Tato Olmos: Algunos asuntos previos a su enfermedad y muerte. Ximena Baráibar Ribero
29.10.2025
El 22 de setiembre, después de varios meses de enfermedad, murió Gustavo “Tato” Olmos, con quien fuimos pareja desde 2014. Algunos elementos, en relación a lo ocurrido a partir de la denuncia de acoso realizada en diciembre del 2023, por Martina Casás, han sido planteados. Quiero aquí agregar otros.
Tato se enteró de la situación, luego que Liliam Kechichian, referente política de Fuerza Renovadora, fuera citada por autoridades del Frente Amplio (FA) en la noche del domingo 5 de noviembre de 2023. La reunión ocurrió al otro día y en esa instancia, junto a la Presidencia del FA, se encontraba Patricia González Viñoly, quien, hasta el 21 de octubre de este año, fuera presidenta de la Comisión de Género y Feminismos del FA. La convocatoria no fue para anunciarle que una integrante de su sector procedería a denunciar una situación de presunto acoso contra otro integrante del sector y hacerlo a través de los mecanismos que el FA y la sociedad uruguaya tienen definidos para zanjar estos asuntos. González Viñoly aclaró que estaba allí para solicitar la "cabeza" de Tato, lo que suponía el abandono de la banca. Banca de la cual Casás era primera suplente.
Ante esta situación, Fuerza Renovadora, tomó contacto con cada una de las partes. En el caso de Casás, le fue planteado que ese sector político la acompañaría en el proceso de denuncia ante el FA, pero ella declinó el acompañamiento. Asimismo, fueron definidas medidas cautelares para Tato, de manera de evitar la interacción entre ambas partes. Estas ya venían siendo realizadas por Tato, quien, en conocimiento de la situación, dejó de asistir al Parlamento, se alejó de Casás y de toda actividad partidaria.
Casás declinó el acompañamiento por parte de Fuerza Renovadora, pero lo que no quería declinar, era a la banca. El 13 de noviembre envió una nota a una integrante del Coordinador de Marea Frenteamplista (grupo titular de la lista 1983-738 a la que fue adjudicada la banca), informando que había realizado su denuncia ante Patricia González Viñoly siendo ella quien lo había trasladado a la Presidencia del FA y desestimando la necesidad de coordinar. Asimismo, aseguró que estaba en condiciones de tomar "su banca" inmediatamente y seguir con la actividad parlamentaria, tarea para la cual se sentía preparada dado el trabajo que ya venía haciendo en la bancada. Esto se contrapone con sus declaraciones públicas, donde declara "no querer la banca".
En la mencionada nota, también indica que queda a la espera de las definiciones que Marea adoptara. Cuesta visualizar que existieran otras distintas a hacer renunciar a Tato a la banca o realizar la denuncia en los canales correspondientes y que fueran estos quienes valoraran esa denuncia e indicaran las medidas correspondientes en caso de confirmarse. Lo reseñado hasta aquí muestra que lo actuado por Casás, no fue solamente brindar información, pensar cómo seguir y tomar unos días de reflexión, tal como señaló el Dr. Juan Raúl Williman, abogado de Casás, el 30 de noviembre de 2023. Su versión de los hechos fue acompañada de una forma de resolución: que Tato dejara la banca y que Casás la asumiera y esto solamente en base a la declaración de la presunta víctima y su entorno, sin escuchar a la otra parte y por fuera de los mecanismos institucionales que, tanto en el FA como en Fiscalía, existen para esto.
En conocimiento de una situación de presunto acoso, Fuera Renovadora procedió tal como establece el FA, y elevó los antecedentes al Tribunal de Conducta Política el 22 de noviembre. Ante este movimiento, que supone el ingreso de la denuncia a los canales definidos para esto, al otro día, Casás presentó la denuncia en el mismo organismo. Después de un intenso trabajo que dio garantías a todas las partes, el Tribunal -en sintonía con la nota de Casás a la que ya se hiciera referencia- observa que ella se refiere en varias oportunidades a "su despacho", "sus secretarias", "su proyecto de ley". El Tribunal concluye que los elementos probatorios reunidos, no conducen a la comprobación de una situación de acoso sexual o laboral por parte de Tato, ni siquiera de forma indicial. De esto fueron notificados Tato y Casás el 21 de febrero de 2024.
El informe del TCP debía ser aprobado o rechazado por el Plenario del FA. Este se desarrolló el 16 de marzo de 2024 y respaldó lo actuado por el Tribunal e indicó que los elementos probatorios allí reunidos no permitían concluir de manera fehaciente una situación de acoso laboral o sexual. Junto a este caso, fueron tratados y resueltos otros 12. Si bien algunos de ellos tenían acusaciones sobre inconductas serias y el FA tomó medidas sobre ellos, el caso "Olmos-Casás" acaparó toda la atención y la parte denunciante no declaró que aceptara el fallo.
La resolución del Plenario habilitaba a Tato a volver a ejercer como diputado. Esto ocurrió el 2 de abril de 2024, pero las dificultades persistieron. La más importante de todas se dio en noviembre de 2024, con la discusión y votación del proyecto de ley 'Precio por Unidad de Medida', promovido Tato y firmado también por otros integrantes de la bancada del Frente Amplio. En esa oportunidad, la diputada Micaela Melgar, que estaba en sala, se retiró al momento de votarse el proyecto y este no fue aprobado. Previamente -y a pesar de la resolución del Plenario- y siendo la coordinadora de la bancada del FA en Diputados, declaró que no estaba de acuerdo con la vuelta de Tato al Parlamento y que le generaba incomodidad por ser amiga de Casás.
La denuncia de acoso también fue presentada por Casás, en Fiscalía el 9 de diciembre de 2023. Tres días después, le fueron impuestas a Tato medidas cautelares por un plazo de 180 días. Pese a haberlas cumplido a cabalidad -y desde principios de noviembre-, en la audiencia del 29 de mayo de 2024, el Dr. Juan Raúl Williman, solicitó la extensión de las mismas hasta fin de año. La Jueza de Familia evaluó que las medidas habían sido cumplidas, por lo cual no hizo lugar al pedido de prórroga de las mismas. Públicamente Casás indicó que apelaría el fallo dado que pretendía distancia e incomunicación hasta noviembre, para evitar encontrarlo durante la campaña electoral. Esta apelación finalmente, no ocurrió.
El 9 de junio de este año, la fiscal especializada en Delitos Sexuales, archivó la denuncia contra Tato, por no encontrar indicios de delito en su conducta. Un mes después, la defensa de Casás solicitó una audiencia para que se habilitara la revisión del caso por un fiscal subrogante. Esto fue rechazado por el Juez penal que también archivó la denuncia penal contra Tato. Antes de esto, la defensa de Tato solicitó, en febrero de este año, el archivo de la investigación por lo extenso del plazo que ya llevaba un año sin avances. Esto no fue aceptado, pero el juez de Garantías resolvió otorgar un plazo de 120 días a la Fiscalía para que se expidiera sobre el caso. Como puede observarse, el caso no fue cerrado por falta de tiempo para actuar. El plazo fue definido, luego que la causa estuviera abierta durante 14 meses, 9 de ellos sin avance alguno.
Todo este proceso, fue acompañado de otro y de mayor intensidad: la persistente denuncia pública por parte de Casás, su entorno y el Dr. Juan Raúl Williman. Realizando una búsqueda en internet, entre el anuncio de la denuncia y la resolución de Fiscalía, se publicaron 132 noticias sobre el tema, solamente considerando prensa, televisión y radio. A esto hay que agregar las innumerables reproducciones en Facebook, Instagram y twitter.
Mucho me gustaría resucitar a Tato, pero no puedo. Sí puedo sumar información que contribuya a la reflexión colectiva sobre las maneras en que queremos tramitar los problemas sociales. Podemos elegir hacerlo a través de las instituciones, mecanismos y procedimientos que nos hemos dado como sociedad y los que se ha dado el Frente Amplio. Esto supone -al menos-, escuchar a ambas partes dando garantía a todas las personas involucradas y por parte de personas que tengan distancia de quienes están implicados. Otra alternativa es ir a la "justicia por mano propia", donde unas pocas personas, indican cómo resolver el problema, sin escuchar a ambas partes, estando directamente implicadas con una de ellas y recurriendo al linchamiento público, lo que garantiza el castigo independientemente de lo que digan los espacio que sí deben expedirse. Tato sufrió las consecuencias de esta opción. Yo voy por la primera de ellas.
Foto de portada: Javier Calvelo / adhocFOTOS
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias