Todos somos la Fiscal. Danilo Arbilla
04.10.2025
Creí que tras el atentado el gobierno y partidos políticos, en un todo, darían una inmediata y contundente respuesta al crimen organizado, con unánime apoyo a las instituciones democráticas y en defensa de los derechos ciudadanos, la paz y la seguridad pública.
No había como equivocarse: designar a Mónica Ferrero como titular de la Fiscalía. Decirles a los criminales: ¡no se saldrán con las suyas! ¡Qué mejor imagen del país!; más impactante y creíble que decenas de discursos en la ONU.
Vale recordar a Lincoln, que como nadie defendió la democracia, con su palabra, brillante y con su acción por sobre intereses personales o políticos y sin ningún tipo de temblor.
En plena guerra de secesión el presidente Lincoln convocó a elecciones. El 10 de noviembre de 1864, dos días después de ser reelegido, explicó a su pueblo: "...la elección era una necesidad. No podemos tener un gobierno libre y sin elecciones y si la rebelión hubiera podido forzarnos a abandonar o posponer una elección nacional, habría podido sostener, con bastante razón, que ya nos había conquistado y arruinado".
Eso es lo que se debe decir a los criminales: que con sus tiros y granadas no nos van a conquistar ni arruinar. No basta con actos de fe, es preciso la institucionalización del respaldo.
Hubo declaraciones unánimes, cumbres y diálogo político, pero por ahora, según se percibe, Ferrero solo continuara como subrogante, y no es la mejor señal; ni para el mundo ni para los uruguayos.
Blancos en un todo y colorados en parte han respaldado desde antes a Ferrero, por lo que no se les podría endilgar oportunismo. Entre colorados hubo alguna diferencia. Dados los hechos, sería una desilusión para muchos colorados que no se superara.
Se sabe que al FA, Ferrero no le cae del todo simpática, pero también debería levantar la mira y aprovechar para dar un mensaje inequívoco, que repercutiría en favor del gobierno y del presidente.
Hay cosas, empero, que confunden y no se explican: cómo que en el FA se dediquen a analizar su forma de participación en manifestaciones por palestinos y contra los judíos. Se confiaba en que el FA y sus organizaciones colaterales concentrarían sus esfuerzo en una gran manifestación al grito de "todos somos la Fiscal".
Tampoco se entienden referencias a Ferrero "como la fiscal de Estupefacientes" -no estuvo lindo eso- ni informaciones -fuentes de presidencia, ministerio del Interior, y de autoridades del FA-, sobre que el crimen organizado y los narcos no tenia en mente "el rol de la Fiscal General" sino que fue contra la Fiscal de Estupefacientes. ¿De dónde sacaron eso? ¿Quién se los dijo? y ¿si lo sabían desde antes, por qué no la protegieron y cuidaron más?
Y en cuanto a lo de "entreverar los tantos", el propio gobierno debería mirarse a si mismo por utilizar el atentado como un atajo para el proyecto de ley sobre lavado de activos. Un tema que sí exige una urgente consideración pero a la vez un detenido y prudente análisis previo no sea cosa que solo sirva para "molestar" -por llamarle así- a los ciudadanos de a pie. Los narcos no guardan su platita en cajas de ahorros, saben dónde esconderla y tenerla a buen resguardo. Aquí y en todas partes. Tampoco el crimen organizado importa por aduana o compra sus fierros en armerías ni registra sus armas en la Policía y en Material y Armamentos, como si deben tramitarlo aquellos ciudadanos que ante tanta delincuencia buscan autodefenderse.
Danilo Arbilla
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias