A SEGUNDA VISTA (*)

No es necesario ser cobarde para huir

22.02.2024

MONTEVIDEO (Uypress/Daniel Feldman) – Las más de las veces se pretende encasillarnos en estereotipos, generalmente paradigmas de la época que transitamos o de tiempos ya pasados pero que aún cuentan con muchos que se les aferran.

 

Huir es alejarse de algo, deprisa, de acuerdo a su definición.

En general se tilda de cobarde al que lo hace: pusilánime, "falto de ánimo o valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas", según nos enseña el Diccionario de la Lengua Española.

Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido...

... nos contaba (y cantaba) ya en siglo XVI fray Luis de León, el mismo al que se atribuye la frase "decíamos ayer...", al retornar a dar aulas luego de estar preso cinco años por la Inquisición. El teólogo, poeta y astrónomo estuvo recluido como sospechoso de haber traducido a lengua vulgar libros santos, y si bien siempre persiste la duda sobre si su famosa sentencia no se trata de una leyenda urbana de aquellos tiempos, igual vale.

¿Quién no ha huido en su vida? Es más, hasta sería capaz de deslizar la idea de que muchos de nuestros recorridos se construyeron a partir de huidas, escapes, de escabullirnos a través de los diversos recodos que nos presenta el camino.

Vaya uno a saber.

En esas cosas cavilaba al ver la foto e imaginar cuánto valor y destreza se necesitó para hacer que el viento o algún motor llevara la nave a esos parajes, para después abandonarla y huir hacia vaya uno a saber dónde.

 

Imagen registrada el 08/11/2021 en el balneario José Ignacio, departamento de Maldonado, Uruguay

(*) A SEGUNDA VISTA

La primera... la primera vista es la que nos convoca.

La segunda nos embelesa, nos llama a la reflexión, nos causa gracia.

 

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Daniel Feldman
2024-02-22T14:26:00

Daniel Feldman | Periodista