¿La trampa de Tucídides explica los salvajes aranceles de China?

11.04.2025

WASHINGTON (Uypress/Germain Gorraiz López, analista internacional) - Detrás de la imposición de aranceles drásticos por parte de Trump a China, hay un temor subyacente entre el actual hegemón económico de ser superado por el gigante chino en la próxima década, la llamada "trampa de Tucídides".

La lucha entre el poder hegemónico y la potencia emergente. El término "trampa de Tucídides" fue acuñado por el politólogo estadounidense Graham T. Allison en un artículo titulado "Hacia la guerra: ¿Estados Unidos y China en la trampa de Tucídides?", publicado en la  revista The Atlantic  y posteriormente incluido en su libro Destinados a la guerra: ¿pueden Estados Unidos y China escapar de la trampa de Tucídides? 

Con este término, Allison intenta explicar "la tensión generada por el ascenso de un nuevo poder y la resistencia del poder dominante o hegemónico". Este enfrentamiento entre la potencia hegemónica y la potencia ascendente podría evitar la guerra implementando enormes y dolorosos ajustes en las actitudes y acciones de ambos bandos o escalar gradualmente hasta convertirse en un conflicto militar abierto, hipótesis que se cumplió en 12 de los 16 casos citados por Allison y que se resolvieron "fortaleciendo a la gran potencia o cediendo a la hegemonía de la potencia ascendente". 

Este término podría extrapolarse hoy a la pugna económica y geopolítica entre Estados Unidos y China ya que según las proyecciones, entre 2030 y 2035 China ya sería el hegemón económico, por lo que, según Allison, "China y Estados Unidos están en rumbo de colisión para ir a la guerra". 

La mencionada Trampa de Tucídides genera lo que Allison llama un "fenómeno espejo", es decir, "un síndrome de potencia dominante versus un síndrome de potencia ascendente que exacerba las ambiciones hegemónicas de la potencia ascendente y la inseguridad y vulnerabilidad de la potencia dominante, e incluso puede conducir a reacciones irracionales, basadas en acontecimientos aparentemente intrascendentes para una confrontación global". 

Guerra comercial y tecnológica. Tanto Estados Unidos como China creen que la guerra se ha trasladado a las esferas económica, financiera y tecnológica. 

En el sector de las telecomunicaciones, con el despliegue de redes 5G lideradas por empresas como Huawei, China ha superado a Estados Unidos en términos de infraestructura y adopción masiva. De manera similar, en el sector de vehículos eléctricos, empresas como BYD han posicionado a China como líder en producción y ventas, apoyadas por una importante inversión pública y acceso a minerales clave como el litio. 

En inteligencia artificial (IA), China también ha ganado terreno, con modelos como DeepSeek que compiten con desarrollos occidentales como ChatGPT, a menudo a menor coste y con mayor eficiencia en recursos limitados. Esto refuerza su liderazgo en publicaciones científicas sobre IA, superando a Estados Unidos en cantidad. 

Por otra parte, Estados Unidos conserva ventajas en áreas estratégicas como la computación cuántica, donde empresas como IBM y Google lideran el desarrollo, y en semiconductores avanzados, con empresas como Intel, AMD y NVIDIA dominando el diseño de chips de próxima generación. 

Aunque China ha logrado avances con empresas como SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corporation), todavía depende de tecnología extranjera para fabricar chips avanzados debido a las restricciones a las exportaciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados. Además, Estados Unidos se destaca en innovación de alto impacto, con las patentes más citadas del mundo y una fuerte presencia en la investigación espacial, ejemplificada por programas de SpaceX y la NASA como Artemis. 

Tecnología y armas. Estados Unidos tiene el mayor presupuesto militar del mundo, estimado en alrededor de 877 mil millones de dólares en 2023, según datos del Departamento de Defensa. En comparación, el presupuesto oficial de China es de alrededor de 230.000 millones de dólares (según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), aunque algunos analistas sugieren que la cifra real podría ser mayor). 

Estados Unidos también posee  un arsenal nuclear más grande y más diverso ( unas 3.700 ojivas, frente a las 600 de China, según la Federación de Científicos Estadounidenses), con sistemas de lanzamiento más avanzados. Sin embargo, China está poniéndose al día rápidamente, particularmente en misiles hipersónicos (como el DF-17) y en su flota naval, que ya supera a la de Estados Unidos en número de barcos (pero no en tonelaje o capacidad). 

En conclusión, la posible intensificación de las tensiones iría más allá de las personalidades de Trump y Xi Jinping, reproduciendo la tesis de Allison de que "obedece a los profundos síndromes de dominación y ascendencia descritos anteriormente, que surgieron de sus líderes pero que se están proyectando gradualmente en sectores significativos de sus respectivas poblaciones".

Economía
2025-04-11T10:51:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias