La economía en nuestras vidas
¿Qué podemos esperar en materia económica del 2022? Entrevista a Silvia Rodríguez-Collazo (*)
16.01.2022
MONTEVIDEO (Uypress) - Comienza un año lleno de interrogantes a nivel global y nacional, y también las familias cargan sus propias dudas. En todas las últimas encuestas de opinión pública o en las conversaciones en los ámbitos más diversos el tema económico, la inseguridad en el empleo, en el consumo, en el nivel de vida aparece con mucha frecuencia.
Utilizamos el acuerdo que tenemos con CINVE para abordar con este reportaje a la economista Silvia Rodríguez-Collazo una amplia mirada sobre la economía directamente relacionada con nuestras vidas y para el año 2022.
P. Las preocupaciones permanentes de los uruguayos se han desplazado de la inseguridad, a la salud y ahora a la economía y en particular el empleo. Para comenzar ¿Cuáles son las perspectivas para el año que viene en la economía en Uruguay?
Desde CINVE entendemos que la economía uruguaya continuará por una senda de recuperación. El nivel general de actividad económica se ubicará en 2022 por encima de los niveles pre-pandemia, superándose el próximo año el PIB promedio correspondiente al año 2019. Durante buena parte del próximo año continuarán las obras de construcción de la planta de UPM, así como las obras de infraestructura del ferrocarril central, las que continuarán siendo un factor expansivo relevante. No se esperan noticias desfavorables desde el contexto extra-regional, por lo que no se espera que nos abandone el "viento de cola" que han representado los muy buenos precios internacionales que obtuvo nuestro país en 2021 en algunos de los principales rubros exportables. En lo que refiere al escenario regional, la situación sería menos alentadora. Las proyecciones de los analistas coinciden en que, tanto la economía argentina, como la brasileña, registrarán en 2022 tasas de crecimiento del PIB considerablemente inferiores a las observadas en 2021.
Las proyecciones actuales de CINVE indican que la economía uruguaya podría crecer a una tasa del 3% en 2022. Es importante tener presente la incertidumbre que aún existe en materia sanitaria, aunque no se espera que ni en Uruguay, ni en el resto de las economías de la región se vuelvan a aplicar medidas que limiten la movilidad de las personas, como las aplicadas en 2020 y 2021. Si este no fuera el caso, y si la situación sanitaria obligara a adoptar acciones más restrictivas, es probable que las perspectivas de crecimiento serían modificadas, aunque repito que éste no parece ser el escenario más probable, al menos por el momento.
P. ¿Se esperaba un crecimiento del PIB tan vigoroso como el que se registró en el tercer trimestre del año 2021?
No, ciertamente no. Fue una sorpresa positiva. Los últimos datos de Cuentas Nacionales publicados por el Banco Central del Uruguay correspondientes al tercer trimestre fueron muy positivos e inesperados. Se registraron crecimientos interanuales generalizados en todos los sectores de actividad. Si comparamos con lo ocurrido en el tercer trimestre de 2020 hay que destacar que la magnitud del crecimiento del sector Comercio, alojamiento y suministro de comidas y bebidas fue excepcional, tanto por su magnitud, como por la probabilidad de que vuelva a repetirse. Este crecimiento fue mayormente explicado por la actividad de compraventas de bienes, según lo que indica el Informe de CCNN divulgado por el BCU.
Si consideramos la información desde la perspectiva del gasto, se destaca el crecimiento del consumo del gobierno, con una incidencia del 2,4% en la expansión del 5,9% registrada en el PIB global en el tercer trimestre. Casi el 40% del crecimiento económico observado en dicho trimestre es atribuible a la expansión del gasto en servicios de educación y, sobre todo, de salud. Para valorar este dato, es importante recordar que los registros más altos de contagios diarios y fallecimientos por Covid-19 se dieron entre abril y junio de 2021, y luego comenzaron a bajar, a medida que fue avanzando el programa de vacunación.
El crecimiento de la inversión fue un componente muy relevante, también, cuando se pretende dar cuenta del crecimiento registrado en el tercer trimestre. La incidencia de este rubro de la demanda agregada representó 2,6 puntos porcentuales de crecimiento. Por su parte, el sector externo tuvo una contribución menor aunque positiva, en un contexto de crecimiento generalizado en el intercambio internacional de bienes y servicios, tanto de las exportaciones, como de las importaciones.
P. ¿Uruguay ha podido retornar a los niveles de actividad previos al inicio de la pandemia?
Aun no, pero el nivel general de la actividad económica se encuentra muy cerca de alcanzar el PIB promedio anual del año 2019 (a tan sólo 0,2 puntos porcentuales), por lo que se puede decir que es altamente probable que en el cuarto trimestre de 2021 ya se haya superado el PIB existente antes de la irrupción de la pandemia. Téngase en cuenta, no obstante, que la recuperación de los niveles de actividad pre-pandemia no ocurrió en todas las actividades. Algunos sectores productivos están aún por debajo de los niveles de 2019, y si se analiza desde la perspectiva del gasto, el consumo de los hogares no ha logrado superar el shock negativo de 2020.
P. La nueva información de Cuentas Nacionales publicada por el BCU, ¿modificó las estimaciones de CINVE sobre el crecimiento esperado del PIB para 2021?
Sí, como comenté, el dato del tercer trimestre trajo consigo novedades relevantes que ha sido necesario incorporar en las proyecciones de crecimiento para 2021. La revisión al alza del crecimiento implicó un ajuste y se espera que la economía alcance un crecimiento del 3,6%.
P. Esta recuperación que se puede observar en el nivel de actividad, ¿cómo se expresa en el mercado de trabajo?
La reactivación de la economía se ha manifestado en un crecimiento del empleo y en un persistente proceso de retorno de las personas al mercado de trabajo. Este proceso se manifiesta a través de la recuperación de la tasa de actividad y por una reducción de la tasa de desempleo, que en los datos correspondientes a octubre de 2021 se ubicó por debajo del 8%, luego de haber alcanzado al 9,4% en el mes de setiembre. En noviembre el desempleo registró un nuevo descenso, a 7.4%. La contracara de esta recuperación que se observa en los indicadores laborales es que aumentó la informalidad, que actualmente abarca al 22,3% de los trabajadores ocupados, también debemos observar las cifras de subocupación, que en octubre alcanzó a 10,4% de los ocupados aunque en noviembre se redujo a 9,7%.
Es importante tener en cuenta que estas cifras corresponden a datos a nivel agregado y, por tanto, no permiten apreciar la heterogeneidad que se da entre hombres y mujeres, ni tampoco dan cuenta de las disparidades que se observan a nivel regional. La tasa de desempleo de las mujeres es, actualmente, del 8,7%, en tanto que la de los hombres es del 6,2%. En cuanto a las diferencias por región, se observa que la tasa de empleo en el interior del país es del 56,5%, mientras que en Montevideo se ubica casi dos puntos porcentuales por encima (58.3%).
P. ¿Cómo ha sido la evolución del empleo y de las remuneraciones de los trabajadores durante el año 2021?
En líneas generales, los niveles de ocupación han venido aumentando. De hecho, la tasa de empleo, actualmente, es 4 puntos porcentuales más alta que lo que acontecía 12 meses atrás. A grandes rasgos, se puede decir que hasta la primera mitad del año 2021, había cierto estancamiento en la recuperación de los puestos de trabajo, pero en la segunda mitad del año el mercado de trabajo se mostró más dinámico. Pero al tiempo que se han recuperado puestos de trabajo, el salario real de los trabajadores ha mostrado una reducción persistente y continua, que afectó tanto a los trabajadores del sector público como del sector privado. La contracción anual del salario real con datos hasta el mes de noviembre 2021 fue de 1,7%.
