BOXEO

Muerte de ‘Dinamita’ Santillán muestra la situación de los boxeadores en Argentina

02.08.2019

BUENOS AIRES (Uypress) – Hugo Santillán murió con 23 años y dejó tres hijos, luego de un combate que no debió haber peleado. La mayoría de los boxeadores en Argentina no tienen sindicato que los respalde.

Foto World Boxing Council

Santillán, según coinciden varios especialistas, no debió haber peleado la noche de su combate mortal contra el uruguayo Eduardo Abreu, ya que había sufrido una golpiza en Hamburgo (Alemania), en un combate que perdió contra el armenio Artem Harutyunyan y por el que ingresó 4.000 euros.

Esa cifra era una fortuna, equivalente a lo que podría haber ganado en dos años de boxeo en Argentina. Por la acumulación de golpes, la Federación Alemana suspendió a Santillán para pelear en Europa durante 45 días, hasta el 30 de julio.

Sin embargo, la Federación Argentina de Box, que fue informada de la suspensión, nunca inhabilitó a Santillán en Argentina. Sin irregularidades desde la letra chica, la FAB no se opuso a la nueva presentación de Dinamita porque quien acepta o declina una pelea no es la federación sino el entrenador del boxeador pero, además, porque no suele rechazar a su proveedor directo de armados de festivales.

El caso es todavía más dramático porque el entrenador de Santillán era su padre, un ex boxeador. Luego de la golpiza en Alemania, su hijo no se realizó los estudios médicos que no le correspondían por reglamento, ya que sólo quienes pierden por nocaut deben presentar un electroencefalograma ante la FAB, sino por sentido común: en su derrota por puntos ante el armenio había caído dos veces a la lona.

Sin descanso ni preparación física ideal, Dinamita aguantó de pie las dos peleas pero la acumulación fatal de golpes con 35 días de intervalo desnudó la desprotección de los boxeadores debajo del ring, también de los supuestos profesionales como Santillán: salvo un par de excepciones, en Argentina no hay púgiles que vivan de su actividad. Muchas peleas se manejan en la informalidad económica, con retribuciones sin facturas. Campeones argentinos con 15 años de experiencia aseguran que tampoco tienen el respaldo de un gremio del que saben su existencia —se llama Boxeadores Argentinos Agremiados— pero al que califican como un sindicato fantasma e inaccesible.

Gente del ambiente asegura que no conocen a ningún boxeador afiliado. Otros agregan que fueron a inscribirse y no los dejaron.

Héctor Velasco, ex campeón del mundo en 2003, reunió a otros diez exmonarcas y presentó en 2009 ante el Congreso un proyecto de ley que proteja al boxeador, regule su actividad y garantice obra social. Nunca le respondieron.

Fuente: El País de Madrid

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2019-08-02T15:20:00

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