El basamento político de cambiar el rumbo y forma de funcionar

Roberto Sansón Mizrahi

06.02.2023

Cómo es que tan pocos logran someter a tantos, cómo el poder concentrado puede bloquear el accionar de fuerzas sociales mayoritarias, por qué no termina de fraguar un poder democrático capaz de sostener el bienestar de toda la humanidad y cuidar celosamente de la Madre Tierra.

Hoy prima un tremendo proceso concentrador de la riqueza y de las principales decisiones que condiciona el bienestar general y el cuidado del planeta. Este proceso global somete y castiga a todos los estratos sociales mientras el 1% de la población mundial lucra a expensas de quienes sufren tamaña codicia y egoísmo.

Mucho se ha investigado y documentado explicando cómo la concentración de la riqueza y de las decisiones se genera y reproduce aceleradamente. Se conocen los motores que sustentan esta apropiación y quiénes son los victimarios.

Mientras tanto propuestas para cambiar de rumbo avanzan en diversos frentes. Reconocen los intereses, necesidades y anhelos de sectores populares y de sectores medios en retroceso. Sin embargo, les resulta difícil consolidarse. Cómo es que tan pocos logran someter a tantos, cómo el poder concentrado puede bloquear el accionar de fuerzas sociales mayoritarias, por qué no termina de fraguar un poder democrático capaz de sostener el bienestar de toda la humanidad y cuidar celosamente de la Madre Tierra.

Sociedades fragmentadas

Desde remotos tiempos se suceden diversos tipos de sometimiento con algunos rasgos que se repiten. Los dominadores promueven la fragmentación social de modo de debilitar resistencias para imponer sus intereses. La desunión debilita a la sociedad, crea recelos, tensiones, lleva a que unos confronten contra otros. La sociedad fragmentada deviene presa fácil.

La turbulencia social promovida por los dominadores es campo de cultivo de mezquindades, egoísmos, quiebres de solidaridad y, de extrema gravedad, errores de apreciación sobre qué verdaderamente sucede. Cegados en esclarecimiento, fuerzas sociales pierden el foco en el desafío principal: librarse del sometimiento fortaleciendo una unidad basada en integrar la diversidad de intereses que existe en toda sociedad. Alinear intereses es un crítico trabajo colectivo, exige habilidad, transparencia y saber erguirse por sobre propias mezquindades.

Enfrente operan los dominadores y sus cómplices, grupos e individuos que no hacen parte del poder, pero son cooptados con prebendas económicas y figuración social. Traicionan al resto y, al hacerlo, quedan sujetos al control de los dominadores; una vez que entrar en la corrupción y el engaño caen en una encerrona de la que es difícil salir.       

Los dominadores saben doblegar, torcer o desorientar voluntades. Se apropian de nódulos estratégicos del funcionamiento social como son los medios hegemónicos de comunicación, estamentos seleccionados del poder judicial, sectores de la política que financian a discreción y ciertas usinas de pensamiento estratégico que les proveen de cobertura ideológica.  Con esos apoyos imponen valores, actitudes y sentido común funcionales a sus intereses. Es un trabajo endiablado que nunca cesa, capturan y alienan mentes alejándolas de defender sus intereses.

Este proceso de dominación es orquestado a nivel internacional estableciendo coaliciones que son difíciles de desmontar. Es, sin embargo, un principal desafío que hoy toca encarar.

Esclarecimiento y organización

En todo intento de transformar la realidad el esclarecimiento y la organización de mayorías juegan un papel crítico. Si bien vale afirmar que la unión hace la fuerza, sin embargo la unión que perdura es la conformada por grupos e individuos esclarecidos y organizados que aceptan la diversidad de identidades alineando sus legítimos intereses.  Es que enfrentan un poder que no escatima esfuerzos para socavar la comprensión de los dominados y, con ello, su albedrío.

Un ejemplo contemporáneo sirve más que mil palabras. Es evidente que es necesario frenar la concentración y resolver desigualdades. Esto implica, en primera instancia, redistribuir activos e ingresos de los más ricos, los milmillonarios que acumularon desaforadamente la riqueza. En esta edición reproducimos una propuesta de OXFAM para materializar esa redistribución. Vale decir, se conoce como hacerlo, aunque el avance es por demás dificultoso. 

Es que el intento trasformador es resistido con engaños, mentiras y/o represión. Como no es posible defender abiertamente sus enormes fortunas, los más ricos señalan que todo tributo redistributivo sobre los patrimonios es un ataque a la propiedad privada de todos los sectores sociales. Ocultan que esos tributos afectan sólo a las grandes fortunas, apenas el 1% más rico del país, haciendo creer que se apunta a expropiar la casa y otros activos de sectores medios y populares. El propósito es atemorizar con desinformación y engaño repetido mil veces por los medios hegemónicos que hacen parte del aparato de dominación. Imponen la idea que es el "comunismo" que viene por más, procurando silenciar la libre expresión. En pocas palabras, en lugar de celebrar una redistribución justa de activos e ingresos, los más ricos financian una campaña infame sosteniendo que se avanza contra las instituciones y la democracia. Nada más alejado de la realidad, pero con su poder y recursos, los dominadores bloquean medidas que afecten sus intereses.

Como esta campaña, se arman otras contra la educación y la salud pública, contra inmigrantes, denostando opositores y lideres reformistas escogidos electoralmente, enrostrando a otros con hechos de corrupción cuando ninguna inmensa fortuna puede probar que fue lograda sin haber abusado de su poder y, en más de un caso, utilizando procedimientos espurios indefendibles. 

Para defenderse de un poder opresor sólo cabe conformar otro poder sostenido por una firme coalición de organizaciones sociales y políticas. Una coalición democrática que cuide a todos y al medio ambiente. Una coalición amplia de sectores medios y populares. Una coalición capaz de desmonopolizar los medios de comunicación y limpiar el poder judicial de jueces y fiscales asociados con los dominadores. Una coalición que asegure una marcha política soberana que defienda activamente la equidad, la pacífica convivencia social.       

Roberto Sansón Mizrahi
2023-02-06T06:31:00

Roberto Sansón Mizrahi. Economista, planificador regional y urbano, consultor, dirigió empresas, autor de Un país para todos, Crisis global: ajuste o transformación, Democracias capturadas y otros libros, Co-Editor de Opinión Sur www.opinionsur.org.ar