Sabag Montiel, Juan A. Rabecca y Avelino Arredondo

Stella Maris Zaffaroni

03.09.2022

Estamos, tan coquetas las dos, elegantemente sentadas en el Patio del Naranjo, disfrutando del mate mañanero, del cielo limpio, de nuestra compañía, yo leo en la compu, Macarena tiene la mirada perdida en el horizonte.

-¿Qué podés contarme del intento de matar a la vice Cristina Fernández? -me dice de pronto.

-Justo estoy leyendo sobre eso :-Este viernes por la mañana entrevistaron en una televisora argentina a un hombre que se identificó como Mario, uno de los mejores amigos del agresor de la vicepresidenta de Argentina. En la entrevista, en vivo, le preguntaron: "¿Sentís que Sabag Montiel quiso realmente matar a Cristina Kirchner?" y contestó sin vacilaciones: "Yo creo que su intención original era matarla, sí, pero lamentablemente no ensayó antes".

-¡Lamentablemente! -el escándalo se refleja en su gesto de cacatúa- ¿le da pena que no...?.

-Los periodistas saltaron, igual que tú, y el hombre reafirmó: -"Y... por ahí significaría menos impuestos"

-¿Bajar los impuestos matando a la vicepresidenta?, de dónde le salió este planteo al tipo.

-El agresor es, según el acta de nacimiento, Sabag Montiel que es hijo de un chileno y una argentina, que nació en Brasil, está en Argentina desde 2018 y que,previamente, vivió en Uruguay.

-Para mí esto de balear presidentes era cosa de yanquis -sentencia para tranquilizarse.

-¿Acá nunca balearon a uno? -la miro asombro-intrigada.

-La internauta sos vos, ¡yo qué sé! -con un dedo señala la computadora.

-Juan Bautista Idiarte Borda y Soumastre -leo- nació en Mercedes el 20 de abril de 1844

-¡El 20 de abril!, mismo día del nacimiento de Hitler, mal día para nacer -levanta las cejas.

-...fue un político uruguayo perteneciente al Partido Colorado, Presidente de la República entre marzo de 1894 y agosto de 1897, víctima del único magnicidio registrado en la historia del Uruguay -la miro asombrada- eso dice la Wikipedia.

-¿Por qué quería matarlo al presidente cincuentón?

-Leo: -En abril de 1897, cuando Borda descendía del carruaje frente a su residencia fue atacado por un joven, de nombre Juan A. Rabecca, que le puso el revólver en el cuello, pero sin disparar el arma.

-¡Igual que a Cristina! -me mira- ¿no me dijiste que lo mató?

-Pará un minuto que sigo leyendo:- El 25 de agosto de ese mismo año, Idiarte Borda desfilaba a la cabeza de una comitiva por la calle Sarandí, yendo desde la Catedral a la Casa de Gobierno, cuando, desde el portal número 331 de dicha calle, Avelino Arredondo lo asesinó, frente al Club Uruguay, con un antiguo revólver Lefaucheux. La bala dio en el corazón y el Presidente Idiarte Borda falleció instantáneamente. Sus últimas palabras fueron «Estoy muerto».

-¿Cómo es que nosotras no sabíamos nada?

-No sé, porque trascender trascendió fijate que, dice aca:- Jorge Luis Borges escribió un cuento titulado Avelino Arredondo, que sale en el Libro de Arena, donde narra como ficción el detallado plan y asesinato del presidente Juan Idiarte Borda.

-No me decís dónde metió la pata, qué acción, decisión, planteo, generó tal odio como para que lo mataran de un tiro. Chusmeame algo, alimentá mi morbo.

-Es que el hombre hizo cosas buenísimas: inició la construcción del nuevo puerto de Montevideo, fundó el Banco de la República Oriental del Uruguay, creó la Línea de Ferrocarril del Oeste, nacionalizó las compañías británicas que suministraban electricidad , trabajó con éxito en la creación de la Arquidiócesis de Montevideo e impulsó un ambicioso programa de obras públicas.

-¡Un lujo el man!, la verdad es que no entiendo el punto que le lleva a apretar el gatillo al Avelino.

-Momentito, que parece que la Wikipedia está tramposa -le miro con el índice en alto- escuchame bien prestame mucha atención:-El suyo fue un gobierno absolutamente bipolar; donde las dificultades económicas se agudizaron tremendamente

-Pero escuchá, fijate bien -entra a entonar El Firulete- Prestále mucha atención.

Se pone en pie y entra a bailar por el patio.

-Se ve que el chabón no chamuyaba al cuete y le sacudió su firulete -le comento y me tomo el mate.

-Pero escuchá, fijate bien -repite mientras dibuja pasos intrincados- Prestále mucha atención -hace un alto en su bailar- Y ahora batí si este compás No es un clavel reventón -sigue con sus cortes y quebradas abrazada a un almohadón y recorre el patio en un dos por cuatro.

-Al final que me desilusionó la historia del veintiúnico magnicidio en Uruguay.

Ella frena, suelta el almohadón y me mira intrigada.

-La bronca venía porque un gobierno bipolar... -meneo la cabeza, alzo las cejas y me doi aire con la mano,

-¡Hermana hay que bancarse un gobierno con «depresión maníaca»!

-Y las dificultades económicas se dispararon como locas.

-Y un loco le dispara un tiro para lograr que bajen los impuestos.

-¡No podés sacar esas conclusiones, Dear! -del salto casi me incrusto la bombilla en el paladar.

-Es lo mismo que dijo el otro sobre el intento de homicidio de la vice argentina.

-Y 155 años después - me agarro la cabeza, me tironeo del pelo- seguimos con el mismo sonsonete.

-¡Hay que abolir los impuestos! -declara al tiempo que patea el suelo.

-¡Eso! Hagamos una campaña, salgamos a recolectar firmas.

Tomamos la tablet y nos pusimos manos a la obra

 

Chichí

Columnistas
2022-09-03T19:24:00

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