EEUU: La desconexión entre PIB y empleo esconde un profundo cambio en su economía

02.10.2025

WASHINGTON (Uypress)- La economía de EEUU se ha convertido en una 'máquina' extraña, especialmente a ojos de un inversor que ve cómo el PIB crece a niveles más que buenos (vuela hacia el 4% anualizado en el tercer trimestre del año) mientras los sucesivos informes de empleo son propios de un país que va directo a la recesión, según analiza el portal El Economista de España.

 

Esta aparente desconexión puede confundir a Wall Street en la medida en la que la publicación de cada dato mueve las expectativas de tipos de interés y altera las apuestas en torno a una Reserva Federal cada vez más preocupada (y lo ha reconocido públicamente) por el mercado laboral. Más allá del creciente debate en torno a la calidad de los datos o la intromisión política en la presentación de los mismos, las tendencias parecen bastante marcadas: la economía sigue fuerte mientras el empleo se deteriora cada vez más. Aunque suene confuso, hay fundamento económico detrás de estas dos realidades paralelas. Son el reflejo de un gran cambio estructural.

La semana pasada, la revisión final del dato de PIB del segundo trimestre del año dio una sorpresa positiva. Es cierto que el fuerte dato (un 3,8% anualizado frente al 3,3% anunciado previamente) se debe al contraste con el del primer trimestre. En el primer cuarto del año, la aceleración de las importaciones por miedo a los aranceles de Donald Trump distorsionó a la baja la lectura del PIB (las importaciones restan). Del mismo modo, la normalización de la balanza comercial en el siguiente cuarto predisponía a un dato fuerte. Pero más allá de ese desajuste, lo que captó la atención el pasado jueves fue que la gran revisión al alza se hizo en el consumo personal, el gran motor de la economía de EEUU (representa un 70% de la misma). El gasto en consumo personal se revisaba del 1,6% al 2,5% anualizado, un porcentaje inferior al 4% con el que acabó 2024, pero bastante sólido.

Por si alguien tiene la tentación de decir que el PIB del segundo trimestre ya es un dato macro muy 'a toro pasado', los datos entrantes del tercer trimestre refuerzan esta solidez del consumo. Las ventas minoristas de EEUU aumentaron un 0,6% intermensual en agosto, tras un aumento revisado al alza del 0,6% en julio. El aumento fue generalizado, ya que las ventas del grupo básico (excluidos los automóviles) y del grupo de control (empleadas para el cálculo del PIB) registraron sólidos avances del 0,7% intermensual, y la estimación inicial de julio para las ventas del grupo básico también se revisó ligeramente al alza.

Las cifras de ingresos y gastos de agosto, conocidas también la semana pasada, también alivian los temores de que la economía esté al borde de una fuerte desaceleración, con un aumento del gasto del 0,6% intermensual. Esto equivale a un aumento del 0,4% en términos reales, y el crecimiento en julio también se revisó al alza, del 0,3% al 0,4%. El aumento de agosto se debió a la fortaleza de varias categorías discrecionales, ya que el gasto en servicios de transporte, servicios de alimentación y alojamiento, artículos de ocio y vehículos, y servicios de ocio impulsaron el aumento general.

"El aumento del consumo real en agosto significa que, dada la mayor dinámica con la que se entra en el tercer trimestre, ahora tenemos un crecimiento del consumo en el tercer trimestre que alcanza el 3,3%, frente al 2,3% de la semana pasada. El crecimiento del PIB en el tercer trimestre alcanzará el 4%", pronostican los analistas de Capital Economics con estos números.

Todo un contraste con lo que ofrece el mercado de trabajo. El último informe oficial, publicado a comienzos de mes y relativo a agosto, trajo consigo un sonoro batacazo. La creación neta de puestos no agrícolas fue de tan solo 22.000, cuando se esperaban unas 75.000. Por si esto fuera poco, el dato de junio, que ya el mes anterior se había corregido notablemente a la baja, sufría otro nuevo 'trasquilón' de 27.000 puestos, quedando el total en cifra negativa (se destruyeron 13.000 puestos), algo que no sucedía desde el 'particular' 2020. El dato de julio solo se revisaba en 6.000 nóminas al alza (hasta 79.000). Por su parte, la tasa de paro aumentaba una décima, al 4,3%, siendo la cifra más alta desde 2021. Para este viernes está previsto el informe de septiembre.

Pocos días después, llegaba otro jarro de agua fría con la noticia de que EEUU creó en los 12 meses anteriores a marzo bastante menos empleo del anunciado inicialmente. La revisión preliminar publicada por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) reflejaba que desde abril de 2024 hasta marzo (incluido) de 2025 se crearon 911.000 empleos no agrícolas menos de lo que se había publicado. Aunque los economistas esperaban una cifra 'gruesa', y pese a que esta revisión no se incorporará a los datos oficiales hasta el año que viene (febrero de 2026), el 'roto' añadía más sal a la herida.

Un teórico sinsentido que ha hecho a los analistas salir a la palestra. "Los datos del PIB recién publicados muestran que la economía se aceleró durante el trimestre en el que se celebró el Día de la Liberación. La fortaleza del crecimiento del PIB durante el verano no concuerda con la desaceleración observada en el crecimiento del empleo durante el mismo período. La economía no puede estar al borde de una recesión con un mercado laboral más débil y, al mismo tiempo, acelerarse con un crecimiento más fuerte del PIB", reflexiona en uno de sus últimos informes Torsten Slok, economista jefe de Apollo.

Su diagnóstico es claro: "Lo que probablemente está sucediendo es que el crecimiento del empleo es más débil debido a la implementación de la inteligencia artificial y a la menor inmigración. Al mismo tiempo, el impacto de la guerra comercial está pasando a un segundo plano y la probabilidad de una recesión está disminuyendo. Tras la publicación de la revisión de los datos del PIB, su firma ha revisado la baja la probabilidad de recesión en 12 meses hasta el 20%.

Las dos variables que menciona Slok representan el gran cambio que está experimentando la primera economía del planeta. En relativamente poco tiempo han entrado en juego dos variables trascendentales: el frenazo a una mano de obra extranjera crucial para EEUU junto a un desarrollo a velocidad casi supersónica de la IA, con las implicaciones que eso tiene para muchos puestos de trabajo.

Cerco a la inmigración ilegal... y legal

Tras frenar la afluencia de inmigrantes no autorizados por la frontera suroeste, la administración Trump parece estar incrementando gradualmente el número de detenciones y expulsiones. Esta ofensiva está empezando a tener un impacto más marcado en la oferta laboral, ya que la fuerza laboral extranjera se ha reducido en más de un millón de personas en los cuatro meses hasta julio.

Si la ofensiva contra la inmigración ilegal es total, también se empieza a pergeñar una contra la inmigración legal. La decisión de la Casa Blanca de imponer una tasa de solicitud de 100.000 dólares para los visados H-1B confirma que la Administración Trump también está decidida a tomar medidas drásticas contra la inmigración legal, lo que podría reducir aún más la oferta de mano de obra y aumentar los riesgos al alza para el crecimiento de los salarios.

El programa de visas H-1B es la vía más común para que las empresas contraten a trabajadores extranjeros altamente cualificados, ya sea trayéndolos a EEUU o contratándolos tras finalizar un programa universitario en dicho país. Aunque faltan por conocer más detalles sobre la medida y puede tener un largo recorrido en los tribunales, su implantación ayudará a que el crecimiento de la población activa sea mucho más débil en los próximos años que en la administración Biden.

"El año pasado, presentamos nuestras hipótesis de referencia, según las cuales la inmigración indocumentada descendería a cero el año próximo, las deportaciones desde el interior aumentarían hasta 400.000 y la inmigración legal se ralentizaría hasta 500.000. Dado que los encuentros en la frontera suroeste han sido casi nulos durante la mayor parte de este año y que, según se informa, las deportaciones apenas superan las 1.500 al día, o cerca de 500.000 al año, la migración indocumentada neta ya va camino de ser un poco más débil de lo que habíamos previsto. Del mismo modo, si la administración anuncia nuevas restricciones, la inmigración legal podría reducirse a menos de los 500.000 inmigrantes que hemos supuesto, lo que provocaría que el crecimiento total de la población se ralentizara hasta casi cero", calculan desde Capital.

