Acuerdo UE-Mercosur en riesgo de naufragar por reticencias de Francia, Irlanda, Polonia, Austria y Países Bajos
16.12.2025
BRUSELAS (Uypress)- La diversificación de las relaciones comerciales de la UE fue prioridad del segundo mandato de Ursula Von der Leyen, tras verse en la obligación de romper lazos energéticos con Rusia a raíz de la invasión de Ucrania. Bruselas se marcó como objetivo cerrar el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur antes de que termine el ejercicio: pero las reticencias de países como Francia ponen en jaque un pacto que ha llevado cerca de 25 años cerrar, según informa portal El Economista.
Tras dos décadas de negociaciones entre la Unión Europea y los países que conforman Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) la Comisión Europea da los últimos pasos para la aprobación del acuerdo de libre comercio entre ambas regiones. En los últimos meses ha ido sumando anexos al acuerdo en un intento por apaciguar las reservas de los Estados miembro más reacios. Aun así, el acuerdo con Mercosur podría retrasarse más allá de final de año.
Las dudas de Francia han quedado más que patentes durante toda la negociación. El país acoge las voces de un sector agrícola en pie de guerra por la amenaza que pueden representar las importaciones desde el otro lado del Atlántico, a las que afeaban cumplir estándares productivos más laxos que los europeos y reclamaban reglas del juego igualitarias.
París todavía se muestra dubitativo de poder respaldar el acuerdo al considerar que las demandas de su sector agrícola no han sido satisfechas y que sus productores se verían sometidos a una competencia injusta. Todo ello pese a que Bruselas introdujo salvaguardas para aplacar tales reticencias, como como límites a los volúmenes de importación o un fondo de crisis de 6.300 millones o cláusulas espejo para los productores latinoamericanos.
Tampoco es París la única capital con dudas. Dublín, otro de los Estados miembro con un fuerte peso del sector agrícola, ha decidido tomar las riendas para conformar una minoría de bloqueo. Estarían en este bando también Polonia y Hungría que, junto con Austria y Países Bajos, rechazan seguir adelante con el acuerdo comercial. Bélgica, por su parte, ha informado de que se abstendrá en la votación que tendrá lugar esta semana.
El acuerdo de libre comercio con Mercosur requiere mayoría cualificada de 15 de los 27 países de la UE que representen el 65% de la población, por lo que esa minoría de bloqueo no sería, en realidad, suficiente para bloquear la medida.
Queda por ver qué hará Italia. El gobierno de Giorgia Meloni, afín al argentino Javier Milei, encontraría, a priori, más bondades que incovenientes en el acuerdo comercial, ya que se convertiría en el segundo mayor exportador a los cuatro países latinoamericanos.
El Ejecutivo español ha sido uno de los principales impulsores de zanjar estas negociaciones. "Todos estamos pendientes de que pueda llegar a concluirse", decía el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, la semana pasada en Bruselas, que ponía en valor no solo el impacto comercial sino también el acceso a productos y materias primas y su importancia para reducir dependencias.
"Soy optimista. Espero que el acuerdo se pueda concluir antes de final de año. Será un buen ejemplo de que Europa puede dar pasos importantes y puede avanzar en una red de socios estratégicos que nos ayude a ser más independientes", incidía el ministro español.
El acuerdo de libre comercio permitirá rebajar los aranceles que se aplican a las importaciones de productos europeos, que a menudo rozan tasas prohibitivas. Elimina los gravámenes de importación sobre más del 91 % de los productos de la UE. En el caso de algunos bienes, los gravámenes se liberalizarán durante períodos de transición más largos, para dar tiempo a las empresas de los países de Mercosur a adaptarse. Así desparecerá la tasa de importación del 35% al sector del automóvil, así como ese gravamen de entre el 14%y el 18% que se aplica a componentes del sector de automoción.
También resultará beneficiada la industria la maquinaria, al que aplican tasas de importación de entre el 14% y el 20%, el de productos químicos con aranceles del 18%, de prendas de vestir, calzado o cuero, con tasas del 35%; o de productos farmacéuticos al que se aplica un gravamen de hasta el14%.
Bruselas prevé que las exportaciones agroalimentarias a Mercosur se eleven en un 50 %, ya que el acuerdo reduce los elevados aranceles sobre productos agroalimentarios. Es el caso del vino y las bebidas espirituosas, al que se aplican tasas del 35 %, el chocolate, con un arancel del 20 %, y el aceite de oliva, con un gravamen del 10 %.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias