Y no decimos nada. Ismael Blanco
01.06.2025
No hay que ser un radical, ni un ultra, ni un loco para al menos equiparar nuestro posicionamiento internacional de gobierno con Boric. Ya no pido coherencia, ni siquiera exijo cumplir un programa, porque al hacerlo surgen retóricas banales fruncidas de ceño; jactancias baratas...
Eso de que una cosa es un partido y otra es el gobierno; eso de que hay que saber distinguir y que uno en definitiva no entiende nada... , y acto seguido, emerge entonces rápidamente el desprecio arrogante, la jactancia...
Sin embargo y sin perjuicio de todo ello -pues en un paquete meto la insignificante retórica burocrática-; solicito amable y cortésmente que por favor se mantengan nuestros sagrados principios, en homenaje a los que dieron tanto y a los que hoy tanto dolor soportan en Gaza.
Que nuestro canciller y nuestro presidente tengan un mínimo indispensable de decencia, de ética y de sensibilidad humana, que llamen a las cosas por su nombre y que denuncien el Genocidio y a los responsables del mismo: el fascismo de Netanyahu y sus cómplices que por el mundo andan.
Y si no es mucho pedir y sin pretender abusar en mi pretensión republicana, también digan y en voz alta que no se aceptan lobbies de presión de ningún tipo ni chantajes comerciales ni entradas especiales o exclusivas a clubes de selectos.
Les pido respetuosamente que no quedemos al final de los finales para decir algo, cuando no sólo ya no queden flores en el jardín y nos hayan arrancado la garganta.
Dr. Ismael Blanco