No en nuestro nombre. Ismael Blanco
04.10.2025
"La Appassionata" del genial Beethoven corresponde a lo que se denominó su "período heroico", en esa etapa su música se caracteriza por una gran fuerza, vigor y contundencia así como también la confrontación con sus circunstancias, audacia y coraje armónico y brutal dramatismo.
Carl Czerny, contemporáneo del compositor, sugirió que la obra podría representar "olas del océano en una noche tormentosa", una metáfora que alude al doloroso estado emocional de Beethoven.
La sonata es un gran himno a la pasión humana, que el propio Beethoven concebía como una erupción del alma que anhela la felicidad.
Esta sonata del genial Beethoven, conmueve y se alza como un grito desesperado, lleno de angustia y dolor en estas terribles y angustiosas horas, donde el nazismo y el fascismo del gobierno y las fuerzas armadas de Israel encabezado por asesinos y genocidas como Netanyahu, Smotrich, Ben Gvir; Gallant entre muchos otros, sin piedad consuman el Holocausto del Pueblo Palestino y Gazatí particularmente. La rebeldía, el coraje y la compasión de millones y sin duda miles de millones de mujeres y hombres del mundo alzan su grito y su puño al aire. Marchan por las calles o se preparan para ello. Conmueve ver a millones de jóvenes que de forma instantánea más allá de burócratas de ocasión, de funcionarios y numerarios no esperan un instante en empezar a para el mundo. Mis respetos y agradecimiento eterno a los obreros portuarios de italianos que no estiban absolutamente nada que pueda ser utilizado por los genocidas de Israel. A los integrantes de la Flotilla Gobal "Sumund" que le devolvieron la dignidad a la Humanidad; a las palabras de Petro; Lula, Boric y Sánchez en la Naciones Unidas; a los que aquí en mi patria no les es indiferente el dolor de niños, mujeres, ancianos y hombres que lloran y se desesperan ante tanta ignominia y dolor. Ya es tarde para centenares de miles , sí !, pero aún podemos parar la barbarie y el Holocausto palestino. Pero un instante más sin que esto pare, es un asesinato más, otro niño mutilado y amputado sin anestesia, otra clínica de fertilidad bombardeada; son padres que gritan desesperados el crimen de sus hijos y de sus esposas, son madres que alzan al cielo sus brazos y se preguntan: ¿Por qué? y ¿Por qué?... como en Auschwitz o Treblinka, también se interrogan: ¿dónde está Dios? ¿donde está la Humanidad con su Humanismo? ¿Quién de todos los jerarcas del mundo cerraran las válvulas que acabará con en diabólico negocio de la guerra y de la destrucción humana? ¿Quién será la fiscal o el fiscal que acusará e interrogará a los asesinos nazis y fascistas de la maquinaria del gobierno de Israel acusándolos en un Tribunal para pedir el castigo y mandarlos al cadalso que conduce a los perversos y criminales al infierno? O cuando en mi querida tierra, madre de tantos ofendidos y humilladas, a través de sus muy circunstánciales representantes, llamaran en nombre de tantos sacrificados por la democracia que hoy disfrutamos, a las cosas por su nombre, alcance y contenido. Cuándo Uruguay gritará y golpeará en los pupitres de los ámbitos internacionales que en Gaza hay y se consuma un Genocidio. Ya no hay más tiempo, ya no hay lugar a más retórica ni a eufemismos cobardes, se lo debemos a ellos, a los que todo lo dejaron, y en particular quien esto escribe se lo debo a mi hija, para que mañana, en algún futuro no muy distante, le diga a sus hijos, mis futuros nietos, que sí! que Uruguay, su Estado, su sufrida Patria, la de sus abuelos y bisabuelos, dijo lo que debió decir y cuando correspondía, que no se sumaría a las palabras de "los tenores huecos¨al decir de Machado. ¡Es aquí y en todo el planeta que es ahora! Mañana será demasiado tarde, o peor, ¡más que tarde será indigno!
Sí estoy seguro que tanta falta de coraje, de rebeldía y de humanidad, no es en nuestro nombre, y mucho menos en el de tantos que dejaron todo: en el tacho y en la colgada, ante las innumerables aberraciones, no será en nombre de esos valientes que al morir buscaron la sombra en nuestra bandera.
"Entonces, por primera vez, nos damos cuenta de que nuestra lengua no tiene palabras para expresar esta ofensa, la destrucción de un hombre. En un instante, con intuición casi profética, se nos ha revelado la realidad: hemos llegado al fondo. Más bajo no puede llegarse: una condición humana más miserable no existe, y no puede imaginarse», Primo Levi.
Dr. Ismael Blanco