El Comité Olímpico boicotea a los Juegos Olímpicos
Marcelo Marchese
06.08.2024
El Comité Olímpico Internacional, "asociación sin fines de lucro" que factura miles de millones de dólares y que ha estado involucrada en escándalos de corrupción, es una trasnacional que, como todas las demás, tiene una principal función que no es económica.
Lo mismo sucede con la FIFA, cuya figura jurídica, crea o no en tamaña burla el lector, es la de "asociación caritativa", y con la Coca Cola, UPM, Jan De Nul y Pfizer. Lo que buscan estas trasnacionales, dominadas todas por el fondo de inversión Vanguard, es otra cosa, aunque su instrumento sean las utilidades económicas.
Para empezar asistimos a una burda inauguración donde estaba ausente el deporte, y en cambio, campeaba triunfal la nueva ideología en un río repleto de bacilos fecales.
El personaje principal de la fanfarria, era un misterioso ser sin rostro, mitad héroe de video juego en guerra con los Templarios, mitad criado ataviado con una librea del siglo XVIII, un personaje que, se supone, encarnaría al hombre anónimo que generó el triunfo de la revolución francesa y la definitiva muerte del medievo, para entronizar la razón y el capital.
Se nos quiere hacer creer que ese ser sin rostro somos todos nosotros, aunque toda representación de la masa humana siempre tuvo rostro, y sin embargo, eso que nos quieren hacer creer, es la más pura verdad: nos quieren convertir a todos en un ser sin rostro, sin identidad, sin nada.
El otro personaje clave fue un caballo metálico cuyo objetivo es cabalgar por la noche para anunciar el nuevo día. En todos los pueblos de la tierra, el caballo es un ser nocturno que representa las potencias ctónicas, pero al mismo tiempo, este ser nocturno se transforma en solar, ya que cabalga hacia al día, ya que durante el día, es guiado por el hombre, pero por la noche, guía al hombre. Este caballo mecánico que por medio de artilugios cabalga sobre las aguas, así como en el pasado, el hijo del hombre caminó sobre las aguas, nos anuncia el nuevo día mecánico, el nuevo día de metal, el día en que seremos entes sin rostro, sin identidad, sin nada.
Como telón de fondo de esta cabalgata y del protagonista que porta una antorcha metálica, tenemos a la catedral más importante de occidente y cuyo nombre refiere a la diosa, Nuestra Señora de París, que, no lo olvidemos, fue incendiada un lunes de Semana Santa.
Mientras se nos muestra la libertad conquistada por medio de cabezas decapitadas (andá sabiendo que todo gran logro exige sacrificios) se insiste con un concepto de la libertad por el camino de arrasar las religiones, ya que las religiones serían la anti libertad, el antiracionalismo. No se eligió cualquier figura, sino una obra emblemática de occidente, la obra de uno de los artistas más geniales de la humanidad, una obra destruida, ya que, de manera inconsciente, por su libérrimo espíritu de experimentación, Leonardo detonó su propia obra, mas luego, vinieron los curas y luego, los civilizados soldados franceses, que al tiempo que saqueaban, siguiendo órdenes, los archivos de la Inquisición y los tratados de magia derivados de sus interrogatorios, arrojaban cascotes a la obra donde se presentaba al hijo del hombre en el momento sublime en que le dice a sus amigos: "uno de vosotros me traicionará", que es una de las maneras de representar, en su más amplia gama, la enorme plasticidad humana.
Dejemos este patético, funesto y orquestado acto inaugural, que es lo que quedará de estos juegos junto a lo que será la ceremonia de clausura, y aboquémonos a las medidas del Comité Olímpico Internacional, que no se integra con delegados nacionales, sino que se elige a sí mismo: los miembros del Comité, eligen a los miembros del Comité de esta organización secretista que atiende a lógicas que nada tienen que ver con la democracia de las naciones. Digamos que actúa tal cuál el FMI o la OMS. El Comité Olímpico participa de las asambleas generales de la ONU y comparte los mismos planes. Su primer objetivo es impulsar el deporte, el segundo, la cultura, y el tercero, el cuidado del medio ambiente, pues, nos dicen, el planeta se convierte en un horno y tenemos que arrancar la cabeza a los ganaderos que nos llevarán a la ruina y plantar eucaliptus salvadores donde antes pastaban vacas, a las que debemos dejar de darles de beber y con esa agua hacer gasolina sintética, como hará HIF Global.
Esta organización sin fines de lucro que ha sido denunciada por gastar millones en fiestitas privadas (me viene a la cabeza el film "Ojos bien cerrados", título que refiere a nuestra actitud ante la verdad) estableció la paridad de género en el deporte, cosa que debería hacer pensar a las feministas, pues se dicen enemigas del poder y resulta que es el poder quien las financia y respalda: los todopoderosos fondos de inversión, el Banco Mundial, la ONU, la FIFA, el Comité Olímpico, y en suma, el Diablo.
Que al fútbol femenino no lo siga nadie, y que al fútbol masculino lo sigan millones, no es óbice para el comité olímpico, que quiere igualar al hombre y la mujer, cuando el hombre y la mujer, son diferentes y jamás podrían ser iguales, en tanto sigan siendo hombres y mujeres. Si fueran iguales, no sólo esta vida sería un bodrio, sino que no habría vida humana.
El hombre y la mujer logran sus objetivos por medios distintos, y si el hombre debe desarrollar instituciones de ataque para defender su tribu, la mujer debe desarrollar instituciones de enseñanza para sostener su tribu. El arma de la mujer, no es el ataque, sino la atracción. En el deporte, el hombre se destaca por la fuerza, la mujer, por la elegancia. Ninguna de las dos maneras de ser, las fuerzas universales que expresan, es más poderosa que la otra: se complementan en la danza humana.
El ataque a esta realidad, ya que la realidad que se ataca es la existencia de los sexos, llevará a que dos hombres autopercibidos como mujer, se disputen la final de boxeo femenino (un boxeo femenino que ya de por sí es un despropósito) mientras algunos desnorteados argumentan que eso que a todas luces son hombres, en realidad, son mujeres, pues le creen al Comité Olímpico que les dice lo contrario de los que sus ojos ven.
Tenemos más ejemplos del boicot al deporte, como ese hombre que hubo de vomitar luego de ser obligado a nadar en el Sena de los excrementos, como el equipo de triatlón belga que se retira de la competición pues uno de ellos fue apestado por dichos excrementos, o los deportistas que huyeron de la villa olímpica a causa de su dieta vegana (comer huevos es pecado) mas pasemos al tema crucial de la antorcha olímpica.
¿Qué simboliza la antorcha olímpica? Es el fuego de Prometeo, que robó la chispa divina del olimpo para darla a los hombres. La chispa divina no es el fuego, sino lo que simboliza el fuego, esa cosa espiritual que expresamos mediante las palabras.
El hombre, al despertar el fuego que anida en la madera, se distanció para siempre del mundo animal para regir su destino a diferencia de todo otro animal. Ha marcado esa frontera con el fuego. Nosotros, al establecer leyes y límites, escribimos nuestro destino. Nuestro dominio del fuego nos recuerda el acto limitante y creativo.
La antorcha metálica nos anuncia que nuestro dominio del fuego pretende ser llevado a su fin, como te anuncia la dificultad de encender un fuego en Europa, ya que las estufas a leña, compiten con el ganado en este asunto de convertir el planeta en un horno, y las cocinas a gas, han sido suplantadas por la vitrocerámica.
Los guardianes de la humanidad no quieren que sea el hombre, en su obrar inconsciente, quien defina el futuro del hombre. Ellos son nuestros dioses y ya saben a dónde llevarnos. Cabalgan en la noche que anuncia el nuevo día para convertirnos en un hombre de metal sin rostro. El microchip que lleva la cédula y la tarjeta de crédito, en cualquier momento nos lo encajan bajo la piel, "por nuestro propio bien"
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias