La caja de Pandora

Marcelo Marchese

21.11.2023 11:17

No existe trabajo más desolador que el de librero, sobre todo, cuando se observa qué cosas lee la gente (cuando lee) y esta desolación se acentúa a niveles de presuicidio cuando se advierte qué cosas leen los jóvenes (los que leen)

Los nuevos lectores están hipnotizados con el liderazgo y las ventas; el liberalismo económico; y el estoicismo.

Resulta absurdo que una persona se obsesione con la manera de ganar dinero y al mismo tiempo pretenda seguir los dictados de una filosofía que pregona que el dinero no tiene importancia, pero eso es absurdo para nuestra lógica, no para la lógica de los jóvenes, y entre una lógica y otra hay un abismo grande como el cosmos, resultado de la velocidad con que ha variado la sensibilidad.

Los jóvenes, formateados por el mundo digital, por una educación en bancarrota, por la basura de la música que provee la industria de la música, por el espantajo del cine moderno y sus Netflix y por todos los mecanismos que erosionan la sexualidad, un día se hacen mayores y toman decisiones, y como han sido formateados para tomar decisiones funestas, toman decisiones funestas.

Asistimos a un doble diseño: se diseña a los jóvenes, y se diseña al payaso que eligen los jóvenes: el Joker.

Tenemos entonces un deterioro enorme en esa cosa llamada "inteligencia". En rigor, es un deterioro enorme de la sensibilidad, que es el lugar donde se asienta la inteligencia.

El problema es que este deterioro de la sensibilidad se suma a la crisis que vive la Argentina, una crisis que ha sido acentuada por la pandemia: no se encierra brutalmente a todo un País sin pagar horribles consecuencias, y una de esas consecuencias fue la abrupta caída del PBI.

Era obvio que el empático "¡Cuidate, cuidame!", escondía, como suelen esconder los bellos propósitos, negras perversiones. Llegó la hora de pagar el pato, sólo que las perversiones se van a profundizar de manera ineluctable, pues el plan de Milei para destruir el Estado chocará con la oposición de millones de personas que, además, estarán desesperadas por la crisis.

La explicación es sencilla: deterioro (ruina) de la capacidad de pensar, brutal crisis económica inducida, y un odio profundo a "la casta", a la inutilidad de los políticos. El País se hunde, todo es un desastre, los políticos hacen macanas que son órdenes groseras que vienen de afuera, y para colmo, no saben ni hablar y se van a Marbella con rameras cirujeadas.

Por supuesto, eso también está formateado. Primero que nada, los políticos emanan de nuestras sociedades en las que, como vemos, hay una deliberada ruina de la inteligencia. Una ruina que, con toda certeza, es la mayor de la Historia. Luego, se obliga a los políticos a tomar decisiones desastrosas, como destinar tres mil millones de dólares para un tren de uso exclusivo de una transaccional que no paga impuestos y que se traga la tierra. Para colmo, como hay que pagar la jodita de la trasnacional, hay que pedir plata, y no se les ocurre nada mejor que pedir plata con el compromiso de arruinar la ganadería.

Así que tenemos que la gente, no razona mucho, y que los políticos, hacen macanas (se supone que algunos, ganan algo con las macanas) pero a esto hay que sumar toda la campaña perpetrada contra la clase política, donde está incluida Netflix, Hollywood, las agencias de prensa y el que controla la internet y por ende, el que publica los Panamá Papers, los Paradise Papers y los Pandora Papers donde, siempre e invariablemente, se crucifica a la clase política y demás actores dudosos, como obispos y reyes, y nunca jamás se menciona al que maneja a la clase política, a obispos y reyes.

Este ataque a la clase política, que en rigor es un ataque a la República, forma parte del ataque al Estado, una institución que en el pasado le resultó muy eficiente al capital, pero ahora, se ha convertido en un escollo, motivo por el cual la OMS pretende que los Estados firmen un cheque en blanco para imponer su política sanitaria, que incluye, calentamiento global mediante, impedir que criemos ganado.

En un océano surcado por los tiburones del capital financiero, los Estados son balsas. El problema es que en esas balsas, hay algunos que, repitiendo el discurso de los tiburones, dicen que tenemos que hundirlas, pues en el agua donde son libres los tiburones, todo será mejor.

Los Estados tienen, como es sabido, un historial de crímenes siniestro, pero en rigor, es la humanidad la que tiene un historial de crímenes siniestro, como fue la Inquisición protagonizada por los Estados y las iglesias, mas la humanidad también tiene un historial maravilloso, como fueron las sacerdotizas de antiguas religiones y todos aquellos quemados por la Inquisición.

El Estado criminal es el que, al mismo tiempo, te proveé de agua y educación. Es el resultado de un proceso histórico, donde las burguesías nacionales precisaban de obreros instruidos. Resulta que las burguesías nacionales han sido devoradas por los tiburones que surcan el mar océano, y que los obreros ya no serán necesarios, habida cuenta que toda la economía, absoluta y radicalmente, será robotizada.

Aquí llegamos al meollo del problema. Trabajo, no tendremos, así que por ahí no habrá cómo presionar. El capital se habrá apoderado de la tecnología, que no es otra cosa que una vasta construcción de la humanidad. Con la tecnología, se va a apoderar de los recursos naturales, salvo que nosotros nos apoderemos de la tecnología y de los recursos naturales.

¿Cómo hace una sociedad para apoderarse de los tecnología y de los recursos naturales?

Organizándose.

¿Cómo se llama esa organización?

Estado.

Como ves, la cosa es bien sencilla, el problema es que los tiburones que surcan los mares, tienen tanto dinero, que han logrado el privilegio de fabricar el dinero, y por ende, controlan a las trasnacionales, lo que incluye, con toda obviedad, a las grandes cadenas de noticias, pero acá no acaba la cosa, ya que controlan a las Academias (no en vano las Universidades fueron creadas por la Iglesia) y al mismo tiempo, a la industria de la música, del cine y de los tenebrosos video juegos, y controlan el mundo editorial y por supuesto, a la internet, y como es evidente, a las organizaciones globales y a los politiquitos que nos gobiernan.

La campaña de los tiburones nos ha traído a Milei. Horribles disturbios vivirá Argentina, cosa que es parte del plan, así que veremos gomas incendiadas y fuego en abundancia. Argentina, como suele ocurrir, exporta su crisis al Uruguay. Cada astuto uruguayo que cruza el charco para traer contrabando, nos hunde a todos, justo cuando veníamos golpeados por la pandemia. Cuando la crisis se agrave en Argentina, padeceremos las consecuencias.

El proceso de deterioro que vive el hombre, implica a esas cosas que hicieron al hombre: las palabras. Cuando uno ve cómo ha degenerado la palabra "anarquismo", siente escalofríos, pero hay algo peor, la prostitución por todos los orificios de la palabra "libertad".

La más perversa dictadura se presenta ataviada con los ropajes de la libertad. Nada nuevo hay bajo el sol: el capital, mientras hace una papilla sangrienta de hombres y cosas, discursea sobre la libertad.

Lo nuevo es este triunfo de Milei que anuncia nuevos mileis. En algo que dice el Joker, está la clave de su rol: "soy expresión de las fuerzas del cielo". Por una vez, le hacen decir la verdad, ya que él no es nada y nada dice por sí mismo, sino que expresa una fuerza superior.

Para el títere, el cielo, y Dios, no es otra cosa que el Titiritero.

Marcelo Marchese
2023-11-21T11:17:00

Marcelo Marchese

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias