Okja

Mathías Dávalos

04.07.2017

Dirección: Bong Joon-ho. Guion: Jon Ronson, Bong Joon-ho. Fotografía: Darius Khondji. Elenco: Ahn Seo-hyun, Tilda Swinton, Paul Dano, Jake Gyllenhaal, Giancarlo Esposito, Steven Jeun. 120 minutos. 2017.

 

La nueva película del director surcoreano Bong Joon-ho (primera que le produce la plataforma de streaming Netflix) armó bastante revuelo previo a su estreno. En mayo fue parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Cannes, pero Netflix se negó no solo a exhibirla en circuitos de cine masivos (salvo en algunas salas de Corea del Sur y de Estados Unidos) sino también en salas de Francia. Esto llevó a diferencias entre las partes que se saldaron con una decisión de la organización del festival: de 2018 en adelante, todo film que se estrene en Cannes también deberá hacerlo en salas de cine francesas.

Tras su paso por Cannes, en su mayoría con críticas positivas más allá de abucheos cuando apareció el logo de Netflix en la pantalla de la primera exhibición en el festival, Okja fue estrenada a nivel mundial por la plataforma el último miércoles de junio. Y lo primero que uno puede lamentar, ante su riqueza visual, es no poder ver en el cine esta historia de amor, amistad y aventuras entre una niña y su mascota, un "supercerdo" genéticamente modificado, más similar a un hipopótamo que a un porcino.

La realización del animal generada por computadora (CGI) es fascinante y con énfasis en su interacción con terceros y con los diferentes escenarios donde transita. Una presencia que ilumina. Tras esta presentación, Bong Joon-ho desarrolla la primera parte de la historia, idílica, en la relación de equilibrio entre Okja, la niña Mija, su abuelo campesino y su hábitat natural, entre paseos por montañas, juegos y abrazos.

Como lo hiciera en The Host (2006) y en El expreso del miedo (2013), Bong Joon-ho vuelve a plantear elementos exteriores opresivos ante el humanismo que exponen sus personajes centrales, entre el heroísmo y una marcada sensibilidad introspectiva. En este caso, la corporación Mirando, que ha generado y alterado genéticamente estos supercerdos y los ha repartido para su crianza en distintos puntos del mundo. Pero un día, tras diez años, son reclamados para planes corporativos como destructivos: primero una feria y luego comprobar su sabor en la parrilla. Una vez planteado el conflicto esencial, el director comienza a trabajar entre géneros y personajes con diferentes resultados.

Entre lo mejor de Okja están la ya mencionada presencia del animal en la pantalla, el carácter valiente que le otorga la actriz Ahn Seo-hyun al personaje de Mija, y ciertos riesgos visuales y climáticos en la trama que aborda Bong Joon-ho, entre la comedia, la ciencia ficción y el drama. Dos ejemplos audiovisuales opuestos suscriben la dedicación del director: la coreografía de una persecución en un desfile en Nueva York, y el terror invasivo en un matadero de Nueva Jersey aunque sea con animales creados con efectos digitales.

Entre lo peor, la mayoría de las interpretaciones de correctos actores. La ironía que roza la idiotez, la sobreactuación en los personajes adultos. Paul Dano para el olvido como líder del Frente de Liberación Animal (que busca la liberación de los cerdos y lucha contra la corporación); Jake Gyllenhaal irrisorio como veterinario y conductor de TV; y Tilda Swinton, CEO de Mirando (para peor con hermana gemela), nuevamente repetitiva hasta el hartazgo en un nuevo rol de villana. Afortunadamente el elenco incluye a Giancarlo Esposito, asistente en Mirando, a quien le basta tan solo con su presencia para salvar varias escenas.

En un futuro no muy lejano es probable que se recuerde a Okja como aquella película que provocó el conflicto industrial Cannes/Netflix al modificar las reglas de distribución y de mercado en películas, y además por ser una entrañable historia de amistad al estilo de E.T., el extraterrestre (Steven Spielberg, 1982) o de La historia sin fin (Wolfgang Petersen, 1984) pero autoconsciente de su momento histórico, en años de crisis alimentaria global, del problema del cambio climático, de crecimiento del activismo pro-derechos de los animales, corporaciones biotecnológicas (Monsanto) y de líderes internacionales (Donald Trump) descontrolados por su arrogancia.

 

 

 

Foto: Netflix

Mathías Dávalos
2017-07-04T15:31:00

Mathías Dávalos

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