UY Press - Agencia uruguaya de noticias

09.02.2017

MONTEVIDEO (Uypress) – Víctor Della Valle, abogado, dirigente de Nacional durante varios años, dijo además que 'siempre se le dio entradas a la barra. El que diga que no, miente'.

Víctor Della Valle asumió como asesor jurídico de seguridad del Club Nacional de Football. Reconoció errores cometidos en el pasado en el relacionamiento entre la institución y cierta parte de la hinchada. También destacó que el panorama cambió en los últimos años. En 2006, Della Valle fue presidente de Nacional durante seis meses.

"Fui dirigente y transé con la barra en determinado momento, con éxito porque por muchos años Nacional no tuvo ningún problema. Pero como todo cambió y se fue de cauce hay que tener otras normas. No se puede transar con delincuentes. Se puede transar con gente que quiera colaborar", dijo a "100% Deporte" de radio Sport 890.

"Desde una época inmemorial los clubes daban entradas. Los chicos (equipos) a sus allegados y los grandes a las barras. Eso desde siempre, incluso antes de entrar yo a la primera directiva, que fue la del doctor Garbarino (1986). Siempre se dio entradas. El que diga que no, miente”, explicó.

Della Valle también trajo a colación un ejemplo sobre aquel relacionamiento con hinchas de la barra. "Era la presidencia de Ceferino y se decidió no darle más entradas a la barra. Se armó un lío de la gran siete. Había como 300 personas en la puerta de la sede queriendo hablar con la directiva. Nadie quería salir y como yo conocía a alguno de ellos por mi profesión, salí a hablar. Plantearon que siempre les dieron entradas. Yo les dije a los dos referentes de ese momento: 'Ustedes son los encargados de esto, nosotros les vamos a dar un dinero para que compren entradas y se manejen. Si mañana cae un pedregullo ustedes son los responsables'. Y eso, en ese momento, funcionó. Hoy cambiaron las reglas de juego y se perdió el respeto por los referentes".

Asimismo, Della Valle habló sobre la complicada realidad del Club Atlético Peñarol con hinchas violentos en su barrabrava, los que llevaron en noviembre a la suspensión, sin siquiera comenzar, del último clásico en el fútbol uruguayo.

“Si yo fuera de Peñarol estaría arrancándome los pelos por las cosas que pasaron con la barra. Nacional afortunadamente no tuvo problemas de pérdida de puntos, salvo un par de suspensiones y multas que tuvo en la Conmebol, pero de cualquier manera tuvo incidentes y también hay que controlar la barra”, manifestó.