Las inversiones en IA 'inflan' el PIB

Sobre el auge de la IA centra su análisis más reciente Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l'Échiquier. El experto compara también el saludable crecimiento con los telegramas que llegan del empleo: "La creación de empleo ha sido a duras penas positiva durante los últimos meses y netamente negativa si tenemos en cuenta los sectores privados sensibles al ciclo económico. La tasa de desempleo registró un aumento moderado, pero esta evolución se debió sobre todo a que numerosas personas dejaron de trabajar sin pasar por la ventanilla del paro. Los despidos no están disparándose en estos momentos, pero eso no quiere decir que las plantillas de las empresas no sufran presiones, ya que no están realizándose nuevas contrataciones y no se cubren las bajas".

Para el gestor, está muy claro que el auge de la IA brinda respuestas sobre esta aparente incoherencia y sobre la resistencia del crecimiento estadounidense. Como destaca, los equipos informáticos han representado, en volumen, el 70% de la inversión total realizada en EEUU en el primer semestre de 2025 y han supuesto casi el 50% del crecimiento del PIB real.

"Estas inversiones han aportado ellas solas casi tanto como el consumo privado, el gran motor de la economía estadounidense, lo que no deja de ser simbólico. Dicho de otro modo: sin las inversiones informáticas, orientadas en su mayor parte hacia la IA, la economía estadounidense habría bordeado el estancamiento estos dos últimos trimestres", esclarece Artaz.

Este fenómeno es coherente con la atonía del mercado laboral, ámbito en el que la IA influye directamente, prosigue el analista. Según un estudio realizado recientemente por la Universidad de Stanford, la adopción de la IA ha frenado considerablemente la contratación de jóvenes titulados en los sectores y los empleos más expuestos a ser sustituidos por la IA.

En estos sectores, la contratación de jóvenes entre 22 y 25 años ha descendido un 13% frente a los sectores menos expuestos desde finales de 2022. Esta observación es especialmente llamativa entre las empresas que desarrollan software y en las actividades de atención al cliente, mientras que no se ha constatado ningún retroceso en los empleos no amenazados por la IA, como los auxiliares sanitarios.

"Este estudio corrobora los comentarios vertidos por algunas empresas, que afirman que prefieren entrenar un modelo de IA generativa antes que formar a un trabajador sin experiencia. Sobre todo, pone de relieve los datos sobre el empleo juvenil procedentes de los últimos informes oficiales sobre el mercado laboral estadounidense", señala Artaz.

Mientras que la tasa de desempleo nacional aumentó ligeramente del 4,1% a finales de 2024 hasta el 4,3% a finales de agosto, entre los jóvenes se incrementó en el mismo periodo del 8,4% al 10%. "Es indudable que la incertidumbre del entorno económico, sobre todo la relativa a la política comercial estadounidense, está pesando en las intenciones de contratación de las empresas, pero es muy significativo que el descenso más acusado de las ofertas de empleo se observe en los puestos sin experiencia en los sectores más expuestos a la IA", apostilla el estratega de LFDE.

Esta situación atípica puede percibirse positivamente, ya que un crecimiento sólido sin creación de empleo sugiere un fuerte aumento de la productividad. Sin embargo, matiza Artaz, cabe preguntarse por la sostenibilidad de esta explosión de las inversiones informáticas, principal motor del crecimiento reciente, sobre todo porque tarde o temprano se planteará la cuestión de la rentabilidad de este ingente gasto.

Además, concluye, la concentración de las inversiones en un único sector no traerá necesariamente una difusión al conjunto de la economía y, de este modo, enmascara bajo una apariencia de crecimiento resistente las debilidades subyacentes, entre ellas la del empleo y, por extensión, del consumo. "Si la marea de la IA termina retirándose, la economía estadounidense debería evitar aparecer desnuda", remata.

Foto: Istock

Economía
2025-10-02T03:49:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias