Soy anti sionista y algo más. Esteban Valenti
31.07.2025
Jamás en mis 77 años de vida creí que escribiría esta columna. Pero no voy a ser un hipócrita, voy a hablar claro en este momento tan duro de la historia.
Tampoco voy a utilizar los cuidadosos y cómodos argumentos de que tengo entre mis mejores amigos a varios judíos y con ellos he compartido una vida, la lucha, los riesgos, los ideales. Es cierto pero es cómodo e insuficiente.
Voy a tomar un ejemplo histórico: el mejor espía de toda la Segunda Guerra Mundial, Richard Sorge, que era un agente de la GPU, el servicio de inteligencia de las Fuerzas Armadas Soviéticas y residió en Tokio, donde fue ahorcado, por sus informaciones le permitió a la URSS trasladar cientos de miles de soldados expertos, de la frontera con Manchuria directamente al frente en Moscú, porque informó que los japoneses no tenían planeado iniciar operaciones contra las unidades soviéticas. Esa fue la causa de la primera derrota de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, no fue Stalingrado.
El mismo Sorge que le anunció al ejército rojo, que Alemania, Hitler atacaría a la URSS el 22 de junio del 1941, de acuerdo a la información recogida en la embajada alemana en Tokio. Stalin ignoró completamente esta vital información y el ejército rojo y los soviéticos pagaron carísimo el error y la soberbia de Stalin. Hay toneladas de pruebas.
La mejor red de espionaje de la Segunda Guerra Mundial, fue la Orquesta Roja (Rotte Kapelle), de todas sus ramas, el grupo de resistencia alemán (liderado por Harro Schulze-Boysen y Arvid Harnack): Fue un grupo más heterogéneo de antinazis alemanes, que incluía a intelectuales, oficiales de la Luftwaffe, funcionarios del gobierno, artistas y académicos. Compartían información entre sí, publicaban folletos de resistencia y, en ocasiones, también transmitían información a los soviéticos. Su motivación principal era su oposición ideológica al régimen nazi y a la guerra. Entre sus miembros había comunistas, socialdemócratas y conservadores opuestos a Hitler.
Resistencia de alemanes a los nazis hay múltiples ejemplos, incluido el de los oficiales del ejército alemán que organizaron un atentado contra Adolf Hitler. La llamada Operación Valkiria.
La figura central de este complot fue el Coronel Claus Schenk Graf von Stauffenberg. Stauffenberg era un aristócrata y un oficial condecorado que había servido en el Norte de África, donde resultó gravemente herido, perdiendo un ojo, su mano derecha y dos dedos de la izquierda. Su experiencia en el frente y su creciente desilusión con la política de Hitler lo llevaron a unirse activamente a la resistencia.
El intento de asesinato tuvo lugar el 20 de julio de 1944 en la Guarida del Lobo (Wolfsschanze), uno de los cuarteles generales de Hitler en Prusia Oriental (actual Polonia).
Stauffenberg y otros líderes (como Friedrich Olbricht y Werner von Haeften) fueron sumariamente fusilados en el patio del Bendlerblock en Berlín esa misma noche del 20 de julio. Las últimas palabras de Stauffenberg fueron: "¡Viva la santa Alemania!"
Otros conspiradores de alto rango, como el Mariscal de Campo Erwin von Witzleben, fueron sometidos a juicios espectáculo en el "Volksgerichtshof" (Tribunal del Pueblo) presididos por el notorio juez Roland Freisler, y posteriormente ahorcados de forma lenta y brutal.
Estos son los ejemplos más notorios de alemanes que se enfrentaron y resistieron al nazismo, pero millones de alemanes participaron directamente o con su absoluta pasividad a los peores crímenes contra la humanidad cometidos en toda la historia, como por ejemplo el Holocausto, pero también a feroces acciones de represión y asesinatos en decenas de países.
Para cometer esos crímenes la gran mayoría de la población alemana fue participe directa en la guerra y de las aberraciones nazis y también con el apoyo de muchos alemanes residentes en el exterior.
¿Hubiera estado mal decir que los alemanes eran asesinos, criminales, responsables de atrocidades de todo tipo, a pesar de las excepciones?
No, en absoluto, no fue solo Hitler y su partido Nazi, ni la Gestapo con sus decenas de miles de asesinos, o las SS, fueron millones de oficiales y soldados y en general el pueblo alemán que de formas distintas secundó a los nazis y participó de su barbarie.
Como decía un amigo personal que conocí en la Toscana, Italia, que fue partisano y que terminada la guerra relataba que todos los alemanes decían que habían servido en el servicio sanitario de las fuerzas armadas. Mentira.
Y sería una gran mentira decir que el culpable de la peor masacre desde la guerra mundial, el genocidio de Gaza y en general contra el pueblo palestino, que toda la responsabilidad es de Benjamín "Bibi" Netanyahu, o ampliarlo a su gabinete, a su consejo militar, a los parlamentarios que lo respaldan. No, el pueblo israelí, sus fuerzas armadas transformadas en asesinos de la peor especie, la mayoría de los civiles son cómplices o participes directos de este genocidio. Aunque haya excepciones en Israel y en muchos países.
Alemania no fue siempre nazi, antes tuvo procesos de grandes luchas populares, con mayoría de votos de los socialdemócratas y comunistas y con una parte importante de su población que no tenía nada que ver con los nazis, pero cambiaron, totalmente.
Lo mismo sucedió con Israel, fue un país con fuerzas progresistas muy importantes, con organizaciones sociales avanzadas, con ideales. Hasta sus más oscuros instrumentos actuales, como por ejemplo el Mossad, hay muchas historias de que se movían con ideales. Recientemente vi una película llamada La duda, que muestra claramente la involución.
Por diversos motivos una banda criminal como la de Netanyahu, con acusaciones penales por delitos de corrupción, tomó el control del país, consiguió un grupo de cómplices, pero, además le ganó la cabeza a la mayoría del pueblo de Israel y de judíos en el mundo. Lo hizo fría y premeditadamente como Hitler.
El "atentado" al Reichstag no fue un atentado, fue un ataque planificado, un incendio que ocurrió en el edificio del Parlamento alemán (Reichstag) en Berlín la noche del 27 de febrero de 1933. Este evento fue crucial para el ascenso de Adolf Hitler al poder absoluto en Alemania.
Netanyahu y sus cómplices, entre ellos Hamas, creado a instancias de las fuerzas más extremistas de Israel, promovieron y permitieron el ataque del 7 de octubre del 2023, coincidiendo con la festividad judía Simjat Torá y el 50 aniversario del inicio de la guerra del Yon Kipur (6 de octubre del 1973). Los principales servicios de inteligencia del mundo y destacados medios de prensa, no tienen dudas de que el ataque terrorista de Hamas fue parte del plan de Netanyahu, que no solo lo conocía, sino que no respondió al mismo, dejando penetrar 23 kilómetros a los terroristas y causar los mayores daños posibles. Las tropas israelíes respondieron 12 horas después...
En Israel y en el mundo, no todos, pero la mayoría de los judíos siguen defendiendo a capa y espada los crímenes diarios, contra la población civil, contra niños y mujeres y la transformación de Gaza en un gigantesco campo de exterminio de palestinos. Incluso un despreciable personaje en Uruguay que se hace llamar periodista, afirmó que en Gaza no hay niños, hay futuros terroristas.
Ahora al perverso y criminal plan de Netanyahu y Donald Trump de expulsar a los palestinos de Gaza se suma la resolución del parlamento de Israel que aprobó una moción para anexar los asentamientos de Cisjordania, con 71 votos a favor y 13 en contra.
La medida pide al gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu que declare los asentamientos considerados ilegales por la mayoría de la comunidad internacional bajo soberanía israelí. En la región residen unos 500.000 israelíes, junto a aproximadamente 3 millones de palestinos.
Es un paso más hacia el intento de exterminar a los palestinos. ¿Qué queda de los ideales iniciales de la formación de Israel como estado independiente, que fuera aprobada por Uruguay entre los primeros estados en el mundo? Nada, ahora Israel, con el odio y el repudio creciente de la opinión pública internacional, la pasividad de la ONU, la complicidad de la Unión Europea y el apoyo feroz de Donald Trump, es un estado genocida, con múltiples similitudes con los nazis.
Por eso me quiero declarar claramente que ahora soy anti sionista y un poco más, porque el holocausto no solo se cometió contra los armenios, los hebreos, los gitanos, los chinos, los rusos, y varios pueblos africanos, sino que este preciso momento se comete contra los palestinos y no solo por los sionistas, es respaldado y defendido fuera y dentro de Israel por la mayoría de los judíos. Que no son un pueblo elegido por nadie y menos para asesinar cientos de miles de niños, mujeres y hombres.
Voy a ser más claro, no soy antisemita, porque son todos los pueblos que, según la tradición bíblica, descienden de Sem, uno de los hijos de Noé. Más allá de la connotación religiosa, el uso principal y más preciso del término "semita" hoy en día se relaciona con la lingüística. Se utiliza para describir a los pueblos que hablan o han hablado lenguas semíticas, que son una subfamilia de las lenguas afroasiáticas.
Algunos de los pueblos semitas más conocidos incluyen: Árabes: Hablantes de árabe, que se extienden por el Medio Oriente y el Norte de África, Hebreos (judíos): Hablantes de hebreo, Arameos: Antiguo pueblo del Cercano Oriente, cuya lengua, el arameo, fue muy influyente y sigue siendo hablada por algunas comunidades hoy en día. Acadios: Incluyen a los antiguos babilonios y asirios. Cananeos: Como los fenicios, moabitas y amonitas. Etíopes: Como los amáricos y tigriñas, que hablan lenguas semíticas etíopes.
Es importante destacar que el uso del término "semita" como una categoría racial es considerado pseudocientífico y obsoleto en la actualidad. Su significado predominante y aceptado se vincula a la herencia lingüística y cultural compartida por estos pueblos.
A mis amigos y compañeros o gente con un mínimo de humanismo, uruguayos, afros, italianos, españoles, judíos y de cualquier nacionalidad o credo, como a nadie de ellos los considero "elegidos" por nadie, les mando mi más cálido saludo y sigamos peleando por la paz y la justicia en todo el mundo y sobre todo en Gaza.
A los asesinos les agrego que si esperan que el olvido borrará sus crímenes, por su poder en los medios de comunicación, serán derrotados, como lo fueron los nazis. Recordamos el holocausto, la Shoa y recordaremos el holocausto de Gaza.
Esteban Valenti.
Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).