“LA TEMPESTAD” DE SHAKESPEARE
Marcelo Marchese
05.12.2023
La palabra “covitonto” (por cuestiones de shadow banning no puedo escribir la palabra que termina en “diota”) una palabra que nunca usé, refiere a las personas que aceptaron sin chistar el confinamiento inhumano, y sin embargo, el Diccionario histórico de la RAE la define en sentido opuesto, ya que serían las personas que desafiaron el confinamiento.
Entonces surge esta alternativa: o dos sectores de la sociedad usan un mismo término de manera antagónica, o la RAE y otras instituciones, cambian el sentido de las palabras, cosa ya sucedida con palabras relativas a la extensión de una enfermedad y a la manera colectiva de reducirla.
Esto nos lleva a la diferencia entre lengua y lenguaje. La lengua es lo que enseña la madre cuando nos da de mamar, por eso se llama "lengua materna". El lenguaje es una imposición del poder que por obra de su intensidad, interfiere lo que hablamos. Lenguaje es la imposición del español sobre el portuñol en las escuelas de la frontera, sadismo que genera perjuicios en el aprendizaje amén de problemas psíquicos, pues nuestra psique está estructurada como una lengua.
En la frontera, la lengua, es el portuñol. La imposición del lenguaje, el español. Es fácil imaginar que si no tenemos en América todas las lenguas traídas de África, es porque se castigó el uso de esas lenguas, y sin embargo, en algunos casos: mongo, mondongo, cachimba, candombe, milonga y tango, perduraron.
Si perduraron palabras, con certeza perduraron inflexiones, de tal manera que el español de Castilla difiere del nuestro, que difiere del mexicano. Con el tiempo, las nuevas generaciones incorporan el lenguaje impuesto que pasa a ser lengua, ya que lo que define la lengua es cómo la recibís en una relación determinada de manera radical por el sexo.
Los poetas escriben en su lengua materna. Es difícil inspirarse en otra lengua, aunque te asalten únicas expresiones de otras lenguas. "Saudade", tiene mayor fuerza que "nostalgia". Si suena diferente, es diferente. Cada palabra es una energía diferente, y si quisiera descender al lenguaje científico, te diría que cada palabra mueve ondas diferentes.
Así que un sinónimo, no significa la misma cosa, sino algo que se le parece. No es lo mismo escuchar "Te quiero", a oír "Te amo".
En las comunidades primitivas, los chamanes curan con palabras. Jesucristo antes y el psicoanálisis ahora, curan con palabras. Los magos convocan espíritus con palabras. Cuando los magos y las brujas fueron perseguidos durante la Inquisición, legaron su sabiduría a los poetas, por eso Cervantes y Shakespeare, enfrentaron la Inquisición ("Con la Iglesia hemos dado, Sancho") En Sueño de una noche de verano, Hamlet, Macbeth, Rey Lear y La Tempestad, el poeta, el mago, refiere a la magia y defiende a la magia. Hace magia.
Importa aquí hablar de "La Tempestad".
En una isla, el mago Próspero convoca a la tempestad. Próspero fue duque de Milán, pero delegó los asuntos terrenos en su hermano para dedicarse al estudio de la magia. Su hermano da un golpe de Estado y lo exilia.
Sucede que luego su hermano, duque de Milán, navega cerca de la isla junto al duque de Nápoles, su hijo y otros personajes de la corte. Próspero los arroja a la isla por medio de la tempestad para ejecutar su venganza.
Los primitivos habitantes de la isla son Calibán, hijo de la unión entre la bruja Sycorax y un diablo, y Ariel, espíritu que Sycorax apresó en un árbol y que fue liberado por Próspero, que le dará la libertad definitiva si cumple primero sus órdenes. Calibán significa "caníbal", así como Próspero significa "progreso". El drama refiere a la conquista de América, y América es la isla donde el progreso ha caído sobre los americanos para someterlos.
La razón del castigo del caníbal, son sus deseos, ya que quiso violar a la hija de Próspero, Miranda. El plan de Próspero es unir a su hija con Fernando, hijo del duque de Nápoles, y de esa manera, unir los reinos. A primera vista, los jóvenes, se enamoran. Para bendecir la unión, Próspero convoca a Iris, testimonio del fin de la tempestad, a Ceres, diosa de la abundancia, y a Hera, diosa del matrimonio.
Comienzan a desplegar su magia sobre el amor como si asistiéramos a una obra de teatro dentro de la obra de teatro (el mago Shakespeare) mas Próspero interrumpe la bendición para atender a sus planes políticos.
En una confusión, los espíritus se marchan apenados.
Próspero desbarata una conjura contra el duque de Nápoles y luego le muestra al duque las ventajas del matrimonio de Fernando con Miranda. Aquí es donde se corre el telón, tras el cual, en una cueva, se encuentra la pareja jugando al ajedrez.
Aunque se aman, resulta ser un matrimonio por conveniencia, práctica conocida por el duque de Nápoles que antes casó a su hija con el rey de Túnez.
Hay cuatro claves principales aquí.
El personaje ausente, la bruja Sycorax, que por su ausencia, se encuentra en grado sumo presente en la obra. Representa a las brujas arrojadas al potro de tormento, y representa el poder de la mujer arrojado al potro de tormento en el nacimiento de la Era Moderna.
La partida de ajedrez (el juego de la política) que supedita a la magia y el amor.
Próspero, que disuelve la bendición del matrimonio por parte de las diosas y hace que se retiren en confusión y apenadas.
Que la obra se llame "La Tempestad".
¿Por qué el mago eligió ese título?
Responder esa pregunta es la llave de la obra más enigmática entre las obras enigmáticas de Shakespeare; su última obra, ya que, tras ella, le quemaron el teatro.
Shakespeare, tomó nota.
Tenemos un caníbal dominado por el sexo, a su contrario, un espíritu alado, es decir, la razón, y al juego de la política que expulsa a las diosas. La tempestad del progreso ha caído sobre América y Europa, pues logrado su propósito, Próspero destruye la varita y entierra su libro de magia.
Es la Inquisición la que impulsa al progreso contra la magia en Europa y América.
He dicho que los magos heredaron su sabiduría a los poetas, no en vano Shakespeare maneja la métrica de las maldiciones. El mago conjura espíritus con palabras, expiradas de manera adecuada y entonadas de manera precisa.
Todo tiene su principio pues todo tiene su final. Se podrá quemar al mago, pero la magia, permanece. La magia es cosa de poetas. Te lo dice Shakespeare y te lo digo yo, su discípulo. Con palabras, proteges a Palestina; con palabras se mueve este mundo y el otro. Los dos mundos son el mismo mundo. Por eso el progreso, como mago oscuro, quiere castrarte las palabras.
Sólo resta saber una cosa: eres el que escribe en el libro de tu vida. Te engañaron cuando creíste que no eras poeta. Se engaña con palabras y se libera con palabras. No en vano alguien dijo: "La verdad os hará libres"
He escrito estas palabras porque te amo y por amor a la poesía.
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias