Yamandú: ¿Por qué no me quieren?. Stefano Casini
30.04.2025
Para los que, ya siendo periodistas desde antes de la dictadura, o antes de la vuelta a la Democracia, lo que está ocurriendo en el actual gobierno, nos parece, por lo menos, extraño.
Desde 1985 a 2024, tuvimos 5 gobiernos de blancos, colorados o coalición y 3 del Frente Amplio. Ahora volvió otro partido que lleva el mismo nombre Frente Amplio, pero que, para muchos frenteamplistas también, no es reconocido como el que gobernó hasta 2019.
Es cierto que no tiene grandes líderes como Tabaré o Mujica, es cierto que no ha logrado construir JEFES IMPORTANTES como ellos, sin embargo, ganó las últimas elecciones, gobierna hace 2 meses y nadie logra dar opiniones certeras sobre lo que se está haciendo, ni por parte de la oposición, ni por parte del mismo FA.
Desde 1971 en adelante, el FA fue una coalición firme de centro-izquierda donde convivían partidos como la Democracia Cristiana o el Partido Comunista, Socialistas, Independientes y un crisol de pensamientos vinculados a una especie de "batllismo" renovado que, literalmente, se había tragado al mismo Partido Colorado.
Los principios de Seregni, Zelmar, Crottogini, Villar o Astori, se fueron borrando con el tiempo, mientras creció un MLN interno, titulado MPP con un líder nato como José Mujica, que logró configurar la mitad de la fuerza electoral del Frente Amplio.
Es cierto que todo había cambiado desde 1996, cuando el alejamiento de su fundador por razones políticas, había dejado un vacío democrático en el centro político. Por un tiempo, este espacio logró reabastecerse con las ideas de Danilo Astori, pero, con el tiempo, la muerte o la vejez de los líderes, fue reconquistado por un anacrónico Partido Comunista (más allá de alguna dictadura que aún se considera Comunista, debe ser Uruguay, el único país donde un comunista pueda votar).
El año pasado ganó las elecciones Yamandú Orsi, la única figura que no resultaba antipática a nadie, ni siquiera a muchos de la Coalición. Entonces, desde su galera, otra vez, el dueño y señor de los magos, desde su mágica chacra, sacó otro conejo y logró reagrupar a sus secuaces. Eligió sus generales Sánchez y Díaz y largaron al ruedo el que pudiera sacar votos del centro: Yamandú Orsi.
Hoy, no sería agradable ni lógico poder hacer balances sobre la actuación del FA, porque, como dijo Roosvelt, recién a los 100 días, se puede hacer una evaluación de un gobierno. Sin embargo, desde el 1o de marzo, fueron más los tropezones que los aciertos.
Lo digo con total sinceridad, después de haber escuchado tantos discursos, sin una hoja frente a los ojos, de Sanguinetti, Lacalle Herrera, Sanguinetti, Jorge Batlle, Tabaré, el Pepe, otra vez Tabaré y Luis Lacalle Pou, frente a otros Presidentes en una reunión multilateral (CELAC), me dio mucha lástima escuchar al Presidente Orsi, leyendo mal, un discurso evidentemente no escrito por él, con una falsa pomposidad de épocas inmemoriales, sin firmeza y sin una pizca de picardía, elemento imprescindible para cualquier líder.
Luego llegó el primer escándalo con una ministra que duró 1 mes en el cargo, algunas declaraciones poco felices del Ministro del Interior con su eterno amor isleño, su desconocimiento de la existencia de un presidente electo en Venezuela y, por último, mientras que un Ministro de Economía trabajaba en Washington para su país, llegó de forma anacrónica, una conferencia de prensa del mismo Orsi, que jamás logra, por lo menos, memorizar, alguna declaración de conducta gubernamental frente a los medios. Le escribieron que ANCAP perdió mucho, que en 2019 el FA le había dejado un ANCAP mejor, sin haberle escrito que, en 2024, de los 365 días, 297 días, los trabajadores de la planta, no quisieron o no pudieron trabajar por el mantenimiento que se debe hacer cada 4 años SI O SI.
Da toda la sensación que (espero que sea un "todavía") Yamandú Orsi, no salió de la gatera de Maroñas, como que no logró conectarse, ni con su partido, ni con su pueblo, ni mucho menos con la oposición y, después de las promesas de HONESTIDAD y NO HABRÁ IMPUESTOS, todo apunta que fueron meras "atracciones de campaña".
La pregunta que surge es: ¿Quien lo defiende? ¿Está gobernando? ¿Está mandando? Nadie puede olvidar que somos una República presidencialista, donde el Primer Mandatario, DEBE MANDAR.
Por ahora no manda......tendremos que esperar los 100 días, como dijo Roosevelt!
Stefano Casini es periodista. Empezó en Radio Clarín, su primer noticiero en 1968. Después continuó por L'Eco D'Italia, L'Ora D'Italia, Guía Financiera, suplementos en El País, El Observador, La República, fue 23 años Corresponsal de RAI, Gente dItalia, 5 años de Radio TV Suiza Internacional y 2 años de CNN.
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