Mujica, el viento del sur. Eduardo de León
25.05.2025
Discrepo con aquellos que creen/ que hay una sola eternidad/Descrean de toda soledad/Se engaña quien cree la verdad La Casa de al lado, Fernando Cabrera
Del jardín edénico a la utopía
Entre 1987 y 1988 Rio de Janeiro hervía dentro de una enorme efervescencia cultural, filosófica, científica. La humanidad de una modernidad tropical. En la belleza de Rio y su batuque constante con violencia desnuda los sueños despertaban y todo volvía a empezar, nuevo, - dulce tristeza sin fin y felicidad sin saber el fin - tras la noche oscura del sur. La ciudad se detenía todas las noches de segunda a sexta feria en el 'horario noble' para mirar la telenovela "Valetudo", abierta por la voz de Gal Costa con Brasil, de Cazuza. 'Quiero ver quien paga para que la gente quede así': otra experiencia posmoderna de la que leíamos en libros frescos apenas publicados en Francia o Estados Unidos.
Bullían los nuevos movimientos sociales, el feminismo, los favelados, la cuestión negra en la ciudad baluarte del carismático gaucho Leonel Brizola, Paralamas y Tom Jobim. Y el Faroest Caboclo: en todo Brasil en transición la nueva izquierda del partido de los trabajadores avanzaba palmo a palmo en las ciudades.
En Rio recibí textos llamativos de Mujica. Durante una visita a Montevideo en diciembre de 1987 le escuché cuando tomó la palabra en el acto del Estadio Franzini. El MLN asumió la plena incorporación al Frente Amplio 'abriendo abajo' un Frente Grande. Nunca perdió de vista la alerta de Raúl Sendic contra el dogmatismo escolástico del fraccionalismo libresco de la izquierda marxista de los años 60's - "la acción une, las palabras dividen" - Mujica hizo un llamado al abandono de las 'garras de la urgencia' de la lucha armada para volver a leer, a pensar y escribir: Muchas veces no logramos hacer las cosas fundamentales que queríamos hacer.
Pero a la vez situó el eje de la lucha política en la esfera cultural partiendo de una afirmación poderosa de autodeterminación individual: "No estamos luchando para que una sociedad tenga más líderes políticos, sino que nuestra lucha es por un Hombre Nuevo que sea capaz de liderarse a sí mismo" (1). Mujica estaba en la otra galaxia de cualquier punto de partida colectivista y determinista: la lucha era la producción de subjetividad libre y soberana.
Antes de su llegada al parlamento en 1995 navegó entre la chacra, la ambivalencia humana sobre las secuelas de la derrota y el seguimiento atento del fin de la URSS y el comunismo de Europa del Este que confirmaba la crítica del sistema autoritario. Pero Mujica ya entonces desplegó las constantes - trazando el único tajo del imperialismo - de un discurso que atraviesa 30 años de la historia del Uruguay y lo instala sorpresivo en el mundo actual: 1. SIN enemigo. Mujica es antipopulista comunicativo. Y claramente, a cierta altura de su pensamiento, es antipopulista económico. 2. Inclusivo. 3. Pluralista. 4. Existencial: la infraestructura del discurso de Mujica es la densidad existencial y la conversación profunda, ligera o pícara sobre el sentido de la vida. 5. De trasfondo utópico: una sociedad de soberanía del individuo sobre el tiempo.
La guerra y la paz
Pero la palabra populismo es muy ambivalente y polisémica. Para la teoría comunicacional de Ernesto Laclau-Carl Schmitt la política populista se define por el eje amigo/enemigo y al fin es el enemigo que constituye sujetos políticos y sociales y nos constituye. ¿La política es la continuación de la guerra por otros medios? La esencia de Mujica es la némesis del populismo: la política como estrategia de paz - diálogo, inclusión y reconocimiento de pluralidades - reconfigura el conflicto como lucha legítima entre visiones del mundo dentro de marcos comunes creando condiciones para la libertad personal y la felicidad de aprender a ser uno mismo.
El carisma del odio regresa a nuestra 'edad de la ira' - Pankaj Mishra- en todos los continentes y civilizaciones: casta, corpo, zurdos, chivatos, feminazis, escuálidos, gusanos, "Muzzie" o "Katua", enfermizo, dalit, cucaracha, infiel, vendido, tribalista. "Murtad" (apóstata) "Munafiq" (hipócrita) y la parábola de Mujica es una respuesta humana integral. La política de Mujica, antigrieta y transformadora, sale del dolor contra el resentimiento, se burla de la ira contra la solemnidad de héroes y antihéroes: "No caí por valentía, caí por falta de velocidad". Las identidades adentro de Ejércitos en Guerra permanecen seguras, pero pasan lejos de la lucha efectiva contra la desigualdad o los cambios del modelo de desarrollo. La disolución del yo en la personalidad colectiva de tribu, barra brava o adentro del hechizo del carisma del odio es funcional a la reproducción de poderes y estructuras impersonales concentradas en mercados, Estados o cúpulas de organizaciones religiosas, étnicas o culturales.
El largo atajo populista revolucionario
Si vemos a Mujica desde la perspectiva de Isaiah Berlin, pensador liberal y estudioso del populismo ruso - modelo clásico del populismo revolucionario - es distinto. Berlin muestra la relación compleja de las tendencias populistas rusas premarxistas con valores liberales ilustrados occidentales, ideas mesiánicas libertarias o socialistas. La comuna rusa, las tradiciones campesinas rusas, el pueblo como sujeto son vistos como bases para un salto desde el atraso hacia una modernidad socialista evitando los costos desorganizadores de la modernización capitalista. Los socialistas marxistas rusos ortodoxos - los mencheviques - consideraban inevitable y necesario el tránsito de Rusia por una etapa de desarrollo capitalista y democracia para recién después avanzar hacia el socialismo. El eurocentrismo determinista del marxismo occidental suponía necesaria la maduración de las fuerzas productivas y clases modernas en todas partes, pero los populistas veían precisamente en el atraso y la demanda de tierra de las inmensas masas campesinas la ventaja para un salto directo al socialismo. En una carta a la revolucionaria populista Vera Zasulich el propio Marx sostiene que la periférica Rusia no tiene porqué repetir mecánicamente las etapas del desarrollo europeo y Lenin busca una síntesis entre marxismo y populismo ante la guerra y el derrumbe del zarismo: la alianza obreracampesina, la unión de las ventajas del atraso y lo moderno. Tras la derrota de la revolución europea y la victoria de Stalin en Rusia la idea del salto populista se extiende hacia el sur, China y los movimientos anticoloniales alzando la bandera del antiimperialismo y la primacía de la cuestión nacional sobre la cuestión social moderna y la cuestión democrática que estaban unidas en el socialismo clásico y el movimiento socialista libertario.
El agua sucia y los caminos de la utopía
El clima ideológico de América Latina luego de la segunda guerra mundial, la Guerra Fría y la victoria de la revolución cubana recrea la visión populista revolucionaria del atraso como ventaja. El foquismo rural del Che es su máxima expresión. Pero en los años 60 del siglo XX la modernización capitalista de la mayor parte de América Latina, la urbanización y expansión de estructuras de clases modernas, ya llegaron demasiado lejos para la oportunidad del salto.
La izquierda nacional de los años 50 y 60 rechaza con razón - junto al pensamiento moderno - el determinismo económico o hegeliano, la fe en el progreso lineal del siglo XIX y un desarrollo rígido en etapas. Lo reemplaza por teorías mecánicas de la dependencia. ¿Que sería lo contrario de la dependencia?:la liberación hacia la independencia de un sistema socialista, que encarnaron la URSS y Cuba y la sobredeterminación - como Bismarck o Napoleón III - de la cuestión nacional sobre la cuestión social y la cuestión democrática. El apoyo a la Junta de Galtieri en la Guerra de las Malvinas de 1982. Con el agua sucia del eurocentrismo la crítica de los años 60 se lleva puestos tres ejes centrales y actuales del legado clásico, si eludimos su lectura literal: primero la complejidad de los capitalismos, segundo la noción del socialismo como movimiento emancipatorio por igualdad y libertad sin anticipación imposible de una sociedad futura que está abierta - para Marx anticiparla es especulación utópica - y tercero la relación entre economía, cultura y tecnología sustituida por el voluntarismo dramático y heroico de las guerrillas en las décadas del 60 y 70 del siglo XX o por identidades inmateriales de la cultura en los años 20 del siglo XXI.
En la peripecia de 100 años nacida contra la autocracia feudal del zarismo en Rusia y los señores de la guerra de China se construyó otra salida de la sociedad tradicional hacia nuevos tipos de capitalismos: "El comunismo fue la vía más larga hacia el capitalismo" dijo Mujica. El marxista Barrington Moore distingue caminos revolucionarios democrático burgueses que llevaron a capitalismos liberales como Estados Unidos o socialismos democráticos como los países nórdicos y rutas conservadoras y corporativas de capitalismos a través de fascismos. Las revoluciones comunistas que destruyeron el antiguo régimen implantaron el Partido Estado para avanzar hacia un capitalismo extractivo, oligárquico y débil en Rusia y capitalismos modernos de mercado coordinado en China o Vietnam.
¿Cuáles son, en cada vía de desarrollo capitalista, las posibilidades nuevas para avanzar hacia la humanización de las sociedades actuales, aumentar el control social del Estado y los mercados, frenar la destrucción para la renovación ecológica de la economía, reducir la mercantilización de la vida o la opresión interpersonal creando espacios tangibles de libertad y felicidad posible de las personas? Estas y muchas más son las preguntas verdaderas de una política de izquierda inspirada en Mujica. No espera un nuevo sistema entero.
Un regreso distinto a un nuevo sitio de partida
Mujica se formó y entró en la lucha adentro de la atmósfera populista revolucionaria, la contestación al marxismo clásico y el liberalismo filosófico y epistemológico de la ilustración. Pero expresa el nuevo movimiento del sur que regresa a los sitios de partida de la emancipación humana para renovarlos, pues la contestación también fracasó. En su peripecia Mujica rechaza la teoría del salto populista revolucionario: "Puedo ser más claro: los intentos de construir países socialistas desde países pobres, en mi humilde opinión, demostraron que son quiméricos e imposibles" (2). "El socialismo no es posible en una sociedad pobre" (3) "solo es viable sobre la base de un capitalismo floreciente" (4): Suecia, Noruega, Finlandia llegaron lejos aliando capitalismo desarrollado y bienestar social. Parte de la izquierda le reprocha que no salte. Quieren que vaya "más allá" de todas las variedades de capitalismo sin sujetos sociales ni sistémicos. Dice Gabriel Delacoste que "pasó de la izquierda radical al centro, y llamó aprendizaje a ese movimiento... si queremos evitar los mismos errores, tenemos que poder sacar alguna lección de su trayectoria." (5). Mujica no salta al vacío. Ni se puede saltar: los capitalismos y la cultura humana son complejos y contradictorios. Arreglando la vereda de mi cuadra y sin Palacio del Invierno José Mujica y Antonio Gramsci pelean hegemonía para crear más allá.
Evolucionario
Mujica no es evolucionista, porque no concibe un camino único hacia un modelo único. Menos transitando etapas predeterminadas en el Espíritu o relaciones de producción. Cuando parece que ganamos volvemos a perder y cuando todo se perdió nos volvemos a levantar. Cuando resplandecen los derechos humanos, las conquistas de postguerra se disuelven en el aire. Y cuando no queda nada, alguien grita pica por todos los compas y el juego vuelve a empezar. No hay progreso lineal. Y nada está predeterminado. Los mencheviques no tenían razón.
Pero es evolucionario. Los mencheviques tenían razón. Se precisa madurez capitalista y democracia de calidad para avanzar. Existen varias vías contradictorias, no una, de marcha y contramarcha, para crear riqueza material tanto como controlar los riesgos humanos y ambientales, innovar la economia, redistribuir, unir el nuevo campo con las ciudades.
Hay progreso acumulativo cargado de incertidumbres sin garantía moral para defender humanidad. Claude Levi Strauss agregaría que el progreso acumulativo es función de un óptimo de diversidad: la homogeneidad de una civilización la condena tanto como el exceso de fragmentación y conflicto. Son necesarias coaliciones de culturas que preserven su diversidad tanto como sus contactos. Para Mujica no hay socialismo sin libertad ni autogobierno ni democracia sea lo que sea el socialismo, pero nadie puede imponer valores universales.
