My Talibán Smartphone. Michael Mansilla
18.06.2025
El fin oficial de la guerra liderada por Estados Unidos en Afganistán y sin ayuda exterior dejo al país sin una economía viable. Ese vacío ha sido aprovechado por China.
El fin oficial de la guerra liderada por Estados Unidos en Afganistán y sin ayuda exterior dejo a el país sin una economía viable. Ese vacío ha sido aprovechado por China con una aproximación es la explotación de los vastos recursos minerales afganos, en particular el cobre, el litio y otros minerales estratégicos. Puede ser que alguna parte de su celular tenga minerales afganos.
Desde la retirada de las fuerzas estadounidenses y el regreso del Talibán al poder en Afganistán en agosto de 2021, China ha emergido como uno de los pocos actores internacionales que ha mantenido una postura pragmática, sostenida por un entramado de intereses estratégicos, económicos y de seguridad regional. En este contexto, las relaciones bilaterales entre Pekín y Kabul se han fortalecido, pese a la falta de reconocimiento oficial internacional del nuevo régimen afgano. Un eje central de esta aproximación es la explotación de los vastos recursos minerales afganos, en particular el cobre, el litio y otros minerales estratégicos. También se han hallado depósitos de gas y petróleo sin explotar. Aunque China solo tiene 76Km de frontera, es suficiente para oleoductos y gasoductos.
Las relaciones entre China y Afganistán están marcadas por el pragmatismo, especialmente desde que el Talibán retomó el poder. China busca estabilidad y acceso a recursos minerales, mientras que los talibanes ven a China como un socio clave no occidental que puede invertir sin condiciones políticas fuertes. Sin embargo, la inseguridad persistente y las dificultades logísticas han limitado la concreción de muchos proyectos, especialmente en minería.
Reconocimiento de facto.
China reafirmó su respeto por la independencia, soberanía e integridad territorial de Afganistán, así como por sus creencias religiosas. El nombramiento de embajador (septiembre 2023) China se convirtió en el primer país en enviar un nuevo embajador tras la toma del poder por los talibanes, una señal importante de acercamiento político y diplomático.
El 21 de mayo de 2025, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, se reunió en Beijing con su homólogo afgano interino, Amir Khan Muttaqi. Durante el encuentro, Wang Yi expresó el apoyo de China a una "gobernanza estable" en Afganistán, haciendo hincapié en el desarrollo, la lucha contra el terrorismo y el mantenimiento de buenas relaciones vecinales.
Cooperación Trilateral con Pakistán.
En la misma fecha, se llevó a cabo una reunión informal en Beijing entre los ministros de Relaciones Exteriores de China, Afganistán y Pakistán. Los tres países acordaron fortalecer la confianza política mutua y mantener relaciones amistosas entre vecinos. Además, decidieron celebrar el sexto Diálogo Trilateral de ministros de Relaciones Exteriores en Kabul en una fecha próxima.
Expansión de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
China anunció la expansión de su Iniciativa de la Franja y la Ruta hacia Afganistán a través del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC). Este desarrollo busca mejorar la conectividad y promover la prosperidad compartida en la región. Se discutieron medidas para facilitar el comercio, la infraestructura y el desarrollo, considerados motores clave para la prosperidad compartida.
¿Una nueva era minera?
El fin oficial de la guerra liderada por Estados Unidos en Afganistán deja varias preguntas a largo plazo, incluyendo cómo el país puede construir una economía viable. Ahora que la asistencia estadounidense se ha evaporado y la ayuda internacional está prácticamente suspendida, ¿qué opciones le quedan a Afganistán?
Una posibilidad reside en los recursos naturales. Afganistán posee una riqueza de minerales no combustibles cuyo valor se estima en más de un billón de dólares estadounidenses.Durante milenios, el país fue famoso por sus piedras preciosas: rubíes, esmeraldas, turmalinas y lapislázuli. Estos minerales se siguen extrayendo localmente, tanto legal como ilegalmente, en minas principalmente artesanales y pequeñas.Sin embargo, un valor mucho mayor reside en las reservas de hierro, cobre, litio, tierras raras, cobalto, bauxita, mercurio, uranio y cromo del país.
Si bien la abundancia total de minerales es ciertamente vasta, el conocimiento científico de estos recursos aún se encuentra en una etapa exploratoria. Incluso con una mejor comprensión de lo rentable que podría ser su extracción, la presencia de estos recursos impulsará una nueva economía. No será de inmediato. Una vez estudiado la magnitud de sus recursos, se estima que se necesitarán al menos entre siete y diez años para que la minería a gran escala se convierta en una nueva fuente importante de ingresos.
El Talibán ve en la explotación de recursos naturales una forma de independencia económica. China, por su parte, avanza con cautela, pero de manera decidida.
"Lo que vemos es una alianza táctica basada en intereses convergentes, no en valores compartidos", resume Raffaello Pantucci, investigador del Royal United Services Institute (RUSI). "China quiere estabilidad y minerales. El Talibán quiere legitimidad e ingresos".
La diplomacia del cobre y del litio podría estar apenas comenzando. Hay minería activa en Mes Aynak (Cobre), Ghazni, Herat, Helmand (Litio), Badakhshan (Oro y tierras raras), se propuesto desarrollar líneas de infraestructura propuesta (ferrocarril, carreteras hacia China o Pakistán)
El nuevo triángulo del litio.
Más allá del cobre, China mira con atención los depósitos de litio afganos, un mineral crucial para la fabricación de baterías. Aunque hay actividad minera del litio, no existen estudios formales en este rubro, funcionarios chinos y afganos han discutido en repetidas ocasiones su potencial explotación.
Analistas apuntan a una posible estrategia a largo plazo. "China no necesita resultados inmediatos, sino asegurarse el acceso futuro. Afganistán puede ser clave para diversificar su cadena de suministro de litio frente a la competencia global", explica Jennifer Hillman, exfuncionaria de comercio de EE. UU. y analista del Council on Foreign Relations.
Diplomacia de la Franja y la Ruta
Aunque Afganistán no forma parte formal de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) "Ruta de Seda", ya existen conexiones tangenciales. En 2023, se establecieron rutas comerciales para que Afganistán exporte productos agrícolas a China a través del corredor terrestre China-Kirguistán-Uzbekistán.
Asimismo, se han discutido propuestas para integrar a Afganistán en proyectos de infraestructura regional, particularmente en transporte y energía, lo que facilitaría la salida de minerales y la entrada de inversiones.
"Queremos formar parte de la BRI. Nos interesa el comercio, la inversión y la cooperación con todos los países vecinos, especialmente con China", declaró el portavoz talibán Zabihullah Mujahid en entrevista con la cadena CGTN en abril.
Acuerdos Comerciales en Monedas Locales
El 23 de mayo de 2025, el ministro interino de Comercio de Afganistán, Haji Nooruddin Azizi, anunció que el país está en negociaciones avanzadas con Rusia y en conversaciones preliminares con China para realizar transacciones comerciales utilizando monedas locales en lugar del dólar estadounidense. Esta iniciativa busca reducir la dependencia del dólar y facilitar el comercio bilateral, especialmente en sectores como productos petroleros y plásticos.
Se espera que el comercio entre China y Afganistán supere los 1.500 millones de dólares en 2025, con China desempeñando un papel crucial en la reconstrucción económica y social de Afganistán. La cooperación entre ambos países ha progresado significativamente, con proyectos clave avanzando sin contratiempos. Con la transición global hacia energías limpias y vehículos eléctricos, estos recursos han adquirido un valor estratégico sin precedentes.
El consorcio chino China Metallurgical Group Corporation (MCC) y Jiangxi Copper Company firmaron un contrato de explotación por 3.000 millones de dólares, convirtiéndose en la mayor inversión extranjera jamás registrada en Afganistán. El acuerdo incluía también el compromiso de construir infraestructura complementaria: una planta de fundición, una línea ferroviaria y una central eléctrica.
Litio, tierras raras y la carrera por los minerales estratégicos.
Más allá del cobre, Afganistán alberga una riqueza mineral aún mayor y menos explorada. Informes del Pentágono desde 2010 sugerían que el país podría tener mas depósitos de litio, cobalto, tierras raras y otros minerales valorados en más de un billón de dólares.
China, el principal actor mundial en la cadena de suministro de minerales críticos, ve en Afganistán una oportunidad para diversificar sus fuentes de abastecimiento y fortalecer su posición frente a sus rivales geopolíticos.
En este sentido, empresas chinas han expresado interés en explorar yacimientos de litio en regiones como Ghazni, Herat y Helmand, aunque hasta ahora no se ha formalizado ningún proyecto de gran escala.El desafío persiste: muchos de estos depósitos se encuentran en áreas remotas, sin infraestructura básica, y expuestas a tensiones tribales y armadas. Pese a ello, la perspectiva de un "nuevo triángulo del litio" en Asia Central (Afganistán, Irán y Pakistán) ha captado la atención de analistas y empresas chinas.
Los geólogos británicos y alemanes realizaron los primeros estudios modernos de los minerales de Afganistán en los siglos XIX y principios del XX. Pero fueron los soviéticos, en las décadas de 1960 y 1970, quienes realizaron el trabajo exploratorio más sistemático en todo el país, generando un amplio corpus de información detallada que sirvió de base para estudios más recientes. Se realizaron mapeos de campo detallados y muestreos masivos, incluyendo decenas de miles de metros de perforación de pozos, y análisis de laboratorio. Dado el tiempo y el dinero invertidos, parecería que se estaban gestando planes de alto nivel para explotar los minerales de Afganistán una vez que el país se encontraba bajo la influencia soviética.
Entre 2004 y 2011, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) realizó una revisión detallada de los datos disponibles , incorporando nueva información obtenida de su propio reconocimiento aéreo, una verificación de campo limitada y del Servicio Geológico de Afganistán. Este trabajo permitió identificar mejor los yacimientos minerales, su riqueza y abundancia.
El país menos pacífico
Tras un repunte inicial, la violencia ha disminuido significativamente en Afganistán bajo el régimen talibán. Sin embargo, Afganistán sigue siendo «el país menos pacífico del mundo en 2023», según el Índice de Paz Global .
Esto refleja, en parte, la rivalidad continua entre los talibanes y el Estado Islámico-Khorasan (EI-K). Esta rama del Estado Islámico sigue siendo el rival más poderoso de los talibanes a nivel nacional. Está compuesta por entre 4.000 y 6.000 combatientes, incluyendo exfuncionarios del régimen y miembros de minorías étnicas opuestas al régimen talibán. El EI-K ha sido responsable de la mayoría de las bajas civiles en atentados terroristas en Afganistán y se ha consolidado en las provincias del norte y noreste del pais.
Desde una perspectiva regional, el representa una amenaza de seguridad igualmente importante para los vecinos del norte de Afganistán en Asia Central . A finales de julio de 2023, EI-K se atribuyó la autoría de un atentado suicida en el noroeste de Pakistán que causó la muerte de más de 50 personas.
Sin embargo, el EI-K no representa la mayor amenaza para la seguridad de Pakistán. Más bien, el antiguo aliado de los talibanes se ha visto afectado por un recrudecimiento de los ataques violentos perpetrados por el Tehreek-i-Taliban Pakistan (TTP), un grupo terrorista que supuestamente goza de refugio en Afganistán . Según un informe reciente de la ONU , el TTP ha reabsorbido varios grupos escindidos y busca recuperar cierto control territorial a lo largo de la frontera entre Afganistán y Pakistán.
Afganistán y China comparten una corta pero estratégica frontera de 76 kilómetros en el remoto corredor de Wakhan, en la provincia afgana de Badakhshan. Aunque el paso es inaccesible durante gran parte del año, su simbolismo geopolítico es significativo: conecta Afganistán directamente con la región china de Xinjiang, hogar de la minoría uigur y epicentro de uno de los mayores desafíos de seguridad interna para Pekín.
Desde la toma del poder por los talibanes, otros grupos terroristas con una orientación más regional, como el Movimiento Islámico de Uzbekistán y el Partido Islámico del Turquestán (anteriormente conocido como Movimiento Islámico del Turquestán Oriental), también se han beneficiado de un entorno más permisivo para operar. Estos y muchos otros grupos son más pequeños, con decenas y cientos de integrantes, en lugar de miles. Sin embargo, tienden a coordinarse y cooperar entre sí, y cada vez más con el Estado Islámico-Khorasan (EI-K).
Esto preocupa especialmente a China. Pekín teme que el Partido Islámico del Turquestán, de tendencia extremista uigur, acabe utilizando Afganistán como base para atacar a China y sus intereses en la región.
Partido Islámico del Turquestán, ha realizado ataques contra objetivos internacionales, incluyendo un atentado en diciembre de 2022 contra un hotel frecuentado por ciudadanos chinos en Kabul. También persiste la preocupación por militantes uigures del Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (ETIM), que históricamente encontraron refugio en Afganistán.
Pekín ha exigido al Talibán que actúe con firmeza contra estos grupos. "No toleraremos que se use territorio afgano para dañar a China", advirtió un comunicado de la Cancillería china.
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