P. ¿En qué situación se encuentra el mercado laboral hoy respecto con la situación pre-pandemia?
Si se consideran los valores de los indicadores del mercado de trabajo al mes de octubre de 2021, se observa que la ocupación ha alcanzado los valores vigentes en febrero de 2020, mes previo al inicio de la emergencia sanitaria, y ya se ha sobrepasado en cinco décimas de punto porcentual el nivel de empleo promedio correspondiente al año 2019. A pesar de esta trayectoria ascendente de los niveles de empleo, las condiciones laborales de la población ocupada no han mejorado de la misma forma, lo que queda en evidencia si se consideran las cifras de informalidad laboral y de subocupación.
Un aspecto que vale la pena mencionar es que la importante pérdida de empleo que tuvo lugar durante 2020, contribuyó a que la pobreza medida en términos del ingreso aumentara fuertemente, hecho que no fue contrarrestado con políticas de transferencias por parte del gobierno. La recuperación del empleo ocurrida en 2021 no ha venido acompañada por una reducción de la incidencia de la pobreza, que todavía se ubica por encima de los registros pre-pandemia.
Al terminar el año 2019, el porcentaje de personas que se encontraban por debajo de la línea de pobreza era del 8,8%. A fines de 2020, este porcentaje había ascendido al 11,6%. Recientemente se ha publicado por primera vez información semestral sobre incidencia de la pobreza, constatándose que en el primer semestre de 2021, la proporción de personas bajo la línea de pobreza se ubicó en el 10,2%. Esto muestra que la recuperación en el mercado de trabajo ha comenzado a impactar sobre los ingresos de los sectores más vulnerables de la población, pero la ni recuperación económica ha sido lo suficientemente abarcativa ni la política de transferencias instrumentada por el gobierno han posibilitado sostener los ingresos y rescatar de la pobreza a aquellos que cayeron por efecto de esta crisis. Queda un camino por recorrer para que se retomen los valores de este indicador existentes en el año 2019.
P. ¿Qué nos dejaron los años 2020 y 2021 en materia salarial? ¿Qué papel han tenido los lineamientos de la negociación salarial propuestos por el gobierno para la octava ronda de los Consejos de Salarios?
Durante la octava ronda de negociación salarial que tuvo lugar en 2020, se habían acordado aumentos salariales para el período julio de 2020 y junio 2021, con una referencia de inflación anual en el periodo del 7,33%, previéndose un único incremento salarial del 3% en enero o en abril de 2021. En julio de 2021 se lanzó la novena ronda, en un contexto de caída del salario real del 4,2%, que teóricamente sería cubierto por la aplicación de un correctivo en junio de 2021, al finalizar el periodo que abarcaba la octava ronda de negociaciones en los Consejos de Salarios. En la práctica, esto no ocurrió, ya que acordó descontar la caída del PIB registrada en el año 2020, que se ubicó en el 5,9%.
P. Justo el mismo día en la prensa se publican las noticias de que en el 2021 se vendieron 50 mil autos nuevos, un record desde el año 2017, pero en diciembre del año pasado los supermercados tuvieron una baja en las ventas del 7%? ¿Es simplemente una casualidad?
Por supuesto que no es casualidad. Lo primero es diferenciar el tipo de bienes de los que estamos haciendo referencia, en el caso de los automóviles 0Km, son bienes de tipo durable y efectivamente la cantidad de automóviles nuevos vendidos en 2021, fue 20% mayor a las ventas de 2019 Las ventas de un conjunto de bienes que releva la canasta de consumo de Scantech, refiere a bienes de consumo no durable como alimentos, bebidas, productos de cuidado personal y limpieza fundamentalmente y estos, de acuerdo a este relevamiento, cayeron en promedio 6%.
El aumento de las ventas de autos 0Km puede reflejar decisiones de postergación de consumo durante 2020, que se realizaron en 2021. Pero estas ventas son, incluso, mucho mayores que las registradas en 2019, por lo que se puede pensar que se redireccionó el gasto en algunos tramos de ingresos. En 2021 aún la posibilidad de realizar viajes al exterior estaba restringida, ya fuera por la situación sanitaria de nuestro país, en la primera mitad del año, o por las restricciones de ingreso a otros países. Esto es, un conjunto de personas que en otro tiempo consumirían otros servicios, durante 2021 optaron por la compra de autos nuevos.
Sobre la segunda parte de 2021, cuando la vacunación había avanzado lo suficiente, fue posible realizar otras actividades fuera del hogar, por ejemplo, comer fuera de casa, en lugar de elaborar todos los alimentos en casa. Esto puede explicar una parte de la reducción de las ventas de algunos bienes en los supermercados. También es cierto que el salario de los trabajadores sufrió un deterioro adicional durante 2021 y que la recuperación de empleos recién se acelera sobre el final del año. Por tanto, podemos encontrar causas diversas que explican esta reducción de ventas en los supermercados, al tiempo que aumentaron las ventas de unidades 0Km.
Aunque sabemos que las cifras agregadas de consumo al tercer trimestre de 2021, que recogen las Cuentas Nacionales elaboradas por el Banco Central del Uruguay, muestran que el consumo de los hogares, creció, en términos reales el 2%, aún los gastos de consumo de las familias se encuentran casi 5% por debajo de los niveles de 2019.
En síntesis, estos datos diversos de consumo resumen y sintetizan heterogeneidades, que pueden expresarse de forma diversa en las cifras a nivel agregado que son las que se recogen en los datos de las Cuentas Nacionales.
P. ¿Cuáles fueron las pautas del gobierno para las negociaciones salariales en el marco de la novena ronda de negociaciones?
Los lineamientos que estableció el Poder Ejecutivo para la novena ronda de negociaciones diferenciaban las pautas aplicables para los distintos sectores de la economía. Para aquellas actividades que se habían visto poco afectadas y por las que no se habían visto afectadas por la emergencia sanitaria durante 2020 y 2021 se ha realizado una nueva categorización de sectores considerando el tamaño de las empresas (pequeñas, medianas y de gran tamaño). Para los sectores poco afectados, los lineamientos establecieron que la recuperación salarial fuera del 1,6% en el caso de las empresas medianas y grandes y del 1% para las empresas pequeñas. Los lineamientos, también, incluían una condicionalidad en la recuperación salarial, que quedaría determinada por la evolución de la inflación y del empleo sectorial. Los ajustes finales se determinarán por la diferencia entre la inflación ocurrida y la esperada entre 1 de julio de 2021 y 30 de junio de 2023, pero el porcentaje de estos ajustes estaría condicionado a que el porcentaje de cotizantes registrados en el BPS se aproxime al 98% del registro correspondiente al mes de junio de 2019. En el caso de los trabajadores de los sectores de actividad considerados como muy afectados por la pandemia, la recuperación salarial se postergaba por un año más, con un ajuste intermedio del 3% y sin correctivo al final del periodo cubierto por la negociación.
P. ¿Qué resultados han tenido las negociaciones?
La mayor parte de las negociaciones culminó con acuerdo entre las partes (trabajadores y empleadores), en convenios que tienen una vigencia de dos años, tal cual se establecía en los lineamientos del Poder Ejecutivo. Aproximadamente dos tercios de los acuerdos no establecieron ningún tipo de condicionamiento para el pago del correctivo por inflación, pactándose pagos semestrales y anuales, apartándose, por tanto, de los lineamientos oficiales que preveían un único correctivo al final del periodo de vigencia del convenio. En lo que refiere a los porcentajes de recuperación salarial, aproximadamente, el 40% de los acuerdos ha incorporado una recuperación salarial mayor a la propuesta por el Poder Ejecutivo, aunque sólo el 18% acordó una recuperación del 4,2% o más.
Entre los sectores que tenían para recuperar el 4,2% de pérdida salarial, poco más de la mitad estableció un cronograma de recuperación del 1,6% en dos años, tal como planteaba la pauta del Poder Ejecutivo, y algo más del 40% del total de resoluciones incorporó ajustes superiores a este porcentaje, de los cuales algo menos de la mitad estableció porcentajes equivalentes al 100% de la recuperación.
P. ¿La tasa de inflación va a cerrar 2021 por fuera del rango meta? A muy pocos días de que finalice el año y se conozcan las cifras de inflación ¿Cuál es el valor estimado de inflación por CINVE para el cierre del año?
Sí, la tasa de inflación en 2021 estará claramente por fuera del rango meta del 3% al 7% establecido por el BCU. Desde CINVE estimamos que la inflación de 2021 cerrará próxima, muy próxima a 8%.
P. ¿Qué se puede esperar en materia de incremento de los precios para el año 2022?
En términos generales, la inflación seguirá siendo de un solo dígito. Nuestras estimaciones actuales indican que la probabilidad de que la tasa de inflación anual en 2022 sea mayor al 10% es realmente muy baja (no llega a sobrepasar el 7% la probabilidad de ocurrencia de este evento). Las proyecciones de CINVE indican que la inflación transcurrirá durante todo el año 2022 por fuera del intervalo objetivo establecido por el BCU. De acuerdo con la última información disponible, la inflación a finales de 2022 estará en el 7,67%, con una probabilidad del 67% de que no supere este guarismo, por lo que para el mes de diciembre de 2022 la tasa de inflación se ubicaría por fuera del intervalo fijado por el BCU.
P. ¿Cómo se viene manejando la política monetaria y qué podemos esperar que haga el BCU durante el próximo año y qué impacto tendría la política aplicada sobre la cotización del dólar?
El BCU implementa un esquema de política monetaria conocido como de "metas de inflación". En este contexto, la institución comunica a los agentes económicos el nivel de inflación que se propone lograr en determinado período a través de un intervalo de tasas conocido como "rango meta", que para la tasa de inflación de diciembre de 2022 prevé un mínimo del 3% y un máximo del 6%.
Durante la segunda mitad de 2021, la tasa de inflación anual se ha acelerado, interrumpiéndose la trayectoria descendente que se había observado desde mayo de 2020.
Para la autoridad monetaria de Uruguay, el principal factor que estaría contribuyendo a que la inflación se encuentre "desalineada" respecto a las metas establecidas, sería el exceso de demanda que existiría en los mercados de bienes y servicios a nivel agregado. A partir de este diagnóstico, la política monetaria se ha propuesto enfriar la economía, aumentando la denominada tasa de política monetaria.
Desde nuestra perspectiva, el diagnóstico del BCU es incorrecto e incompleto. Si bien pueden existir presiones de demanda en ciertos mercados de la economía, los principales factores que explican el incremento de la inflación en Uruguay tienen relación con lo que ha estado ocurriendo con los precios internacionales de las materias primas y con la insuficiencia de oferta interna de algunos bienes y servicios. Si nuestro diagnóstico fuera correcto, los sucesivos aumentos de la TPM podrían tener un efecto contrario al deseado, provocando una mayor contracción de la oferta. Las repercusiones de los incrementos en la TPM incrementarían las tasas de interés del crédito y tendrían un efecto negativo sobre la producción. La política aplicada por el BCU, en definitiva, podría agravar la situación recesiva y, potencialmente, podría contribuir a generar una mayor inflación.
El alza de la TPM podría generar una presión a la baja del dólar en el mercado local, lo que contribuiría a amplificar la importante pérdida de competitividad que se ha experimentado respecto a los países vecinos (Argentina y Brasil), por lo que el BCU debería actuar con suma cautela en esta materia, a riesgo de generar una mayor apreciación de la moneda nacional.
P. ¿Qué indican los datos actuales del déficit fiscal? ¿Cómo se encuentran las cuentas públicas respecto a la situación pre-pandemia?
Las últimas cifras divulgadas por Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) indican que al mes de noviembre el resultado global del sector público no monetario (SPNM), sin incluir el Fideicomiso de Seguridad Social (FSS) correspondiente a la ley de los "cincuentones", fue del -3,4% del PIB. Si se incluyeran los datos del BCU, se llega a lo que se denomina el Resultado del Sector público global, que fue del -4.4% del PIB. En 2019 el resultado del SPNM fue del -3,9% del PIB, en tanto en el año 2020 el déficit había trepado hasta alcanzar el 5,4% del PIB, en ambos casos los datos corresponden al SPNF excluyendo el FSS.
P. ¿Cuál ha sido el esfuerzo fiscal destinado a contener los efectos de la pandemia en Uruguay en el transcurso de los dos últimos años?
Como es bien conocido, el MEF diseñó un sistema de contabilización en el que se registran los gastos motivados por la crisis sanitaria. En 2020, dicho esfuerzo fiscal con cargo al denominado Fondo Coronavirus alcanzó el equivalente al 1,1% del PIB, cifras muy menores a las de Argentina (3,9% del PIB) y de Brasil (4,6% del PIB), también sustancialmente inferiores al considerar la comparación internacional. En los primeros nueve meses de 2021, el MEF ha registrado gastos a cargo de este fondo por 1,5% del PIB.
P. ¿Cuáles son las estimaciones de CINVE respecto a las cifras fiscales para el próximo año? ¿Es previsible que se avance hacia una mayor reducción del déficit?
Entendemos que el gobierno va a continuar orientando su política a mejorar el resultado fiscal, por lo que estimamos que en 2022, el déficit del SPNM se ubicaría en el 4% del PIB. La continuidad del proceso de recuperación económica y la previsible reducción de los gastos correspondientes a la atención de la emergencia sanitaria, estarían facilitando el avance hacia la consolidación fiscal anunciada por el gobierno para los próximos años.
P. Con el panorama fiscal planteado, ¿con qué nivel de endeudamiento público terminaría Uruguay a finales del año 2021?
Nuestras estimaciones indican que a finales de 2021 la deuda pública bruta se ubicará en 62,3% del PIB, mientras que el endeudamiento neto será del 57,4% del PIB. El escalón importante en el endeudamiento público se registró en el año 2020, cuando la deuda bruta pasó de algo menos del 49% del PIB a casi el 62% del PIB.
P. ¿Qué proyecta CINVE que ocurrirá con la deuda pública durante el año 2022?
Para 2022, esperamos un crecimiento marginal respecto a los actuales niveles de endeudamiento. La deuda pública bruta podrá estar en el 63% del PIB y la deuda neta se ubicaría en el 58,4% del PIB.
P. Teniendo en cuenta la situación internacional y regional ¿cuáles deberían ser los objetivos para el año 2022 desde la perspectiva de las familias uruguayas?
El desafío más importante es que en 2022 se puedan sentar las bases para que Uruguay pueda avanzar hacia una fase de crecimiento más vigoroso, socialmente inclusivo y ambientalmente sustentable. El escenario internacional favorable debe permitirnos alentar expectativas de que este objetivo sea alcanzable, después de dos años muy difíciles para las familias uruguayas. Para que el proceso de crecimiento se fortalezca importa tener en cuenta tanto factores macroeconómicos, como microeconómicos. Una expansión de la actividad que se desvinculara de los impactos del crecimiento del PIB sobre el medio ambiente y que no fuera compatible con una mejora generalizada de las condiciones de vida de la población, podría ser efímera y podría revertirse más temprano que tarde. Las buenas circunstancias que enfrentan los sectores exportadores de alimentos deberían aprovecharse para consolidar acciones que contribuyan a generar mejoras en los ingresos familiares y a abatir los niveles de pobreza que todavía afectan a una parte importante de la población.
(*) Silvia Rodríguez-Collazo. Economista egresada de la Faculta de Ciencias Económicas y de Administración de la UdelaR. Actualmente, se desempeña como investigadora asociada del Centro de Investigaciones Económicas (CINVE) y como Profesora Adjunta del Instituto de Estadística de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la UdelaR, en la que cumple actividades de investigación y enseñanza directa, así como de gestión académica. Es autora de publicaciones académicas a nivel nacional e internacional. Su trayectoria académica y como consultora la vinculan a temas relacionados con el seguimiento de la coyuntura y con la aplicación de técnicas estadísticas y econométricas de series temporales para la modelización y predicción de variables macroeconómicas y financieras a corto y largo plazo.
CINVE Centro de Investigaciones Económicas
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