Entre Bonaparte y el socialismo transformador
Napoleón entra en Jena y Hegel lo contempla boquiabierto. Inmediatamente le escribe a su amigo Niethammer: "He visto al emperador -este "alma-del-mundo"- recorriendo a caballo la ciudad para revisar sus tropas. Es una maravillosa experiencia contemplar a semejante individuo...a lomos de su cabalgadura, extiende su brazo sobre el orbe y lo domina. Este hombre extraordinario, a quien es imposible no admirar" (6). En junio de 2011, ya en la presidencia de Uruguay, Mujica declaró pública y jocosamente que "Fidel secuestró a Hugo Chávez", (7) "le advertí desde el principio, cuando ganó la presidencia de Venezuela, que no iba a construir el socialismo. Y no construyó un carajo"(8) ... "Tendrás toda la voluntad de socialismo, de sociedad nueva, pero nacionalizar o estatizar para que venga para atrás no es progresar: es multiplicar los problemas en contra" (9)
En una perspectiva diferente de autores como Bolón (10) o Blixen (11) Constanza Moreira señala méritos compartidos de Mujica con la generación de líderes del "giro a la izquierda" impulsando "democracias plebeyas" y describe posiciones positivas o negativas de Mujica en una agenda amplia de izquierda. Pero Moreira destaca críticamente que "Para el socialismo reservó «una vela» (como lo fueron las empresas autogestionadas), pero respecto a los sectores agropecuario, minero y petrolero se pronunció por una estrategia de claro apoyo a la inversión extranjera." (12) El supuesto implícito es que el socialismo es un sistema - no un movimiento histórico emancipatorio - definido por algún tipo de propiedad de los medios de producción que exige voluntad. La tradición clásica situó el foco en el desarrollo capitalista y las fuerzas productivas. Para Mujica las ventajas de lo moderno reposan en el movimiento de la cuarta revolución industrial siempre creando un bloque de nexos profundos, políticos, humanos y existenciales, con los vencidos de la vida.
Nosotros tenemos que salir del subdesarrollo, lograr una sociedad más rica desde el punto de vista material y con una masificación mayor de conocimiento y cultura como condición para plantearnos un verdadero socialismo (12). La creación genuina de riqueza es compatible y necesaria para la superación de las desigualdades: "No se puede renunciar al crecimiento económico, porque nos da los medios para tener políticas sociales y atenuar las injusticias que el capitalismo sólo no puede resolver" (13). El nuevo conocimiento de tecnólogos y trabajadores abre puertas: "El capitalismo es muy fuerte para generar riqueza. Es imposible de vencer con decretos o con decisiones meramente políticas. Es un cambio de época. Utilizar los recursos del capitalismo con el máximo de inteligencia para tratar de tener sociedades mucho más calificadas" (14).
Los derechos de propiedad definen la formación de sociedades capitalistas modernas, dentro de un proceso histórico de conflictos sociales, coerción estatal y dinámicas de clase. Para Acemoglu y Robinson su impacto depende del tipo de instituciones inclusivas o extractivas. En mi tesis de maestría estudio el programa Transforma Uruguay que se desarrolló en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) entre 2015 y 2019 y el cambio de Mujica sobre "la vela" de autogestión a partir de su análisis autocrítico de resultados del Fondo de Desarrollo Social (FONDES) para las empresas recuperadas. Con excepciones el fracaso fue total con quiebras y pérdida de 85 millones de dólares debido a factores de mercado, gestión, organizativos. Moreira sugiere que todo es un problema de preferencia y asimetría de trato, es decir, de voluntad. Pero ni el capitalismo ni la autogestión son voluntad contra leyes del mercado, racionalidad económica o eficiencia de asignación de recursos. Hace poco Mujica explicó que falta aprendizaje histórico, pero no abandonó la perspectiva de economía social y apoyó la propuesta del entonces director de la OPP, Álvaro García, de reasignar el FONDES mitad para la pequeña y mediana empresa mitad para las empresas cooperativas a través del Instituto Nacional de Cooperativismo (INACOOP). En el origen del FONDES se jugaba un impulso profundo renacido en 2005 en la convocatoria de Chávez a las empresas recuperadas de América Latina. En el 1er. Encuentro Latinoamericano de Empresas Recuperadas por Trabajadores del 27 al 29 de octubre de 2005 Chávez proclamó por primera vez una idea de "socialismo del XXI". El discurso de dirigentes del PITCNT como Ernesto Abdala asumía una concepción implícita de empleo garantizado por el Estado que suponía cesar el funcionamiento de la economía de mercado. Los préstamos no eran préstamos ni reembolsables. Chávez retomaba el viejo camino bonapartista del poder de arriba y hacia 2006 comenzó el "Exprópiese ¡", oda voluntarista discrecional que destruyó velozmente reglas y certeza de la inversión. No era el poder nacido de la autoorganización de la sociedad civil, el capital social y político creado abajo y la construcción de instituciones. Y parte de la izquierda latinoamericana y mundial volvió a sentir el deslumbramiento con el espectro.
Autogobierno, capacidad sustitutiva y autonomía enraizada
El socialismo clásico es un movimiento de liberación, nunca fue un sistema acabado y menos estatización de los medios de producción. En 1875 Marx alerta a la socialdemocracia alemana sobre la idolatría estatista: "La libertad consiste en convertir al Estado de órgano que está por encima de la sociedad en un órgano completamente subordinado a ella, y las formas de Estado siguen siendo hoy más o menos libres en la medida en que limitan la "libertad del Estado". Cuando Lenin proclama la revolución de los soviets, es ovacionado y declara: «Vamos a proceder a la construcción del orden socialista». Pero Lenin no tenía contenidos de sistema para su continente. En el fragor de la revolución publica El Estado y la Revolución que presenta al socialismo como una sociedad de autogobierno y extinción de la autoridad del Estado. El ministro de finanzas de Lenin, Grigory Sokolnikov, es un brillante economista clásico bolchevique graduado en la Sorbona que logra equilibrio fiscal y sale de la economía de guerra con economía mixta: "negar la conexión al mercado mundial es un sueño reaccionario". El "sistema" "socialista" nace con Stalin, creador del marxismo leninismo y desde 1928 es un Estado Partido basado en el primer plan quinquenal y la colectivización forzosa del campo. La teoría del desarrollo económico de Gerschenkron - Economic Backwardness in Historical Perspective (1952) - muestra que en países atrasados la ausencia del capital requerido para la industrialización y la infraestructura y la falta de asunción de riesgos es compensada por una "capacidad sustitutiva" de tecnoburocracias competentes - en Rusia, China, Corea del Sur, Japón o Taiwán - que finalmente crearán "empresarios de invernadero" en la transición larga de la sociedad tradicional a variantes capitalistas.
La aceleración de la globalización deja atrás la era de 'capacidad sustitutiva' del Estado en la industrialización tardía de Asia del Este, los nórdicos o Nueva Zelanda. Para inducir al riesgo de capitalistas o la eficiencia del Estado desarrollista la clave no es el tamaño del Estado ni del mercado, la clave son los incentivos de la inversión. La teoría de la "autonomía enraizada" de Peter Evans explica que el salto al desarrollo humano para los países pequeños se debe a redes sostenidas en un capital social de arraigo profundo: éxitos y fracasos en el desarrollo deben comprenderse en términos de presencia o ausencia de sinergia entre sociedad civil, economía y Estado." (Block F y Evans P, 20007). Esa es la vía que Uruguay viene transitando paso a paso desde el fin de la dictadura y el reformismo del Frente Amplio. Mujica - como Liber Seregni, Tabaré Vázquez, Danilo Astori - es resultado y hacedor. En el folleto de 1910: El socialismo no es la violencia, ni el despojo dice Emilio Frugoni que la cultura cívica de la clase obrera es la fuente del poder creando y reformando instituciones legales, como derechos de propiedad, para reducir desigualdades. El desafío es inmenso: en países pequeños con poder institucional de clases populares como Uruguay Evans señala que estructuras y estrategias del Estado requieren contrapartida social. Construir los partidos y movimientos obreros que forman la base de una autonomía enraizada más amplia es un proyecto más complicado que construir una clase industrial al estilo de Schumpeter. Mujica es socialista convencido del potencial de apoyo en las ventajas de lo moderno junto a la voz de los sin voz. Madurez del capitalismo y transformación: el poder nuevo de trabajadores y tecnólogos - la estrategia innovadora del gobierno de Yamandú Orsi - unido al pueblo vulnerable de baja integración abre la posibilidad de una ruta humana creativa de alta productividad, control ambiental, humanización de la existencia y conquista de soberanía individual sobre el tiempo para producir una individualidad más rica.
Mujica le ganó a la derecha. Aprendió del déficit de empresas públicas o la velita del socialismo y siempre agrandó y mejoró la calidad y profundidad del proyecto. Una parte de la derecha repite la colección de prejuicios sin comprender, la extrema lo insulta, pero no nace de Uruguay. Sanguinetti expresa la reconciliación de la centroderecha con la izquierda de su otrora archienemigo en valores compartidos. En la penumbra del desencanto sopla el viento del sur desde el pequeño Uruguay.
Che y Pepe
Dicen voces en la izquierda: "Icono funcional al sistema", "guerrillero funcional al sistema". No tienen nada. "Para que los frenteamplistas aceptaran aquello cuyo rechazo los había llamado a existir, para dorar la píldora incolora de los tecnócratas neoliberales, el producto mediático llamado Pepe Mujica fue fundamental" dice Alma Bolón en Brecha. ¿Qué sistema no deja resquicio sin contaminar y quien puede hablar desde la pureza o atril de fiscal de defecciones si todo es sistema? Al sistema lo manejan titiriteros y no sabemos porque sólo seres excepcionales logran escapar de su cárcel universal para hablar con pureza desde el atril de fiscales. Para Mujica rebelde hay sistemas y subsistemas en plural y como en las instituciones democráticas o la guerra de una guerrilla usa todo resquicio. Se descubre y construye ícono global. Como si los héroes de esa izquierda no hubiesen labrado - valientes y heroicos si - monumentos de su inmortalidad y gloria eterna, semblantes de posteridad. Si hay disfuncionales al sistema entonces habrá iconos y guerrilleros que encarnan el antisistema, otro sistema.
En octubre de 1967 al Che lo asesinaron en Bolivia. No podía permanecer en Cuba y sólo seguir hasta el final como fantasma de guerra final. Tenía 39 años. Veinticinco años después los soldados preguntaron si seguían cobrando los sueldos a fin de mes y cuando les dijeron que claro, sin que nadie disparase un tiro simplemente cambiaron la bandera soviética por las de Rusia o las nuevas repúblicas de la disuelta URSS. Tarde o temprano conducirán a "un estado de funcionarios elemental, pobre y autoritario" avisó Gramsci desde su prisión. China siguió otra vía al capitalismo, los reformistas ejecutaron la banda de los cuatro. Entre 1978 y 1995 las reformas institucionalizaron el objetivo del beneficio en todas las empresas, la integración en la economía mundial adecuando las relaciones sociales domésticas a las normas capitalistas internacionales, un inmenso mercado de empleo, mercantilización autolimitada de la tierra y privatización de propiedades de empresas. Isabela Weber observa que China escapó de la terapia de choque antes de que fuera adoptada en Europa del Este o Rusia y se conocieran sus consecuencias. ¿Por qué no lo adoptaron? Porque tienen a su disposición un enfoque alternativo, el llamado sistema de dos vías.
El Che había escrito contra los incentivos materiales en el socialismo y reivindicado los incentivos morales para movilizar las personas en una economía estatizada que él también identificaba con el socialismo. Mujica y Topolansky guardan cartas del Che con devoción. El profeta inalcanzable del asalto al cielo. Ave Fénix, Jaime Roos en 1984 cantó que tal vez Che, Che: "Alla en el cielo te están llamando. Y en una de esas lo vas a oír. Y cuando nadie recuerde tu alma. Cuando se incendie una catedral. Manos de fuego abrirán tus alas. Y tú graznido renacerá." El hombre nuevo del Che no es repetición del hombre nuevo soviético, hay un fondo mesiánico cristiano: "el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible. No pueden descender con su pequeña dosis de cariño cotidiano hacia los lugares donde el hombre común lo ejercita. (hijos y mujeres) deben ser parte del sacrificio general de su vida. La utopía del hombre nuevo del Che es contrafáctica, niega la contradicción de la condición humana para hacernos, enteros, de nuevo. Digamos con Mujica en un acto tupamaro de 1993:" que aprendimos con el Che que no es sólo una cuestión de liberación nacional, sino que es una cuestión en el campo cultural, de los valores que practicamos..." Pero valores y subjetividad siguen direcciones diferentes. Mujica no es contrafáctico, transforma el mundo y la subjetividad desde lo que somos, no contra lo que somos.
En el Che el amor por la humanidad es único e indivisible y, como escribió Arendt sobre Robespierre, inmola su relación concreta con los seres humanos concretos en la revolución. En los inicios de los años 90 Pepe irrumpía como un relámpago en el mundo de la izquierda abriendo la cuestión de fondo del sentido del progreso y, más allá, del sentido de la vida convocando a producir sentido y libertad en las relaciones con los seres concretos y el aprendizaje de nuestra soberanía sobre el tiempo contra la mercancía o el Estado: El tipo de felicidad que nos promete el Occidente industrial, saquear el mundo, hacer pelota la naturaleza...olvida lo único permanente y esencial, el valor del cariño por una mujer, por un hijo que se sienta en las rodillas, por tener tiempo de tomarse unas grappas con un puñado de amigos. Mujica es un líder radicalmente uruguayo, un país irreligioso en el planeta en que naides es más que naides. Mujica se definía como estoico, pero en verdad invitaba a disfrutar la vida como epicúreo, el placer creativo del tiempo libre, sentido final de todo.
El igualitarismo republicano uruguayo no siempre premia a quienes vuelan alto. Pero no distingue reyes de emperadores, ni genios de corporaciones o gerentes de viajes espaciales. El déficit de religión se compensa con modelos de austeridad republicana y autodeterminación de "libertad para ser uno mismo". El hechizo que el Che aún ejerce sobre el mundo se parece a la locura y está en el cielo o en el viento como un Cristo que se fue tras resucitar en cada guerra: El revolucionario, motor ideológico de la revolución dentro de su partido, se consume en esa actividad ininterrumpida que no tiene más fin que la muerte, a menos que la construcción se logre en escala mundial. Mujica sólo declara su amor a la vida. El periodista Anderson Boscán dice que Pepe moviliza porque es lo extraordinario del hombre ordinario. La bella canción, "One of Us" de Joan Osborne, lanzada en 1995, pregunta "¿Y si Dios fuera uno de nosotros?", si fuera sólo "un vago como uno de nosotros, solo un extraño en el autobús, tratando de volver a casa".
Cinco días después de la muerte de Mujica por primera vez en la historia la gente festejó en las calles y la plaza de Minas la victoria del Frente Amplio cantando el himno de campaña, Arde la ciudad, un viejo tema de la Mancha Rolando: Tu equipo volvió a ganar/ te prendieron mil bengalas hoy/... /Pero tu estrella no está más/Se la llevó la mañana/Y aunque estés solo/ ahora tenés que seguir la función/Arde la ciudad/ llueve en tu mirada gris/ la gente festeja y vuelve a reír.
Eduardo de León, mayo 2025
NOTAS
1.Discurso Estadio Franzini, 13 de diciembre de 1987, cit en Eduardo de León Un inquietante juego de espejos, El Complejo de Próspero junto a Felipe Arocena y en coautoría con José Merquior, Simón Schwartmann, Richard Morse y Luiz Werneck Viana. Montevideo. Uruguay
2. Publicado 14 de marzo de 2015, entrevista con CartaCapital, Sao Paulo, Brasil.
3. Publicado 1 de diciembre de 2014 por el medio español Público.es.
4. El Sol, Colombia, "La visión socialista de José Mujica". 25 de marzo 2020 -
5. Gabriel Delacoste. Un bicho complicado. Edición 2060 viernes 16 mayo, 2025
6.Carta de Hegel a Niethammer. 13 de octubre de 1806
7.La República. Lima. Junio 2011. Publicada el 1 de diciembre de 2014 por el medio español Público.es. Entrevista de la periodista Ana Delicado
8. En una biografía publicada el 1 de julio de 2015, titulada Una oveja negra al poder por los periodistas uruguayos Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz
9. Ibidem 8
10. Alma Bolón "Sobre la oportuna moral de ser ex". Edición 2060 viernes 16 mayo, 2025
11. Samuel Blixen. El guerrillero funcional al sistema. Brecha ibidem
12. Constanza Moreira. Humano, demasiado humano. Brecha
13- Bolón, ibidem.
13, 14, 15 El Tiempo, citado en Grupo Milenio25 de enero de 2024, "Pepe Mujica: La economía y el dinero; 10 frases icónicas".
16 El estado como problema y como solución. Peter Evans, Revista Desarrollo Económico, 1994
17. Citado en de León, Eduardo, 1994. El complejo de próspero en coautoría con Felipe Arocena, ob cit
Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias