¿Dónde está la brújula?
Luis Fernández
08.03.2019
La situación mundial es muy compleja, tan compleja que aunque no existieran armas nucleares, tampoco se arreglaría con guerras como antes.
A nivel mundial no aparecen soluciones.
Los entendidos nos hablan de esa disminución de la tasa general de ganancia.
Por tanto no se crece y tampoco se mantiene estable la ganancia...
A occidente le ha salido ese “competidor” feroz que es China que todo lo abarata.
Cuando los chinos se pasaron de lleno al capitalismo, decidieron probar con una península más grande que Uruguay. Fue en los 80; dijeron acá regirá el capitalismo. Tenían y tienen mucha mano de obra barata. No existen los sindicatos y decidieron “invertír” algunos millones de chinos en una situación de casi exclavitud.
Construyeron en esa península grandes almacenes, casas, calles, carreteras, etc. y llevaron la luz y el agua. Todo a pico y pala.
Le ofrecieron a las empresas de Occidente, varias “gangas”:
1) Energía muy barata, 2) Mano de obra sumisa y casi exclava. 3) Muy bajos impuestos 4) Transporte barato a sus mercados...en barcos chinos, claro.
Esto fue creciendo, cada vez llegaban más empresas de otros países y más chinos de otros lados del territorio a trabajar allí. Se formaron ciudades, con transportes y todo lo necesario. Al tiempo el gobierno fue corriendo esa valla. Esas condiciones “invadieron” China por dentro. Hoy quedan algunas zonas rurales a la vieja usanza.
Así es como China llega a mercados con precios que en occidente no se sostienen. Este aplica la única receta que sabe; le pasó a las clases trabajadoras todo el peso de la burbuja en 2008, le bajaron los salarios y las condiciones laborales; pero ellos necesitan que sigan consumiendo como antes. Ha comenzado lo que se llama una sobreproducción. En occidente muchas fábricas aumentan sus stocks porque venden menos; para ahorrar despiden trabajadores, pero igual necesitan que la gente siga comprando...
Las izquierdas tradicionales no tienen estrategia para esto, al menos no la muestran.
Antes se invadían países para obtener mercados, pero ya no hay mercados “nuevos” y la mano de obra sobra...pero falta gente que compre... Y los mercados no se crean de la nada. Siempre se conquistaron los que ya estaban o se formaban durante la explotación.
Lo que hace Trump con Venezuela y antes Bush con Irak es tratar de desabastecer de petróleo a China, para poder hacer más rentable su tasa de ganancia, si China compitiera menos.
Estamos en un verdadero: ¡Sálvese quien pueda! Por eso no se habla de “solidaridad”, o a nadie importan los ahogados en el Mediterráneo....
Y esto explica el brote ultraderechista. Por eso crecen los nacionalismos. Y el Brexit es otra muestra más.
Todo esto las izquierdas no lo dicen, porque es políticamente incorrecto...
Las notas de Roberto Savio, hace unos días y la posterior de Jorge Aniceto Molinari, plantean soluciones o posibles caminos para una economía mundial que hoy, no tiene “norte”. La propuesta de Molinari es un revulsivo y nos hace cuestionar muchas cosas.
La situación no sólo es grave porque hoy casi nadie piensa en estas cosas, sino porque junto al deterioro de millones de personas, tenemos un planeta que se nos cae y los poderosos “no tienen tiempo” en reparar en esos “detalles”. Por ej. una Antártida que se derrite, o las tremendas inundaciones que son causa de lo anterior, o la contaminación de los océanos con islas de plásticos más grandes que países, etc, etc.
No se avecinan buenos tiempos para el mundo y por tanto para la región o para el país.
Con todos los defectos del FA no parece ser el momento de cambiar a la fuerza política que más ha hecho por los pobres. Más allá de todos los logros que existen y muchos, está la disposición humanista del FA. El Plan Ceibal, el Sistema de Cuidados, las Operaciones de Cataratas, el Plan Ibirapitá, etc, etc. La derecha manipula en forma permanente, pero ninguno se anima siquiera a sugerir que sean medidas electoreras.
¿Se imaginan al hijo de la “Motosierra” gobernando Uruguay en épocas de recortes mundiales? ¿O al que quiere reaparecer de sus cenizas con el único galardón que exhibió con orgullo: “Yo nunca perdí una huelga”?
Luis Fernández
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias