que dijeron las autoridades uruguayas (se reunieron con los ministros Danilo Astori y Ernesto Murro -Economía y Trabajo respectivamente- y el presidente del Banco Central Alberto Graña, entre otros funcionarios y analistas).
En ese informe, los técnicos del FMI -encabezados por la jefa de misión Pellin Berkmen- afirmaron que “es necesario introducir un plan de “ajuste fiscal creíble” a partir de 2020 para colocar la deuda en un firme camino a la baja”.
“Las tendencias fiscales actuales, si continúan, podrían socavar la sostenibilidad de la deuda y la confianza de los inversores”, agregaron. El déficit cerró 2019 en 4,7% del Producto Interno Bruto (PIB), un máximo para un año calendario en 30 años.
Ese “ajuste creíble” requerirá de “una combinación de medidas” según el organismo. “Un ajuste sostenible requeriría limitar el aumento de los gastos corrientes”, aunque “dadas las rigideces de gasto, como en el caso de las jubilaciones, mantener los gastos corrientes planos en términos reales (es decir que suban en línea con la inflación, pero no más) puede ser demasiado ambicioso”, afirmó.
“Se debe considerar cuidadosamente mantener una provisión adecuada de servicios públicos clave y redes de seguridad”, agregó.
El FMI consideró que “se deben preservar los gastos de capital (es decir la inversión pública), que ya están en niveles bajos” y que “hay espacio para reducir los gastos tributarios (exoneraciones, tasas reducidas y créditos fiscales) estimados en alrededor del 7% del PIB”.
Explicó que “un análisis de costo-beneficio podría ayudar a racionalizar las exenciones, particularmente aquellas que benefician a los grupos de mayores ingresos, aquellas que ya han logrado los resultados deseados o aquellas que no han sido tan efectivas”.
El planteo de reducir las exoneraciones y créditos fiscales, es similar al que le hicieron algunos sectores del Frente Amplio (MPP, Partido Comunista) al ministro Astori en este período de gobierno.
La revisión de las exoneraciones de impuestos “respaldaría el ajuste fiscal, dada la estructura rígida de los gastos actuales, y permitiría el uso futuro de exoneraciones como herramienta de estabilización en caso de shocks negativos”.
Pero, por otro lado el FMI hace recomendaciones que se acercan a algunos propuestas de la coalición multicolor que llegará al gobierno el próximo 1° de marzo.
En ese sentido planteó “una combinación de medidas como mantener los salarios públicos en línea con el sector privado (para atraer y retener talentos evitando costos excesivos), reducir el empleo público en sectores no críticos a través de la deserción natural (es decir la no renovación de vacantes) y mejorar la eficiencia del gasto podrían apoyar el ajuste”.
Adicionalmente, “el ajuste fiscal debe ir acompañado de la introducción de un marco fiscal renovado a mediano plazo”, aconsejó el FMI.
“La introducción de un marco fiscal de mediano plazo, que abarca una regla fiscal vinculante, consagraría la credibilidad al introducir un ancla fiscal que garantice la sostenibilidad a mediano plazo. También ayudaría a reconstruir el espacio fiscal necesario para contrarrestar los shocks negativos sin poner en peligro la sostenibilidad. Un marco fiscal de mediano plazo mejorado podría incluir un período de proyección de tres a cinco años”, explicó.
Según el FMI, “en ausencia de shocks negativos y en la medida en que el crecimiento (de la economía) repunte, las autoridades tendrán más margen para ofrecer un ajuste más alto durante los próximos dos años. Esto ayudaría a bajar la deuda más rápido y reducir las necesidades de ajuste en el futuro”.
Elogio a Uruguay.
Tanto en el informe del staff como en el comunicado del directorio, el FMI resaltó: “Uruguay se encuentra en una posición envidiable en muchos aspectos. El país goza de estabilidad política, gobierno e instituciones fuertes y un alto grado de cohesión social. Después de una década y media de crecimiento robusto, también cuenta con altos ingresos per cápita y bajos niveles de pobreza, desigualdad e informalidad. Debido a una supervisión y regulación prudentes, el sector financiero sigue siendo resistente a pesar de la volatilidad del mercado financiero regional”.
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Por razones de espacio pondremos los “olvidos” de El País; el informe completo está en: https://www.imf.org/es/News/Articles/2020/02/20/pr2058-uruguay-imf-executive-board-concludes-article-iv-consultation
Evolución reciente y perspectivas
Uruguay se encuentra en una situación envidiable en muchos aspectos. El país goza de estabilidad política, una gestión de gobierno e instituciones sólidas y un alto grado de cohesión social. Tras una década y media de un crecimiento vigoroso, el país también registra un alto ingreso per cápita y bajos niveles de pobreza, desigualdad e informalidad. Gracias a una prudente gestión de supervisión y regulación, el sector financiero sigue siendo resiliente pese a la volatilidad en el mercado financiero regional
Tras una desaceleración del crecimiento durante el segundo semestre de 2018 y el primer semestre de 2019, la actividad económica repuntó en el tercer trimestre de 2019, observándose una cierta recuperación del consumo, las exportaciones y la inversión privada. El crecimiento medio en los tres primeros trimestres de 2019 fue de 0,2 por ciento. El saldo en cuenta corriente ha fluctuado alrededor de cero, y el saldo comercial positivo se ha visto contrarrestado por una cuenta de ingresos negativa.
Los efectos de contagio provenientes de Argentina solo se han sentido en los canales del sector real y del tipo de cambio. El sector financiero —que redujo considerablemente su exposición frente a Argentina— sigue siendo robusto, y los diferenciales soberanos permanecen contenidos en niveles bajos.
Los saldos fiscales se deterioraron sustancialmente. Al desacelerarse la economía, los ingresos disminuyeron, y los gastos corrientes siguieron aumentando. En el presupuesto para 2020 —el último elaborado por el actual gobierno— se renuncia a alcanzar el déficit fijado como meta de 2,5 por ciento del PIB, y se prevé en cambio un déficit fiscal para el sector público consolidado (SPC) de 4,6 por ciento del PIB en 2019 (excluidas las transacciones relacionadas con el programa de los Cincuentones y 3,8 por ciento del PIB en 2020. Al mes de noviembre, el déficit de 12 meses del SPC se situaba en 4,7 por ciento del PIB, gracias al efecto de una favorable operación de gestión de la deuda realizada en septiembre (0,3 por ciento del PIB) y a la reducción de los pagos de intereses por parte del Banco Central. Las autoridades efectuaron satisfactoriamente una emisión de bonos a más largo plazo y con tasas favorables para cubrir sus necesidades de financiamiento.
Se prevé que el crecimiento del PIB repunte de una cifra de 0,5 por ciento estimada para 2019 a 2,1 por ciento en 2020 y 2,5 por ciento en 2021, conforme se multipliquen los proyectos de inversión privada e infraestructura, los cuales neutralizarían los efectos de contagio adversos provenientes de Argentina.
Según las proyecciones, el crecimiento disminuirá después de 2021 a medida que estas inversiones vayan llegando a su fin, pero se espera que el PIB real se sitúe en un nivel permanentemente más alto.
Los directores ejecutivos elogiaron la favorable economía política de Uruguay, así como la solidez de sus instituciones y la gestión de gobierno, el alto grado de cohesión social, los bajos niveles de pobreza, desigualdad e informalidad y la resiliencia del sector financiero. No obstante, observaron asimismo que han surgido desequilibrios internos y que la deuda ha aumentado, al tiempo que el crecimiento económico, la inversión y el empleo han descendido y la inflación se ha mantenido fuera de la banda fijada como meta. En este contexto, recalcaron que el panorama político y económico interno de los próximos años presenta una oportunidad para hacer frente con decisión a estos desafíos.
Los directores ejecutivos señalaron que, si bien sus necesidades brutas de financiamiento son manejables gracias a la política de prefinanciamiento de las autoridades y el cuantioso nivel de reservas, la continuidad de las tendencias fiscales actuales podría socavar la sostenibilidad de la deuda. Coincidieron en que es necesario introducir un plan de ajuste fiscal creíble para situar la deuda en una firme trayectoria descendente y saludaron el compromiso de las autoridades en este sentido.
Los directores ejecutivos señalaron que se debe seguir recurriendo al tipo de cambio como mecanismo para absorber los shocks y que los colchones de reservas deberían mantenerse por encima de los niveles fijados por las normas prudenciales.
Los directores ejecutivos recalcaron la importancia de las reformas estructurales para incrementar el crecimiento potencial y preservar los avances en materia social.
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Ese interés de la próxima prensa oficialista en resaltar la palabra “Ajuste” 7 veces en un comentario donde faltó gran cantidad de otras frases, es muy preocupante, porque parece un intento de “contextualizar” artificialmente esas ansias por destruir las conquistas sociales obtenidas en los últimos años.
Luis Fernández
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias