Significativamente colonizado. José Antonio Vera Arenas (desde Paraguay)

18.12.2025

Desde el "significativamente corrupto, cabeza del narcotráfico regional y del contrabando", como el Departamento de Estado norteamericano definió a Horacio Cartes, el hombre más poderoso de Paraguay, han transcurrido casi dos años de amenazas, extorsiones, imposiciones.

Y varios viajes mendicantes a Nueva York y a Washington del Presidente Santiago Peña y de misiones parlamentarias, buscando el perdón para su "patrao".

La Casa Blanca, cada día más desteñida, y con aparente sordera, despide a esos impresentables mediadores con refunfuños, exigiéndoles pagos superiores, como puede ser mayor acceso a los fértiles campos, en beneficio de las tóxicas transnacionales del agro, mayoría norteamericanas, al uso del agua dulce y al control, por sus ingenieros militares, de la Hidrovía del Paraná, para sabotear el intenso tránsito de mercaderías chinas.

"Paraguay es uno de nuestros aliados más importantes en el mundo" declaró este lunes 15 el Secretario de Estado Marco Rubio, tras firmar con su par guaraní, Ramirez Lezcano, un acuerdo de cooperación militar cuya amplitud y destaque que expresa el Pentágono representa, de hecho, el despliegue de una base militar, aunque los discursos diplomáticos lo nieguen.

Este martes, ante la prensa en Asunción, repitió enfáticamente esa postura Robert  Alter, el Encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos. Algo inseguro en sus declaraciones, el funcionario se apresuró a negar que el acuerdo, sin fecha de finiquito, faculte la instalación de una base, "sino que constituye un convenio para combatir al crimen organizado y al narcotráfico".

La seguridad (se supone que para ambos países), es pilar del acuerdo que contempla la presencia permanente de soldados y civiles norteamericanos en todo el territorio paraguayo, excluida la DEA y otros organismos, con la prohibición de derribar aviones, "porque cada país es diferente", sentencia que excluye la actividad en cientos de pistas clandestinas en los latifundios, pero deja en claro que un país diferente es Venezuela, al que condena el obediente gobierno de Asunción.

PRESIDENCIA DEL MERCOSUR Y LA CUMBRE CON EUROPA

Al Paraguay, que acaba de asumir la presidencia del MERCOSUR, en vísperas de la cumbre de mandatarios con la Unión Europea, buscando un acuerdo comercial, Estados Unidos le exige total adhesión a su política exterior, empezando por reforzar el apoyo al Estado Terrorista de Israel, en su exterminio de la población palestina. Por orden imperial, el Presidente Peña viajó  días atrás a Noruega, junto a Milei y otros dos cipayos, para respaldar a Corina Machado, la vendepatria venezolana.

En la coyuntura de estas semanas, condenar al gobierno de Venezuela representa, de hecho, apoyo a la agresión militar en el Caribe, a la que se ha sumado el Comité Nobel al designar Premio de la Paz, con un 1.1 millón de dólares a la mercenaria, quien persiste, en clara Traición a la Patria,   en pedir la invasión militar de Estados Unidos a su país

Otras órdenes imperiales a obedecer por esta colonia que supo ser ejemplo de Nación Soberana e Independiente, es  la condena a Rusia por la guerra en Ukrania, y es ampliar los lazos políticos, militares y tecnológicos con Taiwan. El  sometimiento incluye abrir Paraguay al ingreso de migrantes expulsados por Donald Trump, "por razones humanitarias", declara Peña junto a Marco Rubio.

El acuerdo militar, en cuya firma han estado invisible los jerarcas castrenses paraguayos, legaliza la instalación de una base (existente en el bunker de la Embajada, pero ocultada), en este estratégico territorio, fronterizo con Brasil, Argentina y Bolivia. La prensa nacional, propiedad de tres familias, ha destacado en las últimas tres semanas, que Estados Unidos ha levantado algunas amenazas contra Cartes. Ya no se habla más de extraditarlo.

Este proceso ha concluido con la entrega del territorio guaraní al Pentágono, sacando su dispositivo militar del bunker de la embajada en el centro de Asunción, para instalar un cuartel de vigilancia en las tres fronteras, con Brasil y Argentina, y varios puestos operativos con la más avanzada tecnología del control de las poblaciones en los 17 departamentos del país, con normativas que superan los derechos y deberes de las gobernaciones.

Esa impunidad legalizada, que sobrepasa a la interna escandalosa e imparable, comandada por Horacio Cartes, tiene detestables ramificaciones  en el sub continente, que asiste al reforzamiento de la extrema derecha con la victoria en Chile del candidato nazi José Antonio Kazt, el retroceso de la política social en Bolivia y el incremento de la narcopolítica en Perú y Ecuador,  formando el infierno que está asfixiando a los pueblos al sur del Río Bravo.

La historia nos dice que la política imperial nada tiene de moral, y en las últimas décadas el poder está en manos de las mayores corporaciones financieras que,  al mejor estilo monárquico, designan para administrar los país a personajes como Donald Trump, con sus pichones del tipo Milei y Noboa, a los que suma el chileno pinochetista Kast, en una estrategia de colonialismo moderno que ha escogido al subcontinente como escenario preferido.

La calificación imperial a Cartes de "significativamente corrupto", habilitó el congelamiento de sus millonarios activos en Estados Unidos, además de finiquitar a sus varias empresas, y la prohibición de ingresar él y toda su familia a ese país, incluso a sus allegados comerciales, todos amenazados por el matonaje trumpista con sanciones si persistían en sus negocios, como el de las tabacaleras y su expansión ilegal extrafronteras.

La medida monárquica se extendió a una docena de conocidos personajes de los tres poderes del Estado, incluso a un exVicepresidente de la República, y a encumbrados parlamentarios, académicos y empresarios, socios del magnate escogido entre las muchas personas que, en Paraguay y la región, incursionan en el rentable mercado de estupefacientes, asociados al poder  gobernante.

Hasta ahora, se ignora públicamente el motivo que, en el 2023, decidió la firma del Presidente Jose Biden para penalizar a Cartes, pero su profundización por Donald Trump deja ver a las claras que ambas administraciones obedecen a planes estratégicos de la globalizada geopolítica, que necesita apoyarse y alimentarse en nuevas colonias, en especial las que se suman a la competencia con China y Rusia.

Sin hurgar muy a fondo, los derivados de haber escogido a Cartes, marcan  un acierto de la Cancillería USA, asociada a las agencias de espionaje, según coincide un abultado temario de analistas, politólogos y periodistas que, ignorando los entretelones que cobija la vieja cantarola del Secreto de Estado, vetado a la plebe, se vuelcan y resignan en la especulación.

NO ES LA MORAL, IDIOTA, SINO LA ANGURRIA

Si este país ha sido gobernado siempre por militares y hasta por un cura (el exObispo Fernando Lugo, 2008/12), porqué no puedo también ser yo uno de ellos, habría declarado Cartes entre un grupo de amigos, hace unos 20 años.

Emprendedor decidido, recibió el apoyo de sectores del stronista Partido Colorado y del siempre segundón Liberal, de inversionistas transnacionales, atraídos por la promesa de Cartes de venir "a usar y abusar de este país, como de una mujer bonita", también  del poderoso empresariado agropecuario, poseedor de cientos de pistas clandestinas que forman el viejo triángulo del tránsito de drogas, en varias vías.

Habilitado por tan digna compañía, Cartes inició su vida política en el 2005. Alquiló al Partido Colorado, saqueado en sus arcas por sus dirigentes que, violando sus estatutos, con sólo tres años de afiliación contra los diez reglamentarios, lo catapultaron a líder y lo designaron candidato a la Presidencia de la República para las elecciones del 2014 que, fácilmente ganó.

El paso previo fue complotar, también con el Partido Liberal Radical Auténtico para derrocar, el 22 de junio del 2012, al gobierno de la exitosa alianza popular encabezado por Lugo, acusado de mala praxis por el parlamento cipayo en una sesión relámpago de media noche. El pretexto fue una masacre planificada, de 11 campesinos y seis policías, una semana antes.

La conducción liberal, que ocupaba la Vicepresidencia con Federico Franco,    noches antes se ofreció, en una cena con la Embajadora norteamericana Eliana Ayalde, para hacerse cargo del gobierno, según testimonio del General Luis Bareiro Spaini,  entonces Ministro de Defensa, quien calificó el acto de Traición  a la Patria y de venta del país. De inmediato presentó su renuncia a Lugo.

Franco, el breve, completó con abultado  depósito bancario a su nombre, el ejercicio que le correspondía a Fernando Lugo y, a los 14 meses, en el 2014,  le pasó la banda presidencial a Cartes, paso que lo consagró dueño del omnipresente Partido Colorado. A golpes de billetera, fue instalando en puestos claves de las gobernaciones, de los municipios y de los tres poderes del Estado a narcotraficantes y a desvergonzados hombres y mujeres, algunas orgullosas de "moverle mi colita", desde sus poltronas senatoriales.

Esos excesos de poder,  sin embargo, estarían generando brechas al interior del partido, convertido en simple empresa, pero los íntimos de "el patrao", se cuidan de reaccionar porque Cartes, al mejor estilo gansteril, utilizando los dineros públicos, ha convertido a la mayoría en millonarios, cómplices en la cooptación del Ejecutivo Nacional, del Parlamento, la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía Nacional, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, integrado por algunos abogados sin título, que no recuerdan dónde estudiaron, el Tribunal Superior de Justicia Electoral y otros organismos.

Informes últimos del Banco Central y de Hacienda, registran un Producto Interno Bruto (PIB) con  elogioso crecimiento. Alrededor del 6.0 por ciento pronostican para el 2026, en paralelo al otro crecimiento, fácilmente verificable, del empobrecimiento del 70 por ciento de los seis millones y medio de habitantes. Más de dos millones han emigrado, mayoría jóvenes rurales.

En los últimos nueve años, informa el economista Victor Benítez, Paraguay registra un crecimiento de su PIB, del 29 por ciento, pero el salario  subió apenas cuatro puntos, frente a una inflación descontrolada sobre los artículos de primera necesidad, como la carne y las frutas, con los hospitales vaciados, las educación abandonada, un transporte dramático de pasajeros, y un 70 por ciento de desocupación (la policía, el ejército y las maquilas son las que sólo emplean). El Instituto de Previsión Social apenas atiende a un cuarto del 25 por ciento de sus afiliados. La mayoría de las empresas descuentan al trabajador el nueve por ciento de su salario pero no lo entregan a la previsional.

El discurso oficial, oficializado por Cartes y su anillo íntimo, que elaboran informes para presentar un país de maravilla en los 54 viajes al exterior que ha emprendido Peña en sus 28 meses de asumir, con el objetivo de atraer inversiones en proyectos de desarrollo, esas no aparecen, aunque se constata un ingreso masivo de capitales que las enmascara.

DESARROLLO SOCIAL O MODERNISMO?

Testimonios de quienes han conocido a Paraguay en los últimos veinte años, coinciden en que la Asunción cuasi conventual de entonces, hoy los deja   estupefactos al presenciar tanta modernización. Suntuosos edificios han sido construidos en todo el país, con enormes centros comerciales, de laboratorios y farmacias, de universidades y sanatorios privados, playas de venta de automóviles por doquier y maquinaria rural, con expendios de combustibles, muchos a 50 metros de separación.  Las lenguas, insidiosas siempre, afirman que todo es lavado de dinero. Vaya uno a saber, "la gente habla tanto".

Frente a ese panorama, de un país extractivista, que vende al chantajista más simpático y coimero su tierra y su agua, y cuyos bancos extranjeros crecen "sin hacer barullo", el adoquinado conjunto de los emblemas de oposición está sumido en la tarea de ganar las municipales del próximo año, mientras el gobierno se solaza en reprimir las protestas populares.

Más de 700 mil hectáreas, pertenecientes a 45 capos del narcotráfico, están ocupadas desde hace unos diez años, a partir del gobierno de Horacio Cartes, por la Secretaria de bienes mal habidos, cuyo funcionamiento es un misterio.

Igual obscuridad ocurre con el destino de sus pertenencias en miles de animales, instalaciones y vehículos aéreos, acuáticos y terrestres de alta gama. Respecto al número de ganado restante hay escuela:  a la caída de Stroessner y sus capangas, en 1989, la jerarquía narcomilitar se ocupó de la administración de las estancias: vendía los animales gordos y los reemplazaba por ternerones flacos. El número no variaba.  

Miles de familias campesinas sin tierra, del norte del país, desde hace varios años intentan convencer al gobierno de que distribuya esas 700 mil hectáreas entre los labriegos,  pero la respuesta del Estado siempre es la negación, con mentiras leguleyas camufladas.

Como inevitable consecuencia, el cansancio humilde se agotó y, a principios de este mes, cientos de familias se lanzaron a ocupar una de esas propiedades, la Estancia Lucifer, propiedad de Cabeza Branca, capo mafioso preso en Brasil desde hace tiempo.

Unos 70 mil policías los reprimieron a balazos y palizas. Mujeres y hombres fueron presos y alrededor de 50 están todavía. Afirman que todas sus pertenencias, es decir, su mudanza completa, fueron robadas por los propios uniformados. Los que no están en las cárceles , niños y adultos, deambulan por las rutas.

 

José Antonio Vera Arenas

Columnistas
2025-12-18T12:34:00

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