Publicidad de UPM travestida de documental fue presentada por el movus en el parlamento
Marcelo Marchese
11.12.2023
No existe mala publicidad, sólo existe publicidad, así que los orientales disculparán que, por analizar esta cosa, la publicite. Debo hacerlo, pues bajo una piedra aséptica, se oculta peligroso cangrejo.
Uno debe imaginar que el Banco Mundial le encargó a Teivainen, académico de sólida fidelidad, la promoción de la lógica del capital como si fuera la lógica natural de las cosas. El speech publicitario, desde el Cubo del Sur del Montevideo colonial, le dice a los finlandeses que ya no son aquel País paria y explotado, sino un pujante País que debe aspirar a engrosar la vanguardia del progreso, y a los uruguayos, les dice que salgan de su quietismo de funcionarios públicos, que aprovechen la inyección de moral gringa que les brinda UPM, que se alegren, pues, aunque no haya sido la fiesta de luces y colores anunciada, UPM mejorará la vida, y que acepten las cosas tal como son, es decir, que acepten la lógica del capital, ya que una sensación de derrota moral inunda esta funesta publicidad que fue proyectada en el Parlamento ante veinte incautos.
No es que se trate de cantarle loas al progreso (tras mostrarnos el moderno ferrocarril global, es decir, UPM, la cámara se detiene en un cementerio de autos cochambrosos, es decir, nosotros) sino de presentar el carácter ineluctable del progreso, como si se tratara de la fuerza de la gravedad que uno puede criticar todo lo que quiera, pero que ahí está de una vez y para siempre. El mecanismo del film es sencillo: editar las respuestas más derrotistas de la población, darle espacio a los representantes de la empresa, el gobierno y el sindicalismo para que nos digan cómo funciona el mundo, y mostrar que sólo hay una crítica ambientalista, testimonial y atrasada al inevitable progreso.
El ejemplo del tren es elocuente. Le han jodido la vida a quienes viven al costado de trescientos kilómetros de vías férreas, pero en la lógica de esta publicidad, cuando se hace una vía, una carretera o lo que fuera, siempre hay alguien perjudicado por el bien común. Lo que esta publicidad colonial no muestra, es que no sólo los que viven al costado de la vía han sido jodidos, sino que ha sido bien jodido el País entero obligado a gastar tres mil millones de dólares en el trencito de la trasnacional, más el viaducto, el dragado del puerto y otros miles de millones de dólares que servirán para engrosar nuestra deuda externa.
Como suele ocurrir en este tipo de productos, no se trata sólo de ver qué se propagandea, sino que se trata de ver qué se oculta. Los grandes ausentes aquí son el Contrato ROU UPM negociado en secreto, la flagrante violación de la constitución que implicó dicho contrato, el deliberado ataque a la República y la soberanía nacional que es el verdadero objetivo de este contrato, el simple hecho de que tras UPM, Katoen Natie, Pfizer, Arazatí-Neptuno y el hidrógeno verde, se encuentran los fondos de inversión que planean, por razones políticas, estas inversiones en nuestro País, y la Reforma Constitucional Uruguay Soberano que, de triunfar, echará por tierra ese contrato y todo contrato negociado en secreto, ya que establecerá la transparencia y el control legislativo y popular en los futuros contratos de las trasnacionales con el Estado.
¿Sabés cuántas veces es nombrada la reforma constitucional impulsada por Uruguay Soberano en este bodrio? Cero vez. Ese es el concepto de documental que opera, en rigor, como una muestra de la forma de accionar de la gobernanza global, tema en el que Teivainen es experto. La gobernanza global son los técnicos que hacen como que escuchan a las poblaciones, para luego seguir perpetrando lo que venían perpetrando para validar, con una cobertura de diálogo, los planes diseñados por El Titiritero para el perjuicio de las poblaciones.
Todo aquello que ha nacido para ocultar, revela. Si te quieren hacer creer que nada podés hacer para revertir la invasión del capital financiero que viene por nuestra agua, nuestra tierra y nuestra soberanía, ergo, mucho podés hacer para revertir la invasión del capital financiero que viene por nuestra agua, nuestra tierra y nuestra soberanía.
Si se empeñan en mostrarte que la lógica que mueve al mundo es la lógica del lucro impulsada por las trasnacionales, y que ninguna otra lógica puede prosperar, es decir, que la democracia no puede hacer prevalecer sus ideas y necesidades sobre la lógica de las trasnacionales, ergo, la democracia puede hacer prevalecer sus ideas y necesidades sobre la lógica de las trasnacionales.
Si se empeñan en convencerte que aquello reversible es ineluctable, ergo, lo ineluctable es reversible por medio de una reforma constitucional que va a inaugurar un tiempo nuevo.
El título del documental es "UPM en Uruguay: colonialismo o desarrollo", y ya se sabe que, cuando se presenta una alternativa, la voluntad del que presenta la alternativa se encuentra en la opción final, pero lo curioso es que el MOVUS no publicitó este título, sino otro que fue la manera en que Teivainen presentaba (embaucaba) el proyecto, a sus allegados: "UPM en Uruguay: Colonialismo finlandés o Desarrollo sostenible".
Con respecto a esta alternativa, uno no sabe si prefiere caer en el fuego del colonialismo finlandés, que en rigor, es el colonialismo del capital financiero, o en las brasas del desarrollo sostenible, donde, bajo los dictados del capital financiero, debemos dejar de criar ganado y llevar a cabo bicisendas mamarrachescas.
Algo más nos enseña esta propaganda. Astutamente no fue presentada en el Parlamento por los representantes de UPM, el sistema político a su servicio y los sindicatos aherrojados por Soros, sino, gobernanza mediante, por el MOVUS, EL COSTADO DE LA VÍA (creado por el MOVUS) y el diputado Lust, lanzado al ruedo político por el MOVUS.
Tengo mi explicación de por qué el MOVUS patrocina en Uruguay el último grito del capital financiero, pero dejemos ese asunto a la imaginación del lector. Si quiere ver el documental, comuníquese con el MOVUS, que en su publicidad del evento ha puesto los teléfonos de sus representantes.
Si alguien quiere contactarse para luchar por la soberanía, no necesita nuestro número de celular. Tiene sobrados mecanismos para comunicarse con un movimiento que no ha nacido para validar la invasión por medio de una mera crítica testimonial. A nosotros no nos financia ninguna entidad misteriosa, sino que nos financiamos nosotros mismos. Es sabido que la dependencia económica genera dependencia política, así que mejor ser pobres y libres que financiados y atados como fiambres.
El enemigo detecta al enemigo. El primer recurso, es silenciarnos. Luego, cuando ya sea imposible silenciarnos, pasará a atacarnos. Ese será el principio de su caída, pues sus falacias serán pulverizadas por nuestra verdad.
No hay un sólo caso en la Historia en que la verdad no haya sido silenciada por el Poder para luego ser arrojada al potro de tormento, y sin embargo, siempre hubo de labrarse un camino entre los hombres.
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias