Toda persona vista de cerca es un monstruo. Alejandrina Morelli (desde Punta del Este)
09.07.2025
Al parecer estar enamorado es desear estar todo el tiempo con el otro. Cuando una pareja se encuentra siempre va por más, más tiempo juntos, más espacios compartidos, más amigos en común, hasta la propia sangre compartida con la del otro en pañales y niños en brazos.
Pero, ¿en qué momento el ángel con el que vivimos toda esa escalada de amor se convierte en monstruo? ¿Cuándo se derrumba el mito del amor eterno? ¿Cuándo se ve la otra cara? ¿Pasa siempre o solo a veces?
De esa secuela de hechos y actitudes que puede revertir lo construido durante años nos habla la obra "Toda persona vista de cerca es un monstruo", escrita por María Zubiri, y que ya está en su sexta temporada en el teatro el Camarín de la Musas, uno de los más conocidos de la cadena de teatros off Corrientes, de Buenos Aires, que han logrado crear un circuito virtuoso de estrenos que funcionan como la ante sala de los consagrados.
La escena es simple. Una pareja, él psiquiatra y ella escritora, invitan a cenar al mejor amigo y colega de él, que acaba de ser ascendido en la Clínica en la que trabajan los dos y ahora está a cargo de la derivación de pacientes y el control del trabajo del equipo, incluido, claro, el de su amigo.
Son dos parejas dispuesta cenar juntos una noche, algo común y corriente, algo que no tendría porque ser trascendente si no fuera que cada personaje va desnudando su propio drama y cada pareja su conflicto.
La obra se desarrolla en un vértigo de confesiones y verdades que salen a luz en ágiles 55 minutos.
Y lo hacen con humor, con mucho humor. De ese que surge de la hilacha que muestra una tragedia cuando nadie quiere hacerse cargo.
Así una secretaria puede sentirse una diosa o una imbécil, de un momento para otro. Un amigo puede convertirse en una mala persona que actuará por envidia y celos profesionales. Y una escritora que logra encontrar inspiración es castigada por todos: marido, psiquiatra y amiga cuando expresa lo prohibido: no quiere ser madre.
En el escenario un wáter de un baño, a la vista del público, desnuda - sin metáforas- aspectos íntimos de los personajes y termina de definirlos. Como si ese lugar fuera donde mejor se muestra la personalidad de alguien.
Una puesta arriesgada, valiente, que toca todos esos temas cotidianos que van construyendo una vida y que, como ladrillos de una pared sin mezcla, pueden venirse abajo de un momento a otro.
¿Feminista? Si, si feminista es tratar de sacar a la mujer de su sumisión, si es iluminar su talento y no solo su belleza. Si ser mujer deja de ser estar un escalón más abajo para pararse a la misma altura y defender el "yo quiero", el deseo, la vocación, la palabra, el espacio,
Es una de esas obras que vale la pena ver, aunque la den un solo los sábados a las 22.30.
Una "joyita" que es una pena que Netflix no la haya convertido en serie para universalizarla.
Ficha técnico artística
Sol Kohanoff, Emiliano Pandelo, Maximiliano Prioriello, María Zubiri
Diseño de vestuario y redes sociales:
Gabriel Bertini, Renata Marano
Páris Páris, Maximiliano Prioriello
Participaciones
- Este espectáculo formó parte de los siguientes eventos:
- Fiesta de Teatro CABA 2020
- Qué Ganas de Volver
- CICLO VOLVERTE A VER - On line
- Mes de la cultura independiente
- Ciclo Más Teatro 2024
- Ciclo Más Teatro 2025
Sábados 22.30
Duración: 55 minutos
Clasificaciones: Teatro, Adultos
EL CAMARIN DE LAS MUSAS
Mario Bravo 960
Buenos Aires
Te.4862 .0655
Entradas en: Alternativa teatral
Alejandrina Morelli es argentina, periodista, escritora, emprendedora, gestora cultural, trabajó como corresponsal de diarios uruguayos en Buenos Aires. Dirigió dos ediciones del Festival Internacional de Cine de Punta del Este, donde vive desde 1996. Fue Coordinadora de la edición 2013 del Festival de Cine de Derechos Humanos. Fue nombrada ad honorem Responsable de Cultura de la Dirección de Género de la Intendencia Municipal de Maldonado.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias
