¿Cómo nacieron las palabras?
Marcelo Marchese
31.12.2023
Es curioso que de un asunto tan vital, tengamos tan pocas ideas, que nuestro presente tenga tan pocas ideas, y en especial, el mascarón de proa de la confusión: la ciencia llamada “lingüística” y su pope.
Una cosa es lo que pensaba Saussure y otra lo que dicen que pensaba Saussure, ya que le tenía fobia a publicar (las fobias son tiránicas) y se publicaron apuntes de un estudiante que luego reelabora la Universidad, una de las peores cosas que creó la Iglesia con el propósito de dogmatizar.
El fruto no cae lejos del árbol.
Al parecer, se publicaron nuevos textos de Saussure, estos sí escritos por él, que irían en contra de lo que dice el insufrible manual.
El mundo está formado por cosas que en rigor, son diferentes para cada uno de nosotros, pero en algo, son iguales. Vos y yo jugamos al tiro al blanco, el blanco es el mismo y los dardos van al mismo blanco, pero no vemos el mismo blanco, y cuando estás feliz, ves el blanco de forma diferente que cuando estás triste.
Así que ahí están las cosas, que tienen un poder magnético sobre nosotros, demostrado por la gravedad, por los imanes y por los aromas. Esas cosas emanan sustancias, pero el hombre, que también es una cosa, emana sustancias y tiene la capacidad, más que cualquier otro animal, y por su extraordinaria sexualidad, de percibir las sustancias que emanan las cosas. Cuando el hombre percibe esas sustancias que emanan las cosas, les pone nombre en función de su capacidad de percibir, por lo que los nombres de las cosas, las palabras, están compuestas, al menos, de dos partes, la cosa y el hombre.
En moon y en luna está el movimiento de la luna y las dos lunas. En blood está la pesadez de la sangre, y en sangre, su sustancia y vitalidad. Zig zag, es un ejemplo bien sencillo, y otro, aurora, donde está el movimiento ascendente del sol con la A y la U, amén de que está el oro del sol en aurora. En Eva y Venus, es crucial la V, que son las piernas abiertas de la mujer para recibir y dar vida. La A es la otra letra femenina por excelencia, por ser una V invertida. En madera, se encuentra "madre", ya que el hombre desciende de los árboles.
"Si (como afirma el griego en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa
en las letras de 'rosa' está la rosa
y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'."
Para el salvaje, para todo salvaje, el nombre es la esencia de la cosa. La degeneración del ser humano, el progreso, olvidó esa verdad sencilla. Nombramos las cosas por lo que nos sugieren las cosas. La magia, toda magia, se basa en esa idea principal, pues con las palabras adecuadas, entonadas de manera precisa, se convocan espíritus.
Si un hombre percibe erróneamente una cosa y la nombra, esa palabra no perdurará, pues los otros hombres la dejarán de lado por no sentirla, por no considerarla auténtica, por no ser sincera. Es por esto que amamos a los poetas sinceros y despreciamos a los falsos, que en rigor, no son poetas.
La lingüística nada puede aportarnos sobre las palabras. Son los poetas, y los magos, los que saben del poder de la palabra. Los lingüistas creen que la palabra es arbitraria, pues carecen de la capacidad de sentir a las palabras, cosa que no ocurre con el poeta, el mago y el psicoanalista, que es un mago que cura con palabras, pues sabe que la palabra está unida a la cosa que nombra.
El inconsciente, que es el lugar en el que trabaja el psicoanalista, está formado por palabras, y el inconsciente es el vínculo con la especie, pues todo lo vivido por la especie, aguarda y se estructura con palabras en el inconsciente. Desde que las palabras no son arbitrarias, sino que están sólidamente unidas en el inconsciente, y de hecho, lo forman, puede darse la cura por medio de palabras.
Muchos hablarán en contra de las palabras, y harán todo su discurso en contra de las palabras, con palabras. Estos se parecen a aquellos santones que hablan todo el tiempo en contra del ego, manifestando un ego superlativo con su deseo de pedir atención con falacias.
Ponete a pensar cuántas veces en tu vida, acontecimientos importantes estuvieron unidos a palabras. Por ejemplo, cuando ella te dijo "te amo".
El poder de las palabras viene desde que tu madre te daba de mamar, y en ese momento, te decía preciosas palabras de amor. Por lo tanto, la palabra, es una manifestación del Amor, la fuerza que rige el Universo. Ahí tenés otra palabra natural, "Universo", Uni Verso, otra prueba de que al mundo lo hacemos con palabras.
"En el principio, era la palabra, y la palabra estaba con Dios y la palabra era Dios"
Sólo te resta saber que no hay otro Dios que vos, que vos sos el Dios de tu vida. En un Universo infinito, no hay un centro del Universo, salvo que comprendas que vos sos el centro del Universo. Aquí vendrán los denostadores del ego, los esclavos denostadores del ego, ya que el esclavo es esclavo pues le aniquilaron el ego.
Estas verdades serán combatidas, pues nuestro estado actual de esclavitud no puede tolerarlas, pero cuando uno escucha una verdad, aunque la resista, en algún lugar sabe que es verdad, pues su inconsciente sabe que es verdad. Eso se da, precisamente, porque las palabras son la esencia de la cosa y del hombre.
Fijate en la palabra "palabra". Está pala, está abra, está habla y está ala. Las palabras son aladas, y de esa manera, unen las cosas con el hombre, palabra muy parecida y que deviene de "hembra", ya que es la hembra la que hace al hombre y le da las palabras.
La primera palabra fue creada por una mujer, que sería, para nosotros, Eva, y esa palabra fue un acto de amor, un acto de amor por su criatura, a la que dio un nombre.
En ese preciso instante, nació la especie humana.
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias