Hacia un sistema nacional de becas estudiantiles
Luis Garibaldi
18.11.2024
La política de becas estudiantiles estuvo presente en el Debate Presidencial. El candidato del Partido Nacional afirmó que las Becas Butiá fueron creadas por su gobierno. Esto es parcialmente falso.
Parcialmente falso, porque es cierto que le pusieron un lindo nombre autóctono, pero lo hicieron reuniendo las Becas de Apoyo Económico del MEC (BAE), para estudiantes de educación media básica[1] existentes desde 1986, con las que otorgaba el Programa Compromiso Educativo creado como programa interinstitucional en 2011 (ANEP, MEC, UdelaR, MIDES, INAU) para estudiantes de educación media superior.
Sin embargo, la evolución desde el punto de vista numérico demuestra la importancia que le dio cada gobierno. Para ello recurrimos al siguiente cuadro utilizando fuentes oficiales.
Tipo |
2005 |
2019 |
2022(1) |
Becas de Apoyo Económico MEC |
946(2) |
4.263(2) |
10.041(3) |
Compromiso educativo (2) |
0 |
6.391(2) |
0 |
Programa Uruguay Estudia (4) |
0 |
7.511 |
0 |
Beca Bachiller INEFOP (5) |
0 |
0 |
3.500 (6) |
Total |
946 |
18.165 |
13.541 |
(1) Desde 2021 se denominan Becas Butiá
(2) Fuente: MEC (2020) Panorama de becas 2019
(3) Fuente: MEC (2023) Panorama de becas 2022
(4) Fuente: INEEd (2021) Evaluación del Programa Uruguay Estudia
(5) Fuente: https://www.bachilleres.inefop.uy/requisitos
(6) Corresponde a cupos
Su lectura es clara. La cantidad de becas que había en 2005 era bajísima, el final de los gobiernos del Frente Amplio el incremento fue de casi veinte veces y luego hubo una disminución con ajustes en los montos.
El monto de las BAE se fue incrementando dado que se calcula a partir del valor de las Bases de Prestaciones y Contribuciones (BPC) que se ajusta anualmente. En el caso de las becas Butiá aplicando el criterio histórico (desde 1986) debería ascender a ¼ de BPC por ocho meses, en cuatro pagos. En 2024 hubiera correspondido a $12.354, pero se les está pagando $10.000 en tres cuotas de $3.333.[2]
La propuesta de Yamandú Orsi es audaz pero necesaria y posible: quintuplicar el número de becas a estudiantes de educación media (70.000) y aumentar el monto (a $25.000 anuales).
Esta propuesta es necesaria y valiosa porque está comprobado que la política de becas tiene un resultado favorable tanto en continuidad como en egreso.
Aunque también es necesario el acompañamiento a quienes la reciben, porque no alcanza con el apoyo económico. Al mismo tiempo, se requiere un compromiso de estudiantes y familias para continuar sus estudios. De allí que desde 2006 se incluyó un documento firmado por quienes la reciben.
La política de becas necesita ser evaluado y ajustado a partir de datos de la realidad que no siempre es tan evidente, sobre todo cuando el universo no es la totalidad de quienes solicitan esos apoyos. Por eso importa que se realicen evaluaciones y ajustes periódicos.
De allí que el Programa Uruguay Estudia (PUE)[3] tuviera una evaluación en 2015 y otra en 2020 donde surgen recomendaciones de mejoras. Así lo señalaba el informe de INEEd publicado en 2021:
"la continuidad del programa parece adecuada, aunque atendiendo a una serie de recomendaciones que contribuirían con una mayor pertinencia y eficiencia de la intervención" (INEEd, 2021, p. 90)[4]
Sin embargo, la decisión -previa a conocerse el informe- fue discontinuar el PUE y rediseñar uno nuevo: el Programa Bachilleres de INEFOP. ¿Cuál era la evidencia o el fundamento para ello? ¿Por qué no se tuvieron en cuenta ninguno de los dos informes? ¿Prejuicio ideológico? ¿Ajuste económico?
Otro aspecto para destacar en este proceso de crecimiento de la política de becas ha sido el creciente involucramiento del Fondo de Solidaridad en la gestión y pago de las becas en todo el sistema educativo, incluidas las becas de apoyo económico del Consejo de Formación en Educación que se crearon en los gobiernos del Frente Amplio.
La política de becas estudiantiles fue una política privilegiada en los gobiernos frenteamplistas, continuada parcialmente por este gobierno, que requeriría mantenerse como política de Estado, pero incrementándola en recursos, monitoreo y participación de los actores locales a nivel departamental y de centro educativo para apoyar las trayectorias de las personas que la reciben.
El Programa del Frente Amplio menciona la necesidad de crear un Sistema Nacional de Becas estudiantiles para la efectiva coordinación de los distintos programas, aprovechando experiencias y lecciones aprendidas, compartir recursos y alinear políticas, para que quienes reciben la beca puedan tener continuidad en los diferentes niveles y ámbitos educativos (ANEP, UdelaR, UTEC, CFE).
Fue buena noticia que este gobierno haya mantenido las becas y le hayan dado un atractivo nombre. Pero es necesario dar un salto en cantidad y en calidad para que se pueda efectivizar el derecho a la educación y mejorar el futuro de toda la población.
Luis Garibaldi. Maestro
[1] Ley 15.851 de 24 de diciembre de 1986
[2] Ver: https://www.gub.uy/ministerio-educacion-cultura/comunicacion/publicaciones/guia-del-usuario-beca-butia/guia-del-usuario-beca-butia/pagos
[3] El PUE surge a partir de un convenio marco firmado el 23 de octubre de 2009 entre ocho organismos públicos: el MEC, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), la ANEP, la Universidad de la República (Udelar), la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) y el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU).
[4] https://www.ineed.edu.uy/wp-content/uploads/2021/07/Evaluacion-Programa-Uruguay-Estudia.pdf
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